Entre mis brazos la tengo,
ella es la flor de mi jardín;
ella es la flor de mi jardín;
que si me falta, me muero...
¡Sin ella que será de mí.!
¡Sin ella que será de mí.!
Entre mis llantos la pienso,
porque ella se quiere morir:
porque ella se quiere morir:
y no es que no la quiera,
es que la alejan de mí.
es que la alejan de mí.
El culpable de este amor,
son las llaves del destino,
son las llaves del destino,
es un sueño encontrado...
que se cruzó en mi camino.
que se cruzó en mi camino.
Por las noches ella es mía,
y por el día, se ha marchado.
y por el día, se ha marchado.
ya,
solo me queda el aroma,
de su cuerpo enamorado.
Ella se quiere morir...
pues su amor no me pertenece;
pues su amor no me pertenece;
dice que no me merece,
y esto me hace de sufrir.
y esto me hace de sufrir.
Yo la quiero tener,
custodiada por mi amor;
custodiada por mi amor;
y nunca poderla perder,
aunque pierda la razón.
aunque pierda la razón.
Mi corazón está herido,
pues ya no me pertenece;
pues ya no me pertenece;
se la llevó el destino,
que me robó su querer.
que me robó su querer.
Hoy me siento solo y frío...
pues perdí a esta mujer,
pues perdí a esta mujer,
que me caló hasta los huesos,
su cariño y su querer.
su cariño y su querer.
Que no se la lleve nadie,
que su amor me pertenece;
que su amor me pertenece;
y mi llanto me estremece,
y sin ella siento que moriré.
y sin ella siento que moriré.
Y pegadito a su caja...
ya juntitos los dos...
ya juntitos los dos...
con mi amada y una flor,
para siempre estaré.
para siempre estaré.
Enrique Nieto Rubio.
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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