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lunes, 13 de noviembre de 2023

..En protesta de Enricostro. Un gorrioncillo.

 



Un gorrioncillo una mañana despertó,
y mirando asustado,
 de su casita salió.

Él no tenía ni idea,
de lo que estaba sucediendo,
pero un olor extraño,
pues algo estaba ocurriendo.

Ya se temía lo peor, 
que toda su casita,
Ardería sin razón.

Una maldita guerra,
 que pasaba por allí.
Destruyéndolo todo,
 y un desolador fin.

Miles de seres muertos,
 en los caminos.

Aves, ratones y perros,
 postrados en el camino,
y muchos niños muriendo,
 sin encontrar un destino,
Los asesinos de las guerras,
 quien los pueden perdonar,
de un bando y de otros,
 tenían que reventar.

pues ninguno pensó en ellos,
 en los que lo perdían todo.
Quedándose y sufriendo,
 sin encontrar consuelo
de ningún modo.

que, malditos, sean todos,
 los reyes de las guerras,
y que en el infierno se quemen
por destruir nuestra tierra.

El gorrioncillo, morirá,
 y su familia también,
daño colateral dicen,
 los que matan sin un porqué.
Fin
(posdata) No tuvo la culpa el pajarito,
por vivir en esa casita,
solo fueron circunstancias,
 de esta maldita vida.

Enrique Nieto Rubio.
derechos de autor

viernes, 31 de mayo de 2013

..Al Cristo quise bajar de Enricostro.


Al cielo quise subir,
 y a Cristo, sus clavos quise quitar.
Él me miró con angustia,
 y lágrimas derramó, al yo tocarle.



Me detuvo de inmediato,
 cuando un clavo deseaba sacar...
Empapando mis manos,
 con su sangre, que aún caliente estaba.

Dijo: - No me vayas a bajar...
no me quites el dolor;
 que aunque mi corazón sufra;
No es por mí... sino por todos...

este es mi destino, 
el del sufrimiento y el dolor.


Aunque yo he padecido,
 mucho dolor... todo fue,
 para brindarles mi amor.
Pero el dolor que siento ahora,
 al mirar hacia abajo,
 es mucho más devastador.


¡Mi sacrificio no sirvió de nada!
 pues el mundo sigue podrido,
 por tanta desigualdad!

Pienso: "Es posible que las heridas,
 y el dolor que me infligieron,
quizás no fuera suficiente"
Y a mi Padre le he preguntado:
 ¿En qué he fallado?
  qué tan mal lo he hecho?







Y quizás hubiera sido mejor, 
no sufrir en esta cruz; 
y dejar al mundo perdido...
en ese profundo abismo,
de pecado, desolación ...

 Él me ha contestado:







-No podrías haber hecho más;
 tú derramaste tu sangre,
pues a ellos quisisteis ayudar.
Y sí...
posiblemente tengas razón...
quizás no valió la pena...
quizás no sirvió de nada, 




Pero tu Hijo querido,
 les obsequiaste paz,
 amor y hasta tu vida,
 en tu corto pasar.
Lástima que no lo hayan descubierto,
 y no lo supieran valorar y aprovechar.


Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.
*Con nuestros actos cada día;
 seamos fiel testimonio, 
de que Jesucristo vive
 en nosotros,
 y que no derramó,
 su sangre en vano*