Mostrando entradas con la etiqueta carta.poema protesta. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta carta.poema protesta. Mostrar todas las entradas

martes, 23 de octubre de 2012

.Carta protesta al más grande de Enricostro.




Al cielo yo llamé, y su puerta Él me abrió;
 solo iba con reproches, ira y desamor.
Iluminado me quedé,
 cuando la boca quise abrir.
- Él me dijo:
Yo en el hombre ya no puedo intervenir.

-Entonces le repliqué:
De otros tiempos pasados,
 cuando tantas personas buenas, 
fueron sacrificadas.

-Él me respondió:
Ellos entendieron mal,
 no me alimento del dolor, 
y tampoco del sufrimiento;
 solo vivo del amor,
 la gracia y de los sueños.

-Más yo le contesté:
Si eres Omnipotente, 
Creador de lo imposible,
 Rey de todos los universos,
 que lo puedes todo,
 ¿Cuántos errores cometiste?
 ¿al ponernos aquí?

Tú sabes el pasado, presente, y futuro, 
y que jamás cambiaríamos.
 ¿Lo sabes si?
Nos fabricaste con demasiados defectos,
 y mandaste a tu Hijo para que lo matáramos.


¿Cuántos errores has cometido?
 ¿aun sabiendo lo que íbamos a hacer?
¡Millones de niños se mueren de hambre y de dolor, enfermedades; otro poco de millones!
 de personas por guerras,
 ¡que nos inventamos!
 Algunas por tus consejos,
 pues profeta ninguno llegó,
 a la tierra prometida.

¡Tú sabrás por qué!
 Pues ellos cumplieron y actuaron,
 según tu palabra.
¡Uuuuuu! ¡Que placer matar! Sí...
 ¡Matar! En tantas guerras...
<justificándonos... decimos>
Cuánta miseria, desde la creación,
 ya no vayas a bajar.
 ¡Que nadie te va a creer!
Ya no somos aquellos primitivos,
 que iluminaste con tus naves.
¿Ahora que podrías decir?
Un Dios que abandonó al mundo,
 hace millones de años.
 Los ojos nos estamos sacando, 
y no por un sacrificio, 
si no porque somos malos.
¡Malos... sí! Pero de oficio.

¡No pedimos perdón!
 Si no matar a más personas.
 Los ricos cada vez más ricos,
 y los pobres muriendo en sus alcobas.
La explotación de las personas,
 la avaricia del poder,
 el veneno en los mares y en la tierra.

En la tierra fuego, pues...
 ardiendo por los cuatro costados,
 matando la vida en él;
 y tú riéndote allí arriba, y diciendo:

Pobres terrestres estúpidos, 
que el paraíso yo entregué,
 y ahora se matan solos
 y yo me rio también ¡Ajajajajaja!

¡Ilusos desgraciados que cuanto más avanzáis!
 ¡en inteligencia, más retrasados estáis!
 y más malos sois!
Enrique Nieto Rubio.
*Derechos Reservados*