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viernes, 25 de octubre de 2019

..Vida de Camelia ferburson (NOVELA con contenido sensible.) de Enricostro.



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Vida de camelia ferburson, de Enrique
Camelia era hija de una familia adinerada, haya por los años 30. Su padre, un ingeniero bastante distinguido y su madre diseñadora de moda.
Aquí en Francia, su madre, una española de Madrid, y su padre era francés.
Bueno, empezaremos. Cuando Camelia tenía doce años, una niña preciosa, de cabellos dorados, ojos azules como los de su madre, y llevaba unas trenzas hermosas.
Ya en el colegio y con sus mejores amigas, tonteaba con los muchachos, se subían la bruza y les enseñaban los pechos.
los chavales estaban locos con las nenas, pero todo era un juego para ellas.
En los baños se Veían ellas y se desnudaban, se miraban y se daban opiniones sobre sus cuerpos y cosas así.
Supongo que eran cosas de mujeres, no sé.

Pasó el tiempo ya, con trece años, estaba más centrada, sus estudios iban estupendos. Su mayor ilusión era ser diseñadora de ropa, como su madre, pues era buenísima dibujando.
Sacaba en sus notas siempre la mayor puntuación.
Con sus compañeros. Era un cielo, los quería muchísimo, pero ya se sabe con los chicos. Varios habían perdido la cabeza por ella y se peleaban entre ellos. Un día la cosa fue grave entre ellos. Así que como se vio metida en estos líos. Le llegó una nota a los padres, de lo sucedido, pues para ella ninguno de los dos les gustaba. Pero como tonteaba con todos. Paso lo que pasó.
De todos modos, los padres tenían intención de mudarse a una mansión de sus padres, a ya en las afueras de Francia, y así lo hicieron.https://www.youtube.com/watch?v=a633oGp_qpw
Varios años después. Se graduó con honores, y por fin vio sus sueños cumplidos, y se colocó en la empresa de su madre, y aquello fue un bum.
Sus diseños eran los más vendidos de toda Francia.
Ya con dieciocho años. Paseando con su madre, por la plaza mayor, se cruzó con un señor muy apuesto, este fijó la vista en ella, fue un flechazo en toda regla. Ella, mientras lo pasaba, la vista fija en él, que casi, se caen las dos de un tropiezo.
Este señor se dio la vuelta y le dijo;

¡perdone, señora, pero su hija, es preciosa y les ruego y me dejen acompañarlas.!
la madre le dijo; ¡¡qué osado es usted.!!
¡ay, pues sí, señora, no sabía que los ángeles andarán, por las calles, y así que como yo nunca vi un ángel, pues quiero verlo bien visto!
¡¡vaya.!! Dijo la madre;
Camelia apretó sus manos, contra las de su madre, cuchicheando a su oído;
¡mamá, lo quiero, lo quiero!

la madre le decía;
¡¡pero niña cállate que nos va a oír.!!
así que el señor no se separó de ellas, en todo el día hasta que terminaron, entablando una conversación;
él le dijo;
¡jamás he visto mujeres tan hermosas y preciosas en toda mi vida.!
Pasearon por el parque, así hasta llegar a casa.
el señor este le dijo;
¡señora, permítame que visite a su hija, si no le importa, si no no sé qué será de mí.!
La madre volvió la cabeza diciendo; ¡¡bien, adiós.!!
Este señor marchó dando saltos de alegría. Ellas a través de la puerta, lo miraban como saltaba y se echaron a reír, las dos, ja,,,,,,,, ja, ja, ja..................
Al día siguiente, Camelia lo esperaba muy impaciente, y no paraba de andar por la casa, como una loca, su madre le decía.
¡qué te pasa niña.!
y ella no respondía, así se tiró horas demasiada nerviosa.
la madre de Camelia le dijo;
¿Hija, me tengo que ir al trabajo, hoy no vienes.?
¡¡si mamá, luego me llego.!!
¿pero qué te pasa hija?
¡¡ay mamá, él no viene, me muero!!
¿hija, no pasa nada, si te quiere, verás como viene?
¡¡espera mamá, me voy contigo, aquí me pondré mala.!!
tomaron el coche y marcharon,

pero que sabían de ese chico. no sabían nada. Ni su nombre siquiera. lo mismo fue una chiquillada y él no aparecería.
pasaron todo el día en el trabajo. Así, Camelia se despejó un poco de este tema, que la estaba volviendo loca.

ya al atardecer, regresaron a casa, eran las diez de la noche,
cuando llegaron.
Al aparcar el coche, se encontraron que había otro coche en su sitio.
y vieron un señor dentro de él, pero en la oscuridad apenas si se le veía la cara.
Al parar el coche, la puerta del otro vehículo se abrió y salió el chico.
Camelia empezó a temblar, como si estuviera enferma. Él se acercó a su coche y dijo;
¡buena noche, señoras.!
Ellas no sabían qué decir, él estaba superguapo. El chico abrió la puerta de Camelia para que saliera.
la madre de Camelia, salió del coche y se marchó a la casa, sin decir nada. mientras Camelia se quedó con el chico.
subieron al porche, y en un asiento de estos, que son columpios, se sentaron los dos.

¡cómo te llamas le dijo Camelia!
¡¡me llamo Antuan Browues, y tú!
¡¡yo Camelia.!!
¡es precioso tu nombre! Dijo él;
Así se tiraron largas horas charlando y los dos estaban superenamorados.
ya estaba refrescando, y él le echó la chaqueta por encima para abrigarla, y ella se estremeció.
Él le contó que era ferroviario, de aquellos trenes de los que les tenían que echar carbón.
y que sus horarios eran largos a veces, y miles de cosas más, mientras ella se quedaba embobada.


Al día siguiente, quedaron, pero Antuan tuvo una avería allá en los pirineos, con su locomotora, y esa noche, no podría verla, así que cogió y se fue a la centralita.

llamó a Camelia y le dijo;
¡hola mi amor, cómo estás!¡¡bien dijo Camelia.!!
¡cielo hoy me será imposible verte, pues he tenido una avería en el tren y no llegaré hasta las dos de la madrugada, lo dejamos para mañana sí.!
¡Ay, por favor, no me faltes, sabes que me muero por verte, anda ven, yo te esperaré aunque solo sea un ratito.!
¡Bueno, no se enfadarán los papás.!
¡¡Noo,,,, sabes que ellos me adoran, y no se enfadan, yo les explico ahora sí, ven mi amor no me falles, te amo tanto.!
¡¡Bueno, vale, pero llegaré muy cansado.!!
¡No te preocupes que yo te relajaré, ese cuerpazo que tienes, jajajaja mua,,,,, cielo te adoro, te espero.!
¡Bien, mi amorcito allí estaré, chaoooo mi niña.!
Así pasaron las horas interminables para Camelia, en su cuarto muy nerviosa, y asomándose a la ventana a cada instante.
ya sobre las dos de la madrugada. Llegó un coche que paró frente a su casa.

Camelia salió corriendo y fue a su encuentro.
¡ay mi amorcito que alegría me das, te quiero!
¡¡Cómo está mi niña.!!
Así se abrazaron fuertemente;
¡te quiero, te quiero, te quiero unununu!
Subieron a su dormitorio y se acostaron, hicieron el amor como nunca. Camelia era una fiera moviéndose, pues aunque él estaba cansado esta fiesta no la iba a dejar pasar, fue una noche

maravillosa para los dos, y ya él se quedó a dormir con ella, la pasión fue tal, que se quedaron fritos los dos.
A partir de esa noche, comenzaron a, dormí todas las noches juntos, era una vida maravillosa, todo era alegrías y romances, así pasó el tiempo y un día él le dijo;
¡cielo, te quieres casar conmigo!
¡¡Ay como no, si sabes que me muero por ti.!!
Al poco tiempo, fue la boda,
era algo maravilloso. Ella, con su vestido blanco y un manto precioso de seda, le arrastraba por el suelo.
estaba radiante, rebozando hermosura, por todos sus poros.
él iba hecho un figurín, un traje negro con su camisa de seda y corbata a juego, estaba guapísimo.

Eran más de doscientos invitados. Hoy es el día más grande para Camelia y Antuan.
El convite ha sido un gran éxito y maravilloso.
Todos los invitados quedaron supercontentos con aquella boda,
y mientras salían ya después del convite¡todos iban diciendo que guapísimos que están los dos!
Después de casados, Camelia y Antuan
Antuan compró una hermosa casa, de dos plantas, junto a el aeropuerto. Era grandísima, la amobló a todo lujo.
dedicó un salón a un hermoso bar, con su discoteca a todo lujo, sus luces hasta su gran bola de cristal, que iluminaba todo.
así dieron infinidades de fiestas, todos los sábados, pero solo era para sus mejores amigos .

Antuan sabía, que más de un amigote les gustaría, tirarle los tejos a su esposa, Camelia, pues era la mujer más bella de todo el país, era la envidia de todos.
Antuan no era celoso en absoluto, y estaba muy orgulloso de ella,
pues era elegantísima y muy sexy y eso a Antuan le ponía muy cachondo.
aunque no se lo dijo a nadie, pero todos lo sabían, y eso los ponía rabiosos.
Al año siguiente. Camelia quedó embarazada y tuvo una hermosa niña, preciosa, y la criárón con mucho amor los dos,
un año después, llegó el chico, eso les hizo aún más felices todavía, su vida era hermosa, llena de amor y felicidad, una familia perfecta sí.

pero el destino es un traidor, y en esta vida, los excesos de todo tarde o temprano se pagan.
y llegó la hora de pagar.

Antuan, una mañana a las doce de la mañana, se volvió a su casa, que se encontraba indispuesto, así fueron al médico y como él en su máquina trago demasiado polvo de carbón y se puso malo, el doctor lo mandó a el especialista, y este a otros especialistas, pues no veían claro que tenía, el caso es que no encontraban la solución.

Antuan, con más de cuarenta de fiebre, su esposa estuvo día y noche con paños fríos dándole en la frente y todo su cuerpo.

ya, fue dejando de comer, y ella a escondidas lloraba amargamente, le dijeron que era cáncer y que no tenía cura, así nuestro querido


Antuan se fue apagando amargamente, quedándose en los huesos. hasta morir.
Camelia después de morir, su marido quedó herida de muerte, su rostro palideció tremendamente, saliendo del hospital entristecida con su vestido negro largo y un velo negro por su cara, como si escondiera su rostro a la muerte, salió agarrada por sus dos hermanos que destrozados iban con ella.

Camelia, al día siguiente, fue el entierro, grandísimas celebridades lo despidieron en su último adiós,
mientras ella derramaba sus últimas lágrimas junto a su fosa.

Dos chiquillos, de tres y cuatro años, uno a cada lado de su madre, les decían a su padre adiós papi.

De vuelta a casa, ella apenas si quería saber nada del mundo.
varios días después el destino se volvió a cebar con ella, y saliendo a casa de su hermano, unos bandidos la secuestraron, durante bastante tiempo, pidieron un rescate, de un millón de francos, y como eso estaba difícil de solucionar, la golpearon que casi la matan y la violaron repetidas veces.

Al entregar el rescate, la policía secreta los cogieron a todos.
Ella estaba  desnuda, y toda hinchada, de las palizas que le dieron, lo pasó realmente mal.

Ella fue llevada a un hospital. Tirándose seis mesé en coma,
los hermanos y los padres, ya mayores, se estuvieron turnando en el hospital.
Así hasta el último día, que ya empezó a hablar, preguntando por los niños.
poco después, le daban el alta y la llevaron a su casa.

La acostaron y estuvo mucho tiempo sin levantarse, los abuelos tuvieron que encargarse de los niños que se encontraban desamparados en esos momentos.
Pasaron semanas y ya ella se levantó, pero tenía una depresión tremenda, pues se quería morir,
y los médicos les dijeron a la familia, que no la dejaran sola ni un solo instante.

algún tiempo después, recibió la carta de notificación del juicio,
así que ella fue con sus hermanos, pero ella tenía la mirada perdida, y poco se podía contar con ella.
paso que les echaron 20 años de cárcel, a cada uno de los miembros de la banda.

Y se marcharon a casa.
camelia ya no saldría de casa, cerrando todas las ventanas, y echando las cortinas de seda, para que entrara poca luz.
los niños se los llevaron los abuelos, allí no podrían estar.
Camelia en su casa, recluida por ella misma, pues le tenía terror a salir.
Sus noches eran eternas y sus días tristes, solo pensaba que porque la había abandonado su marido, y la dejó sola.
Esto era un bucle, que no se lo quitaba de su cabeza.

Allí en su casa tenía dos sirvientas, una era su Nani, y la otra era kira, una joven que solo se dedicaba a la cocina, y la Nani se dedicaba a arreglar la casa, y especialmente a cuidar de ella.
Había muchas noches, que Camelia lloraba desconsolada, y la Nani, corría a su dormitorio, se sentaba en su regazo y la tomaba entre su cuerpo abrazándola, mientras le decía,
¡qué te pasa mi niña!

Ella entre sollozos le decía,
¡¡nada.!!
¡anda mi niña duérmete sí!,
y se quedaba Nani con ella, hasta que se dormía, eso era casi todas las noches, aunque la Nani nunca se quejaba, pues la adoraba como si de su hija fuera.
pues también la crío de pequeña, en casa de los abuelos.
Había noches que incluso se quedaba dormida con ella, sobre todo cuando tenía esas pesadillas de sus asesinos.
Así pasaba el tiempo y algunos años.
Siempre era lo mismo.

algunas mañanas, la Nani, la obligaba a salir al jardín, trasero de la casa, en días de primavera, y allí en su mesita les ponía su desayuno, obligándola a comer, pues se estaba quedando en los huesos. Ella se sentía muy perdida, sin ilusiones. Cuando la abuela le llevaba a los niños, se echaba a llorar amargamente, y su vida era un calvario.
Pero ya la Nani había conseguido un paso más, el sacarla al jardín, que le diera el sol, aunque solo fuera unas horas, le bajaba un libro para que lo leyera y se distrajera un poco.
y así fue tomando un poco de color, pues estaba totalmente demacrada y parecía una muerta en vida.

Los buitres de su marido.
En estos días las visitas, de sus amigos, se hicieron algo pesadas, pues ha llegado uno de ellos,
y ha llamado a la puerta, ha preguntado, a la Nani que es quien abre la puerta y la Nani le ha dicho.
¡si pasa está en el salón!
él ha entrado.
¡¡Hola, ¿cómo estás?!!... en un modo cariñoso, ella sin apenas levantar la cabeza. le ha contestado con muy pocas ganas.
¡e a ya ves!
este se ha pegado dándole un par de besos, y abrazándola,
¡si necesitas consuelo ya me tienes,!

¡¡ya, decía ella.!!
y estaba un rato y se marchaba, al ver que ella ni caso.
Así casi todos sus amigos, incluso llegó un par de ellos que en su saludo y su abrazo. Con el aroma de ella, llegaron a empalmarse, y ella les decía.
¡Anda y dile a tu mujer, que te cuide eso de abajo, antes de que te explote.! Irónicamente.
Ellos, decían ¡cómo, cómo! Y salían por pies, estos ya no volvieron más.
Es más, algunas de las esposas, hasta llegaron a insinuarse a ella, no sé si era para consolarla y en forma risueña, para distraerla, pero eso quedaba así, Que hasta el cura la visito a última hora del día, pues a él también le ponía.

La verdad es que ella, seguía teniendo ese atractivo, carismático y sensual.
En estos días han pasado muchas cosas curiosas, sobre todo una que les contaré a continuación.
para orientarnos les explicaré la situación.

Su casa está orientada, enfrente de otra casa abandonada, de algunos años, y su dormitorio da, a la casa de enfrente. Y tiene, un balcón grandísimo, que mirando desde este balcón solo se ve la casa, de enfrente, y lo demás, es todo campo, no hay nada más.
El caso es, el siguiente, esta mañana como muchas, Camelia se ha levantado y se ha duchado,

ha salido de la ducha, con una pequeña toalla sobre la cara, secándose, y andando hasta cerca del balcón.
así toda desnuda y mostrando todo su pubis. al bajarse la toalla y fijar la vista al frente. se dio cuenta de que había un señor en la casa de enfrente, estaba sentado junto a una ventana, en la planta baja, y mirándola fijamente. que hasta se les iva a salir los ojos de sus órbitas. cuando Camelia se ha dado cuenta.
¡coño, coño, mierda joder.! Apartándose del balcón.

Cuando Camelia se dio cuenta, que la había visto desnuda completamente. Se puso tan nerviosa que se olvidó completamente de su depresión y desde este día, no ha vuelto a pensar en su marido. Ni en sus desgracias vividas.
Ha bajado corriendo las escaleras, y ha mirado por la rendija de la cortina, temblorosa e inquieta.
La Nani le ha dicho,
¡qué te pasa chiquilla!

Y ella, ni caso, ha vuelto a subir, pues desde abajo no ve nada, así que se ha vuelto a asomar de refilón y allí está, como una estatua. Vamos que si le pinchan a ese hombre, ni sangra seguro.


Ella, se ha tirado todo el día, para arriba y para abajo, detrás de las cortinas y Nani mosqueada.
ya es muy tarde y ha cenado muy mal. Que hasta casi se ahoga,
se ha ido a dormir, pero no sin antes echar una miradita, y este hombre sigue igual, solo que con su mano doblada encima de la mesa, y el puño en la barbilla.
Camelia se ha echado a dormir, sin más, después de los años, desde que murió su esposo y más tarde violada.

hasta aquí, todas las noches, traía de cabeza a su Nani, que la despertaba todas las noches, con sus pesadillas.
esta noche quien no puede dormir, es la Nani, esperando que ella le llame.
a la hora y pico, al ver que no la llamaba, se ha asustado y ha subido a ver si le ha pasado algo.

y allí estaba ella, en su cama tumbada y abierta de piernas, con su pijama de seda floridas. Roncando como una niña pequeña.



la Nani ha dicho; (qué raro)
así que quien no ha podido dormir en toda la noche, es la Nani ja,,,,,, qué bueno.
A la mañana siguiente. Son las once de la mañana, y sigue durmiendo a pata suelta.
La Nani, tiene los ojos hinchados de toda la noche en vela.
Esto ha sido un milagro, para nuestra querida protagonista.
así que ya ha despertado. Pues son las doce del medio día, y ha pedido, que le preparen el baño, y se ha metido en su bañera, mirándose el felpudo que tiene y diciéndose; ¡madre mía, como me ha visto todo, qué vergüenza.!
así hablando para sí misma.
pues no quiere que nadie se entere.
Camelia se ha levantado con un buen humor, y está contenta, después de su baño, y su desayuno, que lo ha tomado estupendamente, se ha metido a fisgona.
Una tarea de investigadora y cotilla. Así que en secreto ha llamado a Kira que estaba en la cocina y le ha dicho.
¡ven, ven!,
así muy bajito;
¿mira Kira por qué no vas a la casa de enfrente, y aves si ves quién vive allí si?
¡¡bueno lo que usted diga señora.!!
pero lo que no esperaba Camelia, que la iba a pillar este hombre,
el vecino al ver una persona asomarse poco a poco por su ventana. Se fue por detrás y la cogió.

Kira. Como era muy joven y un poco inocentona. Se cagó de miedo cuando la cogió de la mano.
(A te pillé)
¡¡ay madre, dijo ella.!!
(vaya, entra en la casa, que llamaré, a la policía.)´
Así que de la mano, la metió a la fuerza, y camelia, que espiaba por la ventana, se asustó mucho, pues todo lo empeoró.
este hombre parecía una persona muy dura.
¡Siéntate y tranquilízate, no te are nada malo vale, dime quién eres!
¡Soy Kira!
¡¡Kira y qué hacías en mi ventana dime.!!
¡ay madre, mi señora me envió a ver quién es usted!
¡¡Y quién es tu señora.!!
¡Mi señora se llama Camelia y vive ahí enfrente.!
¡dijo él, Una mujer alta, preciosa y de piel muy blanca, y de cabellos dorados!
¡¡y usted cómo lo sabe.!!
¡a, es esa verdad jajaja,,,,,,,,,,,,,, y te ha mandado a que me espíes en jajaja,,,,, es bueno.!
¡bueno niña, te diré quién soy, para que se lo digas a tu señora sí!
¡bien, me llamo Pierre, y soy escritor, así que ya está, quieres saber algo más.!
¡¡ay gracias por no hacerme nada, ni llamar a la policía que miedo he pasado, gracia, gracias.!!
¡anda pequeña márchate, o quieres tomar algo!
¡¡ay sí, por favor, un vasito de agua que estoy aterrada.!!
¡bien espera!
Pierre le ha traído su vaso de agua, y se lo ha tomado de un tirón, y tocándole la cabeza, le ha dicho;

¡cuando quieras venir llamas a la puerta, sí, venga adiós!
¡¡adiós dijo ella.!!
salió corriendo hacia la casa, mientras el escritor se echaba a reír.
¡jajajaja,,,,,,,,,,,,,,,,,,,,!
El vecino,
Bueno, en este episodio le relataremos un poco sobre el vecino de Camelia.

se llama Pierre es un escritor, del centro de la capital, que llevaba dos años escribiendo una novela de amor, y hace un año que se atascó en la historia y no le salía nada. Así que decidió de comprar esta casa, a ver si así se inspiraba en su obra. Pero como ha sido este encuentro de lo vivido estos días, que ha empezado a escribir como loco, y cada vez que mira por su ventana, se echa a reír y sigue escribiendo, sin parar. Y además de disfrutar de la vista. Pues a ella, la tiene grabada en sus sienes.
Camelia, al entrar kira en la casa, le ha dicho;
¡Que ha pasado, cuéntame, cuando te pilló.! ¡¡Me he cagado de miedo.!! ¡Corre dime.!
¡¡bueno, es muy guapo y alto.!! A... ¡¡si tú ya lo as visto yo que va,!!
¡y que te ha dicho!,
¡¡que es escritor, y dice que te conoce, ¡¡cómo es eso.!!
¡ha,,, eso será cuento de él, como me va a conocer.!
¡¡a, pues te ha descrito como si te hubiera visto perfectamente.!!
¡anda tonta, y que paso cuenta.!
¡¡nada me dijo así con voz ronca, y muy serio!
siéntate no te are nada, anda dime quién eres y por qué miras por mi ventana.!!
¡Bien, vamos arriba a ver qué hace!
bueno dime.!
¡¡pues se lo tuve que decir, que tú me embiastes.!!
¡eso le has dicho, ay madre, que este nos encierra a todas.!
¡¡Mira, mira, está sentado y está escribiendo, que guapo que es en!!
¡bueno sí.!
¡A que no se te ocurra, decir nada de esto, será un secreto nuestro! ¡Sí!
así estaba como una colegiala, se estaba enamorando de este hombre y como en sus mejores tiempos, se ha arreglado y se ha puesto preciosa. Está dispuesta a dar guerra, sí.
Ha salido al jardín de atrás, para llamar su atención, pero como él no la ve desde hay,
le ha dicho a kira;
¡tú por delante me traes algo, para que él se dé cuenta de donde estoy!
Efectivamente, él se ha dado cuenta, de lo que sucede enfrente y se ha levantado. Ha salido a fuera disimulando para verla,
disimuladamente y fumándose un cigarrillo. Se ha dirigido hacia atrás.
por detrás de la valla y descaradamente, se ha vuelto y ha dicho; ¡Buenas, soy el vecino de enfrente, tanto gusto conocerla como está usted.!

Camelia se ha quedado cortada, no esperaba que él se atreviera. pero de los escritores ya se sabe.
No ha tenido más remedio que saludarlo, se ha acercado ella y a través de la valla, le ha dado la mano, diciendo;
(tanto gusto)
¡¡señora el gusto es mío.!!
pero él no la soltaba.
¡tiene usted unas manos muy suaves!
¡¡aja dijo ella.!!
¡bueno a ver si un día quedamos, y la invitó a cenar en casa, dijo él!
¡¡vale cuando usted guste.!!
Pierre se ha obsesionado con Camelia, en su jardín, su belleza era radiante, estaba hermosísima. Esos gestos. Esa elegancia, con un vestido largo de vuelo, estaba radiante.
Y al llegar la tarde. No ha podido aguantar más, y se ha tirado toda la tarde planeando una gran cena en secreto. con riesgo de que todo fuera un fracaso.
pero como les digo, los escritores son impredecibles.
Ha llamado a dos cocineros y un sirviente que él conoce de la capital, y le han preparado una mesa maravillosa.
Pierre, a las siete de la tarde, ha salido hacia la casa de Camelia, y ha llamado a la puerta.
Ha salido Nani, ella no savia nada de este, tejemaneje que se traía, su señora y ha dicho.
¡Qué desea usted.!
¡¡perdone está la señora.!!
¿de parte de quién?
¡¡Pierre su vecino de enfrente.!!
¡quiere pasar al recibidor, por favor!,
¡¡si gracias.!!
Nani ha subido y al entrar a el dormitorio, de Camelia, la ha pillado mirando entre las cortinas.
¡Nani le ha dicho; ocurre algo, señora!
¡¡au qué susto me has dado.!!
¡y cómo es eso de ese espíritu tan corto! Que mirabas a escondidas.!
¡¡yo, yo nada, Nani, mía!!
¡a conque nada, pues baja que tienes un caballero, en el recibidor que pregunta por ti!

¡¡A sí y quién es.!!
¡Quizás ese que tú espías con tanto sigilo! ¡Crees que yo nací ayer en.!
Camelia ha bajado y al verlo allí, tan guapo y elegante, casi se mea en las bragas.
¡hola le ha dicho Pierre!
te invito esta noche a cenar, ¡y no acepto un no en, a las ocho!
¡¡Pero tan de repente ufff, bueno vale a las ocho.!!
¡bueno, pues te espero sí, quieres que pase a buscarte!
¡¡Si por favor gracias.!!
¡Bueno, pues ala, que viene sarundio!
Y eso le hizo mucha gracia, a Camelia y se echó a reír. jaja,,,,,,,,
¡chao.!
¡¡adiós,,,,,,,,,,,,!!
pero las ocho estaban a aquí ya, y lo impaciente de él, se adelantó a las ocho menos cinco y bien trajeado.
Ha llamado a la puerta y la astútá de la Nani.
¡Dijo, señora, don Pierre está aquí!
y ella detrás de la puerta haciéndole señas a Nani, y ha salido.
él al verla tan hermosa le ha dicho.
¡estás radiante.!

le ha alargado la mano y ha bajado, esos escalones que, de hace tiempo, no los pisaba, vestida y con tacones.
En sus manos, Pierre la notaba temblorosa, y muy inquieta.
El escritor le dijo;
¡tranquila será una velada de lo más agradable, no tengas temor, sí!
Ella, bajaba esos escalones, con su cabeza un poco doblada y temerosa. Sus cabellos eran ondulados y así echados para un lado, rozándole a él, frescos y suaves.
Pierre en ese momento cerró los ojos, plasmando en su mente ese frescor que ella desprendía, y así marcharon hasta su casa.
El sirviente le abrió la puerta, ella pasó y al llegar al salón vio una mesa preciosa llena de hermosos platos, y dos velas encendidas a media luz, todo era maravilloso. Ella quedó alucinando después de tanto tiempo.
Él le separó la silla, para que ella se sentara.
Ella le dijo; ¡el baño.!
¡¡si pasa por este pasillo, al fondo.!!
ella. Entró en su baño viendo todo al estilo de los hombres, y oliendo ese aroma que todavía desprendía el baño de él, y mirándose al espejo soplaba uf,,,,,,,,,,,,,,que Dios me ayude. pensó en voz baja, hizo un país, por tantos nervios y se lavó sus manos, salió soplando.
él se levantó y la ayudó a acomodarse en su silla.
¡estás bien!,
ella le miró y le dijo;
¡¡si gracias!!
el sirviente le dijo; ¡necesitan algo más!
y Pierre le contestó;
¡¡no gracias puedes retirarte.!!
¡sí señor como mandé.!
empezaron con la cena y una charla agradable. Estaban los dos encantados. todo fue maravilloso, hablaron de todo.
Él le decía;
¡eres preciosa de verdad!
alzando la copa de vino,
¡la primera vez que te vi, me pareciste un ángel, y ahora veo que es cierto!
ella, se ruborizó diciendo,
¡no creí que hubiera nadie en esa casa!
¡¡no digas nada, pero estás hermosísima.!!
¡uufu,,,,, dijo ella!
Ya sobre las once de la noche, Camelia se sentía ya cansada, y él se dio cuenta y le dijo;
¡Te veo cansada, quieres que te lleve a casa!
¡¡si por favor, no estaba acostumbrada a tanta tensión.!!
Él cogió un abrigo del pasillo, pues fuera y tan tarde ya hacía un poco de frío, se lo echó por encima y le echó la mano por la cintura y la alargó hasta su casa, y al llegar a su puerta le dijo;
¡estás radiante, espero y te hayas sentido cómoda, gracias por esta noche tan maravillosa que me has regalado!
ella desde lo alto del escalon le dijo;
¡ha sido un gran placer estar contigo!
Pero se le ha escurrido el pie, y se ha caído hacia él, él la ha cogido con sus brazos y la ha besado, ella con su mano ha tocado su cara acariciándolo y se ha incorporado.
¡Hay que tonta!,
ha dicho; y ha entrado en casa.
¡¡él le ha dicho, buenas noches.!!
Camelia aunque la noche anterior se lo pasó de muerte, no pudo pegar ojo, sus temores del pasado le hacían aterrorizarse y volvieron las pesadillas, en ella y aterrada llamó a Nani.
Nani se asustó, pues no había hecho nada más que dormirse y corrió rápidamente.
Camelia estaba sudando en la cama.
Que te pasa mi niña dime!
¡¡hay Nani qué miedo tengo, he soñado que me violaban otra vez y me golpeaban.!!
¡no te preocupes mi cielo, me quedaré contigo sí!
¡¡ay gracias Nani eres tan buena conmigo.!!
¡E a duérmete cielo y descansa.!
Así Camelia, abrazada a Nani, se quedó dormida. Al día siguiente se levantó, y kira en la cocina le dijo;
¡señora, le apetece un cafecito!,
¡¡ay si mi niña, gracias, gracias, si eres un cielo.!!
a esto llegó nanita y Camelia le dijo;
¡siéntate Nani tenemos que hablar.!
¡¡dime mi niña, de que quieres hablar!!
¡Hay Nanita, él no me querrá, cuando se entere, que me violaron!
¡¡Mi hija, eso será un riesgo que tendrás tú que correr, así que se lo tienes que contar antes, de que pase más tiempo, pues después se te hará aún más duro, y tu sufrimiento será más largo!
¡¡Si nanita, pero estoy aterrada.!!
¡no te preocupes cielo, que si te quiere, de verdad, eso no será un obstáculo en tu vida, tú no tuviste la culpa, de aquel desgraciado secuestro!
¡¡gracias Nani se lo contaré de inmediato.!!
y se levantó hacia la puerta.
¡pero dónde vas.!
¡¡a contárselo.!!
¡pero si estás en pijama chiquilla.!
¡Hay Nani, es que estoy tan nerviosa, que ya no sé lo que hago!
al instante sonó el celular y Nani lo cogió,
¡sí dígame!
¡¡hola soy yo Pierre, puedo hablar con Camelia, por favor.!!
¡si un momento; para ti es él!
¡¡gracias Nani.!!
¡¡Hola.!!
¡Si como estás, me levanté muy temprano y solo pienso en ti, pues tù serás mi desayuno, antes de continuar con mi libro,!
te llegas en un rato, me gustaría verte sí!
¡¡si claro, te tengo que decir una cosa mala.!!
¡uuf,,,,, no me digas, bueno vente te espero.!
Camelia se ha arreglado un poco y ha salido a verle, ha llamado a la puerta, pues él ya la esperaba.
¡pasa, pasa.!
¡¡si gracias.!!
¡bien siéntate aquí, venga, dime qué es eso, que tanto te preocupa, quieres un café!
¡¡no gracias, ya he tomado, mira, yo te quiero un montón, pero antes de seguir y de que tú te ilusiones más, conmigo, y yo contigo, te diré algo.!!
él la había interrumpido con otra frase, y ella no lo dejó continuar.
¡espera por favor!
Esto debí decírtelo anoche, en la cena, pero te lo digo ahora, yo soy viuda, y tengo dos hijos, ya grandecitos, que viven con mi mamá, pues me encontraba enferma hasta ahora, y cuando salía del hospital, que murió mi marido, unos bandidos me secuestraron, me golpearon, y me violaron, s.s.s. espera no me cortes.

No sé si sabré corresponder, ¡y no quiero que te hagas ilusiones conmigo, quizás sea un barco a la deriva y tú mi capitán perdido.!
Él se quedó un poco paralizado, y mirándola a los ojos, le dijo;
¡es que tú eres el amor de mi vida, y si tú me das esa oportunidad, te prometo que no te defraudaré, te lo juro, te quiero a morir!
¡¡Gracias mi cielo, solo espero y me tengas paciencia, Te aré el hombre más feliz, del mundo sí!!
después se levantaron y se besaron apasionadamente y de ahí brotó un amor tremendamente hermoso.
Camelia volvió a suspirar en los brazos de su amado.
Él le dijo con voz risueña;
¡quieres cenar conmigo, por primera vez!
Ella contestó;
¡¡Será un honor cenar contigo.!!
¡Esta noche dijo él!
¡¡Si esta noche dijo ella.!!

Llegada la noche, el señor Pierre se dirigió a casa de su amada, Nani abrió la puerta, como de costumbre él dijo,
¡está la señora.!
¡¡si pase.!!
Pierre pasó y estaba elegantísimo,
¿qué guapo dijo; kira?,
Camelia bajaba por las escaleras, estaba radiante, un vestido blanco largo con vuelo precioso, con su pelo ondulado suelto, era bellísima.
En el último escalón, él le alargó la mano, y ella le correspondió, y así salieron de la casa, parecía una novia.
Ese día, ya hacía un poco de frío. ya en casa de Pierre él le dijo;
¡Ven pasa siéntate aquí!
había una gran chimenea, con un radiante fuego, era muy acogedor.
¡qué frío dijo Camelia!
¡¡sí que lo hace dijo Pierre, quieres una copa de vino.!!
(si gracias, u,,,,, qué rico)
¡¡brindamos.!!
¡sí!
¡por nosotros!
¡¡si por nosotros.!!
se tomaron la copa, ella empezó a ponerse contenta, pues repitieron vino, y comenzaron con el cachondeo, pasaron al salón y comenzaron con una suculenta cena, lo estaban pasando maravillosamente.
Cuando terminaron de cenar Camelia con su copa de vino en la mano, se levantó y se dirigió hacia Pierre. Él con otra copa en la mano iba siguiendo sus movimientos. con esa música de fondo que la hacía vibrar de emociones, Camelia se sentó encima de él, echándole el brazo por el cuello, y comenzó a darle besos apasionadamente, así él hizo lo mismo y se liaron los dos con tanto frenesí, que aquello ya no lo paraba nadie.
Empezaron a desnudarse y se dirigieron a el dormitorio, dejando ropa por todos los sitios.
ya en la cama se tiraron desesperados e hicieron el amor con tanta pasión que les duró toda la noche.
Esa noche, se la pasó toda en casa de él, ya por la mañana, sobre las once de la mañana, dio la casualidad de que llegó la madre de Camelia con los hijos de ella.
llamó a la puerta,
y Nani abrió la puerta,
¡hola,,,,,,,,,,,,,,,,, dijo Nani, qué alegría hoy que guapos están los niños! ¡Anda dame un beso! Mua, mua así besó a los dos.
¡que trenzas, más bonitas llevas, eres como tu madre, de bella, y tú que guapo que estás, y alto, eres un hombrecito en!
¡¡sí dijo el chico¡¡
¡qué lindo!
¡¡y mi hija.!!
¡tu hija ya, ya ven, vamos, asentarnos, que te cuento!
empezaron con el cotilleo las dos.
¡hace un tiempo, se fijó en el vecino de enfrente, y este en ella, así que se han liado los dos, y anoche estuvieron de cena y ya ves, todavía no ha aparecido!
¡¡aja, vaya con mi hija.!!
Nanita le dijo;
¡así que en casa del vecino sigue,!
¡¡bueno, espero que le vaya muy bien. ¡La pobre ha pasado tanto.!!
A esto que llegaba Camelia.
¡Mamá, qué alegría, ay mis niños que guapos que estáis, os quedaréis conmigo que decís.!
¡¡vale mamá.!! Decía; la niña.
Camelia llamó a Pierre por el celular, y le dijo;
¡hola mi amor, mira esta mamá aquí y mis hijos! Te gustaría conocerlos.!
¡¡claro que si ahora mismo voy!!
salió corriendo y se saludaron, se gustaron mucho, y los niños parecían aceptarles bien.
él le dijo; a los niños,
(qué guapos sois.)
y se dieron besos y todo de todo.
y su amor fue por siempre maravilloso, con el tiempo se casaron y fueron de lo más felices.
Camelia jamás tuvo otra pesadilla. tuvieron dos hijos más, y hoy en día los hijos son abuelos de una hermosa familia,
Fin.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.
Colabora en imagen,
 Silvia Reguna Cossio Camara.
v.yp.doyp.yo.co.98.


viernes, 20 de junio de 2014

..Entre gladiolos.

 

En el New Time, se publicó un comentario de unos gladiolos gigantes de más de dos metros, los había descubierto el espeleólogo y botánico Don Daniel Bloctersr.

Este ha mandado por mensaje de este hallazgo, pero solo se sabe que ha sido en Centro África, más no se ha sabido más nada de él.

Ya hace un año, y sin noticias de él... se cree que ha sufrido un accidente.

Jonathan Wyeth Brandon, un multimillonario de dudoso patrimonio, afincado aquí en Manhattan, ha decidido hacer un grupo de expedición.

Este tal Brandon lleva un cámara para grabar todos los acontecimientos, y un redactor... ese soy yo.


Ha contratado en África este grupo de expedicionarios formados de diez personas, los he buscado que no tengan ataduras con nadie... más no se sabe por qué han hecho una parada en una aldea al norte de Camerún.


Esta tiene una gran montaña muy alta, este grupo se ha metido por una gruta en la montaña, siguiendo los pasos de Daniel Blocter.

En esta montaña dicen los de la aldea que se les vio por última vez, más nadie de esta aldea se atreven a pasar por esta cueva.

Pero estos contratados que lleva Brandon son de otro sitio y no saben nada, pero alguien se lo ha comunicado de este poblado. les han dicho.


¡Nadie salió de aquí jamás!

Y se han cagado, vamos con mucho miedo, se ha corrido el rumor y la cosa se ha puesto fea, muy fea.

Nos hemos adentrado en la oscuridad de esta cueva, cerca de cien metros, con sus antorchas encendidas, se divisa en el techo unos enjambres de murciélagos y vamos con mucho sigilo.


Aunque el terreno es muy accidentado y con muchas raíces, hemos tardado muchas horas en salir de allí.

Ya en la salida es de noche, más como no se ve nada decidimos acampar en este sitio. No se oye ni un alma nos echamos a dormir, con un vigilante solo.

Ha amanecido, pero hay dos muertos, nadie sabe qué ha pasado, creen que les ha mordido una serpiente... ni se han enterado, el nerviosismo ha empezado con la mañana.

Se han adentrado en una gran selva con matorrales tremendos, un gran espesor de plantas van haciendo un camino con los machetes, caminando todo el día han encontrado un camino, se supone que es el camino de Daniel Blocter.

Han decidido seguir por este sendero, se están aproximando a una zona con un olor extraño, algo fuerte como si fuera amoniaco. Casi no se puede respirar, pero no pueden abrirse paso por otro sitio, hay muchas zarzas.

Han seguido sin parar, están asustadísimos, uno ha intentado huir para atrás, pero Brandon, le ha pegado un tiro con su rifle, ha dicho que ya no hay marcha atrás, y al que huya lo matará.
Este sendero está plagado de serpientes, por encima de ellos, en todos los matorrales y árboles, han aligerado el paso, ya parece que se abre el camino un poco, han decidido acampar, ya es de noche.

Ha amanecido, todo está en silencio a expensas de los monos curiosos que no paran de gritar.

La selva es cada vez más tenebrosa, Brandon va. a la cola de la expedición, ha perdido tres, quedan cinco más nosotros dos. Yo que escribo y el cámara, la verdad es que yo soy un poco ambicioso también, pues este descubrimiento vale muchísimos millones de dólares.
Llevamos tres semanas, ya los hombres están cada vez peor. Mosquitos tremendos nos están atacando día y noche. Nosotros tres estamos en una tienda de campaña muy bien resguardados, pero ellos no.

Este hombre no tiene escrúpulos de ninguna clase, ha amanecido, solo quedan dos... los otros han muerto de grandes fiebres y estos dos están muy mal; no podrán seguir. La cosa se ha puesto muy fea, Brandon ha cogido el rifle y nos está apuntando.
Nos ha pedido que llevemos los aparejos de él, y nos lleva a punta de pistola. El camino ha desaparecido, todo es de zarzas grandísimas, con unas púas de más de veinte centímetros... estas están envenenadas.

Nos ha obligado, ha hacer el camino. Esto es inmenso, da pavor de solo continuar por él, ya no nos podemos ni dar la vuelta, pues el camino se cierra otra vez.

Estamos muertos, no podremos volver seguro. Pero Brandon está como loco, se ha pinchado... tiene los ojos endemoniados.

Hemos cambiado de zarzas, estas parecen un poco más cortas, pero igual de finas; estas zarzas están a la altura del hombro, pero sus púas tienen forma de una estrella de cuatro puntas, lo que lo hace más peligroso.

Nada más hay como cincuenta metros a todo alrededor, ya no hay árboles ni matorrales, solo zarzas, a lo lejos y poniéndose un poco de puntillas se ve unos gladiolos tremendos de altos, son cerca de cuatro metros, pero hay que abrirse paso por las zarzas.

Ya la avaricia se ha apoderado de Brandon, este ha comenzado a dispararnos, yo he conseguido huir, pero ha matado a el cámara.

Me he escondido agachado en el suelo, como me vea me matará también. Brandon, con su locura y el machete, se ha abierto paso por las zarzas, pero está corriendo demasiado haciéndose heridas por todo su cuerpo, yo le sigo agachado sin que me vea.



En su agonía por llegar ha abrazado a los gladiolos y al zarandearlos, estos han posado todo su polen y semillas sobre él, y ha empezado a gritar.

Están germinando las semillas, por todas las heridas de su cuerpo, saliéndole las raíces por la boca, oídos, nariz y ojos; estas raíces están brotando con hojas, ¡es horrible! Está muriendo lentamente.

La planta lo ha levantado a un metro sobre el suelo, con los brazos en cruz mirando hacia el cielo, ensangrentado, jamás en mi vida he visto más horror.

He huido de allí como he podido, no sé cuánto tiempo he tardado en Salir, pero el caso es que me he despertado en la salida de esta montaña, delante de toda la tribu.

Estoy ensangrentado por todo el cuerpo, con gran fiebre y arrastrándome por el suelo.

Ellos me han recogido y me han curado a los tres días, me he despertado, estoy bien, pero he decidido publicar en el New York Times, que los gladiolos es un mito que no existen.


Enrique Nieto Rubio
Derechos Reservados.
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

jueves, 5 de junio de 2014

..El hombre invisible de Enricostro. (novela)solo para mayores.


Aquí, en Bielorrusia. Se está llevando a cabo un gran experimento, se trata de hacer un ejército de hombres invisibles; Bueno, el caso es que ya se están creando estos soldados, que están programados a través de unos cascos; pero bueno, os diré quién soy yo.
Yo soy el chico de la limpieza, yo trabajo a partir de las diez de la noche, en este centro.

Cuando estaba limpiando cerca del túnel de invisibilidad he tropezado cayendo dentro. Esto me ha convertido en invisible; He escrito una carta de despido a la empresa, no quiero que se entere nadie.

La verdad es que esto es maravilloso, me he marchado en coche a casa; Pero antes he entrado en la casa de mi vecina, que siempre me ha tenido enamorado. Ella está leyendo en el salón, es un cielo de mujer.

Ahora se va, a la ducha y la estoy siguiendo; Me he metido con ella, quiero ver que hace una mujer en su intimidad. . ¡Madre mía, qué cuerpo! Es hermosísima en pelota, está que se rompe de buena, no me voy a poder aguantar, la voy a enjabonar... y ella ha empezado a gritar.

- Le he tenido que tapar la boca.
¿Quién eres... me ha preguntado?
- Soy el hombre invisible, que quiero hacer el amor contigo.
¡Y una mierda!... ¡Suéltame! 

¡Hacer el amor ni hablar!
La he cogido por detrás, con las manos en los pechos; ella me las quiere quitar.
He llegado antes a ella, ¡Oh! La tengo apretujadita a mí, y me ha dicho:
¡Guarro suéltame!
- Bueno, la he soltado, era broma; le he dicho.
-Soy yo tu vecino de enfrente, que tantas veces me he metido contigo... sabes que me tienes loquito.
Ella ha cedido... pero me ha dicho:
¡No me hagas daño!
- Bueno, no pensaba, hacerle daño.

Con el agua me estoy viendo en el espejo, parezco como de hielo, se ve que la humedad no me va, muy bien. Ella me está viendo también, se ha quedado alucinada; me está tocando todo el cuerpo.
Mi piel se siente suave como el cristal. Hemos salido hacia el dormitorio, se ha dejado hacer de todo. ¡Hemos gozado los dos!
¡Me ha encantado hacerlo, con alguien invisible! Susurró la chica. 
Le he preguntado:
¿Quieres que venga otra vez?
¡Siiii!
- Bueno, ahora tengo que sacarle a todo esto, el beneficio... puedo viajar, aunque iré de balde en todo. ¡Joder!

En este momento, voy a espiar en la comisaría; para ver qué hacen estos perrónes. Ha salido una patrulla, me he metido detrás. En el coche, no me he equivocado, se han echado a dormir.

En cuanto hemos llegado a una calle oscura, es de vergüenza, les voy a dar un susto; pulsaré el botón de la sirena. ¡Oh! Se han cagado de susto, se han puesto a patrullar. Se les ha quitado la ganas de dormir... ¡Esto no lo harán más!
Estoy cansado... cuando han parado, y han salido, me he ido a mi casa, pronto me acostaré. Pero cuando iba calle arriba, en un piso hay alguien pegando a una mujer, pues escucho gritos.  He llamado al timbre y me ha abierto un vecino, que me dice:
¡Está loco, que le está pegando a la mujer una paliza tremenda! ¡Llame a la policía!
- ¡Sí... a la policía verá este!

He arrancado un hierro, de una baranda del parque; esta desaparece cuando la toco. Bien, se va a enterar este tío, he subido a su piso, he llamado al timbre; me he apartado a un lado.

Se asoma a las escaleras y he entrado a la casa.  Nada más entrar; le ha roto la nariz a la mujer, de un puñetazo diciéndole:
¡So puta!
Con la barra...no me lo he pensado, le he reventado la cabeza.

Ella está en el suelo, cubriéndose la cara en un charco de sangre.
Él ha caído redondo, me parece que lo he matado; más no me importa; lo he sacado a las escaleras, y se ha caído por el hueco de ella.

Me he marchado con mi hierro. Al día siguiente he aparecido por allí, este está en el hospital, no ha muerto.
He ido al hospital, está semiinconsciente; me he pegado a su oído diciéndole:
- Como la vuelvas a pegar... ¡Te mataré! Este se ha cagado cuando me ha oído.

Ahora me gusta pasear por las noches. Por las calles veré que puedo solucionar; me he fabricado un buen garrote, este me servirá para protegerme de los intrusos.  

Aquí, cerca de un Pub, hay cuatro tíos metiéndose con una chica; le están toqueteando, ella está gritando, pero nadie la oye... o mejor nadie se mete por medio. 

¡Estos se enteran! E
l primero le he roto la cara, y ha caído piloto; otro en la cabeza... a este se la he abierto, quedan dos.

Estos no se dan cuenta, que hay dos amigos caos, en el suelo, entre los dos que quedan, uno se la está metiendo a la chica, mientras el otro la agarra, le he reventado la espalda y al otro la cabeza.
La chica está llorando, se acabó la historia.
Suuuu, le he dicho al oído. Ella mira a todos sitios, pero no ve a nadie. Yo le he dicho:

¡No mires hacia atrás! Aunque yo estoy delante de ella.
- ¡Vete a tu casa y no mires atrás... yo te seguiré para que no te pase nada! ¿Vale?
- Sí... pero ¿Quién eres?
¡No te preocupes!  Como verás, la noche no es para chicas solas.
Hemos ido a su casa, ha encendido la luz de su dormitorio, mirando a ver si me ve por la ventana. Le he gritado:
¡Ay no digas nada, o te acusarán de haber matado a alguno!
- ¡Sí! Respondió ella.
La verdad es que esto mola, me siento como un superhombre, haré muchísimas cosas buenas y malas.
Voy a visitar a mi amiga, son las once de la noche y tengo ganas de echar un buen polvo. He llegado a su portal, y he llamado al timbre, cinco veces; ya por fin me ha contestado.
¿Quién es?
- Soy yo tu amigo, el hombre invisible ¡Ja, ja, ja!
¡Ahhh, vete es muy tarde!
- Oye, si no me abres, estaré toda la noche con la mano en el timbre; ya verás como los vecinos, van a tu casa a pegarte que no.
¡Bueno... bueno ya te abro!
Me ha abierto y he entrado a su casa, no he hecho ruido alguno, no sabe dónde estoy.


¡Venga, ya es muy tarde... te puedo oler que quieres!

- Quiero acostarme contigo y echar un buen polvo.
¡Qué fino eres! ¡Es que es muy tarde!
- Anda será rápido... ¿Vale?
¡Bueno... venga! Espérame en la cama, me daré una ducha.
- Ahh y me quedaré a dormir contigo, no te importa en.
¡Buenooo... venga!
Ya en la cama lo hemos hecho, la verdad es que se me duerme la niña; bueno... ya ha empezado a sentir el placer de vivir.
¡Oh, sí, sí, sí, ooo!
- ¡Me ha clavado las uñas! ¡Es una fiera! ¡Ja, ja, ja!
Me he quedado dormido.

A la mañana siguiente... ¡Tonto de mí! Nunca debí quedarme dormido con nadie. Ella, cuando dormía, me ha buscado las manos, y me ha amarrado de pies y manos. Cuando he abierto los ojos, la tengo encima, me ha dicho:
¡Anda superhombre! ¿Ahora que en?
- Me la ha cogido, tirando un montón.
¡Ay! ¡Que me haces daño!
Ahhh! Si bueno y... ¿Si te la corto, ahora qué?
¡Por fa no! ¡Déjame...no te molestaré más! Te lo juro.

Ahhhh sí! Y eso ahora, ¿No me molestarás más en? Bueno, bueno... y si llamo a la policía que me creerán, cuando te toquen en.

¡No por favor! Me sueltas y no te molesto más.

Y mientras seguía tirando, la verdad es que me estaba empalmando.
¡Qué guarro! Te has empalmado en ahora, te vas a enterar.
Yo creía que iba por las tijeras, pero se la ha metido en la boca.
¡Ahhh, me ha dado un mordisco! ¡Niña que es mía joc!
Se ha subido encima de mí, moviéndose lentamente, ha apretado el ritmo, hasta que se ha corrido.
¡Ohhhh!
¡Y yo también!

Me ha soltado y me ha preguntado:
¿Quieres salir conmigo? No puedes hacerme esto, de llegar a las tantas.
- ¡Sí... vale!  Pero tengo que robar un banco.
¡No me digas! ¿Qué vas?, a robar un banco?
¡¡Seguro que sí!!! Jajajá jajá!!
Se ha reído ¡Ja, ja, ja!... Yo también,
Verás... esta mañana, ¿Tienes que hacer algo?
¡Esta mañana no! ¡Luego, más tarde sí!
¡Vale! Vente conmigo, pero no me hables, ni nada. ¿Vale?
Hemos llegado a la puerta del banco.
¡Espérame aquí en la esquina!

He entrado al banco. En el cajón del cajero, tiene un montón de billetes grandes; este se ha levantado... pues todos los papeles detrás de él, se los he tirado al suelo. Se ha agachado para recogerlos, y le he quitado todos los billetes a él.
Otro cajero le he hecho lo mismo, también se los he quitado; he salido por lo menos con cuatro mil euros, ya afuera le he dicho a mi chica.
¡Ven! ¡Vayámonos! ¿Qué te quieres comprar hoy? ¡Di lo que más te guste!
¡Venga! ¡Sal de aquí, so guarro! ¡Sal!
Me he salido, pero cuando la dependienta estaba descuidada, le he cogido cinco vestidos más. 

Nos hemos ido a casa; estos vestidos se los he soltado en lo alto de la mesa del salón, cuando lo ha visto me ha dicho:
¡Qué malo eres! En menos de una hora ya has cometido dos delitos.
Hemos empezado con el morreo y hemos terminado en la cama otra vez.
Le he soltado todos los billetes en la cama, ella se ha quedado alucinada cuando ha visto tanto dinero; junto ha empezado a gritar como loca... y yo:
¡Siiii! ¡Cállate los vecinos!
- Mañana iré al barrio este, donde se vende la droga; tenía ganas de darles un escarmiento a esos traficantes, les robaré toda la pasta, en sus propias narices. ¡Me encanta ser malo!

He ido, y casa por casa, le he mangado todo el dinero; hasta un lingote de oro que tiene uno, no sé de dónde lo habrá sacado, otro chulo de mujeres malas, la está calentando a ostias, en la casa donde ella hace sus cosas.
Con mi garrote le he abierto la cabeza, y le he quitado toda la pasta que lleva en el bolsillo, es un montón de billetes. El barrio está todo en guerra; por los robos todos se culpan, hay hasta tiros por las ventanas. La policía viene en camino y... ¡Yo me piro!
Esto en secreto. ¿Saben? Quiero ir a América y mataré a todo el que haga daño, a alguien me da igual, la edad que tenga... ¡Lo mató y fuera!


Yo seré la ley y todo será in fragante, para no equivocarme; hahh y me gustará espiar a los políticos corruptos, esos le daré la mayor paliza de su vida. 
Muchos como yo arreglaremos el mundo, este, de mierda, robaré todos los diamantes que pueda, y los enterraré donde me de la gana. Mataré a todos los mafiosos, que explotan a
las criaturas en África; y ayudaré a todo él que lo necesite, seré como un Robin Hood.

Esto será un juego para mí, robaré a los ricos y se lo daré a los pobres. Son tantas cosas las que me gustaría hacer, que me faltaran horas. He hecho tantas cosas buenas y malas, que Dios lo tendrá difícil, para juzgarme.

Cuando abrazo a una mujer, ella también desaparece, mientras yo la tenga cogida. Hay una chica, aquí en Manhattan; que es muy morbosa, le he dicho que haré el amor con ella, en la misma plaza. ¡Hemos salido totalmente desnudos!

Vamos por los pasillos, están plagados de gente. Ella mira a todos, pero como la llevo agarrada a mí; a ella no la ven tampoco, y hemos salido a la plaza. Allí mismo lo hemos hecho, pero ella chilla mucho; y todo el mundo está mirando por todos lados, más no nos ven. ¡Es muy emocionante!

Pero ella se ha soltado por un segundo, quedándose totalmente en pelota; delante de algunos ha chillado, y la he agarrado tapándole la boca.

¡Ven, ven! ¡Cállate! Que estos crean que, ha sido una alucinación.

Nos hemos ido de allí, a la oficina; se ha vuelto majareta, y la he dejado en la oficina para que se vista.

Sigo persiguiendo a maltratadores por la ciudad, llevó una vida intensa; ya he hecho de todo, ya no sé a quién joder. Pero cerca del agua ni hablar; iré a los países, estos donde los maltratos con menores están a flor de piel. 

Me subo en un avión, me marcho a un país hispano; más no diré su nombre, para no discriminar.


Y todos los países estos, aquí me necesitan mucho; he matado a muchas personas malas, solo al bajar del avión. Hay un barrio a pocos kilómetros, aquí hay un tipo en una aldea, que tiene cerca de veinte menores, de doce hasta veinte años.

 A las niñas les obligan, a hacer todo lo que quieren, los gordos asquerosos, estos.

He entrado de habitación en habitación, y me dan ganas de llorar; son crías. Se las chupan a estos, incluso han matado a más de una, esforzándolas por no decirlo más, a lo bestia ¡Es tremendo!


Muchas están llorando. ¡Dios mío! Una no quería, este le ha pegado con la correa, en la cara; le está diciendo que se acerque, y chupe la vergad. 
Estoy tan mal, que juro haré una masacre en este sitio. He empezado por el dueño, y sus compinches. Una mujer cómplice de este tío, he ido a por unas tijeras de podar, de esas curvas eso lo corta todo.

¡Ohhh no! ¡He vuelto a entrar este cerdo, con la polla tan larga, verá he retirado despacito a la niña... y con los testículos y todo!  Chaz.

Se la he cortado, chilla como un cerdo. La niña está aterrorizada de lo que ha visto, con los testículos en el aire flotando, ella está toda llena de sangre, está aterrada. Le he dicho a la niña:

¡Toma esto! ¡Entiérralo donde no lo encuentre nadie, y no vuelvas más!

Ella no la quería coger... le he dicho:

¡Te la tendrás que comer entonces!

¡Y lo ha hecho! Enterrándola en una maceta. 


He ido habitación por habitación, haciendo exactamente lo mismo con todos, y dándoselas a las chicas, la que no quiere.

Les he dicho que si no lo hacen, se la tendrán que comer.

Así que todas corriendo despavoridas, he limpiado todo el garito, ya las tienes en el jardín de enfrente; todas escarbando en cueros, enterrando testículos y penes a montones.

Esperemos que no críen.

A este y a la fulana, le he hecho que se coma la del patrón; lo siento, pero le he tenido que, dar algunas hostias antes de matarla. Ella era la cazadora de niñas. 

A mí, que una prostituta, gane dinero haciendo eso con los demás; no me importa en absoluto. Pero las menores debieran ser sagradas para los adultos. 


Otra cosa es que dos menores hagan el amor, doce o trece años lo hacen en las esquinas, pero son de la misma edades y por su propia cuenta.


Yo no me meto este antro, es un valle de sangre. La prensa ha encontrado a todos, los hartos cargos sin sus atributos; algunos se han desangrado y han muerto.

Otros se quedarán sin polla, para los restos de su vida. Nadie se explica cómo ha pasado esto, yo me he largado de aquí. 


Estoy lleno de sangre de estos cerdos, me iré a duchar. Buscaré a una chica de confianza, para ir a su casa, para bañarme en la intimidad; pues con el agua soy vulnerable.

Estoy caminando por la calle, un tío está pegando a otra chica, lo he arrastrado hasta un sitio oscuro, pues ya es de noche aquí.


Detrás de la esquina, con una cuerda, que se la he liado en el cuello; y lo he estrangulado sin querer. 
Le he quitado todo lo que lleva en el bolsillo, es muchísimo dinero. La he llamado, y se ha acercado a la esquina... le he dicho:
¡Vuélvete de espaldas! ¿Tienes casa?
- ¡Sí! ¡Sí!
¿Y tienes ducha?
¡Sí!... ¿Por qué?
- ¿Te importaría llevarme a tu casa? Quiero darme un baño... ¡Te lo pagaré! ¿Vale?
- ¡Si vale!
Camina tú delante, pero no te vuelvas, porque estoy aquí.
Es que tengo cinco niños, y no tengo que darles.
¡Pues este, no volverá a pegarte jamás!

Ha abierto la puerta de la casa, allí los cinco chiquillos:
¡Mamá! ¡Mamá! Una de dieciocho años llorando en un rincón; la madre se ha dirigido a la niña, esta le ha contado lo sucedido, era una de las que yo he liberado, se han puesto a llorar las dos.
Me he acercado a ella, que está en el suelo, abraza dita a su hija, y le he dicho al oído:
¡Llévame a la ducha! ¿Vale?
Ella se ha levantado y ha acostado a los niños. Le he dicho:
¡Soy producto de un experimento! Esta mujer es preciosa, me está tocando la cara, está alucinando. Cuando ha apartado las manos de mí, se las ha llenado de sangre; ha ido al lavabo a lavárselas.


Yo me he desnudado, pero ya con el vapor, mi cuerpo se va transformando, como si fuera de cristal; ella se ha quedado fijando en mí. El baño no tiene cortina, y ella se ha acercado a mí, pasando sus manos por todo mi cuerpo.
Está alucinando en colores, ha cogido una esponja y me ayuda, ha quitarme la sangre, y alucinada y diciendo:
¡Madre mía! Qué cuerpo más bonito de cristal. ¡Eres precioso!

Se ha revolcado conmigo en la ducha, pero no hemos hecho nada, solo le he dicho:
¡No podrás hablar jamás de esto! Además, que no te creerán... ¿Cierto?
- ¡Sí! ¡Sí!
Mi ropa quedó en el suelo, toda llena de sangre. Le he pedido:
¿Tienes algo de ropa para mí? 

- ¡Claro que sí!
Ella me ha vestido con la ropa de su marido, que ya no vive con ella, desde hace tiempo. 
En el suelo, con la ropa, aparece el garrote y una mochila con diversas armas, y las tijeras; todo lo ha vaciado ella... diciéndome:
¡Te lavaré la bolsa!
Ha caído también un gran montón de billetes en el suelo, se los he regalado a ella, pero le he dicho:
¡Ser prudente! Y no gastes más de lo habitual, o levantará sospechas. Por detrás, con una bandeja tremenda con de todo, he entrado en la casa, he puesto la mesa; eso olía que te mueres.
He llenado la mesa de cosas riquísimas, cuando ha salido de la ducha, y ha visto la mesa; se ha girado. Jamás vio tanta comida junta y tan riquísima, se le ha caído hasta la toalla; quedándose desnuda.

¡Vaya cuerpo que tiene ella! Como no me ve, ni se tapa siquiera, nos hemos sentado y hemos comido como reyes. Ella me ha preguntado:
¿Te quedaras a dormir en casa?

 - Yo le ha dicho: Bueno, no tengo donde dormir.
Me ha dicho: Tendrás que dormir conmigo, no tengo más camas.
- ¡Si vale!
La verdad es que yo no me fiaba mucho de ella; pues una mujer que tiene relaciones con muchos, las enfermedades están al día. Ella me dice:
Yo tomo precauciones en las relaciones, por si quieres algo, te lo daré con gusto.

 Bueno, nos íbamos a la cama, cuando ha salido la mayor. 
- ¡Mamá tengo hambre! No he comido nada, desde esta mañana.
Cuando ha visto tanta comida, que hay en la mesa, ha dicho:
¡Mamaaa!
- ¡Anda hija! ¡Cómete lo que quieras! Y apaga la luz y te acuestas.

Ella se ha metido en la habitación, y se ha acostado. Ella es tan hermosa y huele maravilloso; está para comérsela, y la verdad es que me la he comido toda.

Al amanecer he recogido todas mis cosas, y me he largado, a seguir con mi historia. Le he escrito una nota, de agradecimiento por esta noche de calor, y de amabilidad.

He seguido jodiendo a los mafiosos, llevo la mochila a rebosar de dinero. He pasado por un suburbio, jamás pensé que hubiera tantos indigentes allí. He ido repartiendo diez billetes a cada uno, sin que se den cuenta.
Una madre que pasaba con tres hijos para el colegio, he jugado con ella un poquito; he puesto diez billetes de cien dólares en el suelo, ella al verlo... ¡Madre mía! 
Qué cara mirando, hacia todos lados, se ha tirado de boca al suelo, cogiéndolos y guardándoselos sin mirar siquiera.

De pronto, al levantar la cara, le he dado un beso en los labios, se ha quedado de piedra; ha dejado a los niños en el colegio.  Y se ha marchado a casa asustada por tener tanto dinero. 
Me ha hecho mucha gracia, un hombre que pasa por mi lado, le he metido en la chaqueta un montón de billetes. También este se ha creído que se ha enganchado con algo la chaqueta, se ha metido la mano en la chaqueta sacando cantidad de billetes, ha dicho: 

¡Madre mía, de mi alma! ¿Qué es esto? Ha salido para su casa, también que se las pela, ya tiene el sueldo ganado. Me he escondido detrás de unas cajas, con una abertura delante; y he llamado a un chico que hay aquí enfrente. 

¡Niño! Eh h... ¡Ven! ¿Sí?
 Aquí en las cajas estas... mira, tengo este montón de sobres. Si los repartes por todos los buzones del barrio, te doy cincuenta dólares... ¿Qué me dices?
- ¡Sí! ¡Sí!
Pero te diré una cosa: Si encuentro algún buzón sin sobre, no te daré nada. ¿Vale?
- ¡Sí! ¡Sí!
Bueno... mira, te subiré a cien, dólares, hace.
¡Te espero aquí a las dos! ¿Vale?

Mientras haré algunas cosas por la ciudad, así ha pasado el tiempo; más me acordé del experimento militar, me he dado cuenta de que esto, es peligroso para la humanidad. Tengo que sabotear esto, ya son las dos, ha llegado el chico... le he dado el dinero.
¡Mira, me tengo que ir! Pero tengo esta caja llena de sobres, te llevará algún tiempo repartirlos. ¿Estás dispuesto?
- ¡Sí! ¡Sí, lo haré!
Pero el último sobre, será para ti... este tiene una equis grande escrita; lo cogerás, es el último. ¿Vale?
- ¡Sí... gracias!
¡Bien muchacho! ¡Serás un campeón!

He cogido un avión para Rusia. He entrado en el laboratorio, y he puesto tantos explosivos, que cuando esto eche a andar por la mañana, la explosión se oirá hasta en España.
He puesto cargas por todos sitios, no sé qué pasará con estos hombres, pues ellos sí dependen de las máquinas para vivir así. 
Que me largo de esta ciudad corriendo, a la mañana... la explosión ha sido tan grande, que el temblor de tierra ha supuesto de un Terremoto en la escala cinco de Richter.

Ya han muerto algunas personas, pero esto era muy peligroso para el mundo. Lo que yo no sabía es que, de alguna manera, yo también estaba conectado a ellos. 
Paseando por la calle me he ido transformando, estoy normal... y con muchísimo dinero en la mochila. He vuelto a casa y hoy vivo como una persona como cualquier persona. 
He visitado a mi vecina, y me he encontrado que tiene un niño de cinco años, pero está viviendo con otra persona...(Eso me ha dicho)
¡Te he esperado mucho tiempo! Creía que te había pasado algo, pues... ¡Nunca me llamaste!
- La verdad es que lleva razón, el tiempo ha pasado volando.
¿Ya no te pones invisible?
- ¡No! ¡Ya no!
¡Ahhh... pues así, sí que me ponías!
- Bueno, quién sabe, a lo mejor algún día. ¿Y este quién es?
- ¡Este es tu hijo!
¿Mío? ¡Vaya! ¿Cómo se llama?
- Juanito.

¡Ohhhh! ¡Es precioso!
Mi pareja está en paro, y se queda con el niño.
- ¿Pero lo quiere?
En un principio sí, pero discutimos mucho. Él no se quiere quedar con el niño.

- ¿Y por qué no lo dejas?
No lo dejó, porque tiene un carácter muy violento.
- ¿Pero te ha pegado?
¡No! Pero si me asusta un poco.
- ¡Lo siento! Pero mi niño, no se quedará con un gilipollas. ¡Échale!
Está acostado
 - ¡Échale!
Me tengo que ir a trabajar.
Lo ha llamado para que se quede con el niño, se ha liado a darle voces.
He cogido mi porra favorita, y no me lo he pensado nada, le he roto la espalda y le he dicho:
¡Yo soy el padre del niño! Si te vuelvo a ver en esta casa... ¡Te mato!

Ha salido corriendo, que se las pela. Ella me ha dicho:
¡Pero tú estás loco! ¿O qué?
- ¡Yo me quedaré con el niño! Y tú te irás a trabajar.
¡Lo que me faltaba! ¡Otro que no trabaja!
- Anda ven dame un beso... ¿Vale? Nos casaremos si tú quieres. Tenemos que dar los apellidos al niño, ¿Vale? Mira cielo... ¡No vas a ir más a trabajar!
-¡Ahhh sí! ¿Y de qué comemos?
¡Lo verás! ¿Sabes a donde vivo?
- ¡Sí!

¡Bueno! Toma las llaves, abres y verás lo que te encuentras, pero no vayas a gritar; que los vecinos están muy sensibles.
- ¡Vale!
Ha bajado para la calle y va, para mi casa. Cuando llegue verá, que toda la casa está llenita de billetes, por todos sitios. Chillará seguro, así mismo ha sido el chillido... pues se ha oído hasta en comisaría. ¡La madre que la trajo! 


Me he asomado por la ventana, y viene pegando saltos y chillidos; ha subido cuando ha abierto la puerta, ha encontrado al niño flotando en el aire.
Me he acercado a ella, y le he dado un chupetón en la cara. Ella se ha enganchado a mí, y los tres en el suelo revolcándonos...es un amor y nos querremos.
 ¡Esto será así, para siempre!


- Fin -

Enrique Nieto Rubio
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Silvia  Regina Cossio Camara.