Mi querido diario, la tristeza de Enricostro. cap. XIII.
Ya, hoy la tristeza nos inunda, Mariela está muy mal, tiene una depresión de caballo, y no se quiere levantar.
Intento reconfortarla, y no me responde, me he echado a su lado y no para de llorar, me dice que la odia que es muy mala.
Cierto es que Mari no ha vuelto por aquí.
A sí, que del niño me encargo yo y del bar,
han pasado varios días y sigue lo mismo.
Más no sé qué puedo hacer,
Iré a hablar con el compañero Juan.
He llegado al bar, Juan, he pensado, que como Mariela está muy mal, de llevármela a España, a ver a sus padres, tú te Harías cargo del negocio unos días.
Bueno, su respuesta ha sido sobrada, que sin problemas y que la chica nueva Rafia también le ayudaría.
Bueno, pues fantástico ¡Juan, iré a sacar tres billetes de avión, gracias, amigo.!
He llegado a una agencia que está aquí, al lado y ya tengo los billetes que salé esta tarde a las siete y media.
¿No le diré nada, a Mariela, hasta que lleguemos, y así no la estresaré más?
Enrique Nieto Rubio.
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