Mi querido diario, como te he escrito, los problemas nó vienen solos, he visto al novio de Mariela en la esquina del bloque,
no me fío mucho de él, pues hay varios tipos más por la calle, y muy forzudos. Me da que vienen a Por mí, o a por ella. Y estoy algo asustado, no por mí, sino por Mariela y el niño.No voy a esperar, que pase lo peor.
Soy cinturón negro, aprendido en el ejército, fuerzas especiales de infantería, en el Cuartel de LEPANTO 2. ¿En secreto? Creado por el teniente coronel La Portilla.
Solo éramos unos treinta, de la misma compañía, y estos no saben con quién se la juegan.
He salido por la puerta del patio del bloque, lo he tomado por la espalda con una llave, que no se puede ni mover.
Le he dicho:¿qué haces aquí, sé que estáis tres y te digo, que si me provocáis, o me entero de que te acercas a Mariela, os mando al hospital y después tendrás un billete a la morgue?
Quieres probarlo sí, tienes cojones, llámalos, mira te suelto y me pongo en medio.?
¿vamos valiente.?
Alzó la mano para que vinieran, y de un salto le rompo el brazo, seguro que por tres sitios.
Chillaba en el suelo, como un cochino, los otros sacaron unas pistolas, así que cogí a este y lo puse frente a mí:¿venga disparar, él caerá y lo habréis matado ustedes?
O, nos liamos a hostias y veremos quien gana sí,
a si soltaron las pistolas en el suelo y nos liamos a golpes yo me lleve unos pocos, pero mi cuerpo estaba entrenado para aguantar esos y muchos más.
Bueno, se llevaron la paliza del siglo, quedando todos en el suelo:¿ves, te lo dije, ahora que, te mato para que nos dejes en paz?
o te dejo lisiado para el resto de tu vida?
Él, me suplicó que no, que nos dejaría en paz, para siempre.
Ya jamás volvieron a molestarnos.
El jefe de Mariela, como es muy mayor, va a poner el bar en venta,
Mariela, como lo conoce muy bien, pues él, siempre la respetó y la trató como a una hija, nos ha traspasado el bar, así que trabajaremos codo con codo, y meteremos a alguien más para estar nosotros más sueltos, y pasear con nuestro niño.