sábado, 7 de diciembre de 2013

.Quizás fue mía la culpa.





Quizás fue mía la culpa,
 por declararte mi amor;

y es que estando tan solo,
 se me rompe el corazón. 
Tú me dices que te deje,
 que no te haga más sufrir; 
y yo te pido que me dejes,
 el poder en ti morir... mi amor.


Que entre estas cuatro paredes,
 yo muy solo me siento sin ti;
y por eso yo te suplico, mi niña...
 que vuelvas pronto a mí.
Que vivamos los dos juntos,
y que tú me hagas muy feliz;
pues si tú te sientes mal,
 es porque sabes... igual,
 sola sin mí estás.

Quédate tú conmigo,
 y prometo te aré muy feliz,
y viviremos para siempre,
 en el reino de tu sentir.

Que bien sabes, cuánto yo te amo,
 hermosa de mi vivir;
pues sin ti no me hallo...
y en este mundo, perdido, me siento.
por eso yo te pido,
vuelve y hazme feliz.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*



viernes, 6 de diciembre de 2013

.Ya se encerró la tristeza.




Ya se encerró la tristeza,
 ya se escondió para nunca más salir.
Su alma destrozada está,
 y ella solamente desea morir.




Su corazón desgarrado se encuentra,
 pues la dejo su querer,
Ya las puertas se han cerrado, 
y no lo quiere entender.


Ya se encerró la tristeza,
 y tal parece se niega a abandonar. 
Su alma vive en pena,
 arrastrando las cadenas,
 y tan solo anhela morir.
Le dicen que anda loca,
 y que cuando ríe... es con él.
Más no saben que su alma se disloca... 
para no pensar en él.


Muchos años ya han pasado,
 y su alma vacía... sigue por igual.
Soñando va desde entonces, 
recordando... aquel quién fue su cantar.
De flores, romance y amores,
 que un día proveyeron su felicidad...
Caminando con desacierto va,
 por las noches en su caja de cristal.

Esperando tan solo,
 por un mundo nuevo,
 que le pueda despertar.
Y quizás con ello,
 vuelva la ilusión a su vida,
 pero ante todo la paz.
Que sin canto no hay sonrisa,
 ni sueños... mucho menos libertad.
Que ella la encuentre...
aunque yo siga encerrado,
 por toda la eternidad.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*

martes, 3 de diciembre de 2013

.Estoy por tí De Enricostro.


Me embarga tu dolor,
 y sin ti mi condena sería vivir en soledad;

ya que aún me muero por tu amor;
 y pareciera que todo va mal. 
Sé que no te sientes bien,
 debido a la enfermedad que te embarga; 
pero sigo aquí contigo, y estoy por ti...
buscando una esperanza.


Sé que todo mejora...
pero todavía no te siento en mí;

más sé que tú también me adoras, 
como yo te adoro a ti. 
Los días pasan y con ello, 
tu dolor también se aleja de mí;  
pues tus curas van sanando, 
y tu sonrisa vuelve a florecer.
Mi dulce niña, nunca estarás sola...
pues yo tu caminar seré, 
y aunque sucedan malas cosas;
 yo contigo siempre estaré. 
Juntos esperaremos buenos tiempos, 
para volver a renacer; 
siendo así, no te preocupes mi cielo...
porque nunca de ti me apartaré.
Aunque los sueños son sueños,
 y a veces soñando uno se pierde; 
debes saber que, por ti, la vida entregaría... 
y si tú la quieres te la daré. 
Jamás te sientas sola mi bien amada,
 que contigo yo estaré... 
¡Porque tuyo soy... y estoy por ti!
 hoy, mañana y siempre.
Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados*

lunes, 2 de diciembre de 2013

.La bailarina mágica de Enricostro.




 

Baila la bailarina,
 bella entre las más bellas...
no paraba de bailar 

soñando con un príncipe,
 que nunca llegará. 
*
Bailaba día tras día,
con los pies destrozados...
aun así, imposible le era parar. 
*
Danzando siempre,
 para su príncipe imaginario,
 pues no lo quería dejar. 
Sus lágrimas brotaban sin cesar,
 más ella, no paraba de bailar; 
pues su corazón dolido...
insistía en continuar. 
*
Vueltas y vueltas que daba,
 en la pista del deseo. 
*
Ya para las cuatro de la mañana,
 quedó sola frente a los espejos.


Más tarde esa madrugada, 
con los ojos empañados,
 de tanto llorar, 
y cuando desfalleciendo estaba,
alguien la tomó en sus brazos. 
Y danzando la llevaba,
 girando y girando,
 tomada de sus manos. 
mientras su rostro,
 de nuevo fue embelleciendo,
paso a paso, beso a beso.




Luego ella posando entre sus hombros...
se quedó dormida; 

Él gentilmente la tomó en sus brazos,
 y a su lado descansó. 
Transcurrieron algunas horas...
y la bailarina mágica despertó; 
y de nuevo con mucho esmero,
 comenzó a girar,
 esta vez de felicidad

Por fin, el príncipe de sus sueños...
 la había encontrado; 

ya tenía lo que tanto había anhelado...
para amarlo y darle sus besos. 
*
Juntos se marcharon,
 bailando un vals de ensueños. 
En el palacio, ya descansan,
 príncipe y princesa a la vez.



Y cada vez que llega la noche, 
bailando juntos se la pasan;
 en espera de un nuevo amanecer.


Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*