y
Quiero contarte un sueño,
un sueño de madrugada,
donde mandaban los besos,
besos tiernos, y entre baladas.
Que tú eras mi princesa,
una chica enamorada,
rebosante de alegría,
y sexy, entre miradas.
Yo te decía, te quiero,
tú besos que me dabas,
relucían los luceros,
entre suspiros de almohada.
Soñaba que me mercías,
entre tus encantos, y sin nada,
mientras mis manos
acariciaba tu piel, y tú me mirabas.
Solo eran alegrías, pasiones
y que sé yo, como si de un cuento,
salineras, entregándome tu corazón.
Era, un sueño de primavera,
con flores por todos lados,
reluciente, y muy hermosa,
corrías por este prado.
Forrado de margaritas y amapolas,
y que sé yo, era un manto,
de flores bellas, rodeándote con, pasión.
Revolcándote, en el suelo,
y flores blancas a tu alrededor,
yo corriendo detrás de ti,
deseando de tenerte,
tú reías como una niña,
que no conseguía tenerte.
Tú me alargabas la mano,
mirándome hacia atrás,
tirándome mil besos,
y yo ya no podía más,
y te decía: te quiero,
te quiero, de verdad.
Cuando quisiste,
en tus brazos, yo caí,
revolcándonos entre flores,
tú me hacías muy feliz,
Diosa de mis amores.
Reina de mi sentir,
quiero vivir contigo
y que siempre, me hagas feliz.
Lástima que fuera un sueño,
y no fuera realidad,
solo espero esta noche,
volverte contigo a soñar.
Pues soñándote, soy feliz, soñándote,
de verdad, esperando que los sueños,
se hagan por fin realidad.
Besos a todas, y abracitos a todos,
que tengáis lindos sueños,
como los míos o mucho más.
de Enrique Nieto Rubio,
derechos reservados.
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