sábado, 28 de mayo de 2022

Mi Querido diario de Enricostro. cap. II

  Mi querido diario,

hoy te vuelvo a relatar esta historia tan triste para mí.
Hace varios días que mi esposa se ha enterado de que tengo un hijo   no me lo ha perdonado, pues no sé cómo se ha enterado, pero me ha echado de casa.
A sí que me veo en la calle durmiendo en mi coche, y me ha pedido el divorcio inmediato,
así que mi vida está hundida.
He decidido enterarme dónde está Mariela con mi niño.
Y he decidido marchar a casa de su madre,
pero muy enojada me ha dicho que se lo comunicara a su hija a ver qué le dice.
Que vaya este miércoles próximo.
Bueno, por ahora tendré que esperar, pues espero y me acoja, si no no sé qué voy a hacer.
Bueno, me iré a un hostal, pues mi sueldo es normalito y esperaré a allí, después de una ducha que me hace mucha falta, pues este estrés me hace sudar mucho, hasta la próxima... A ver qué me contesta, que lo veo muy difícil.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos reservados.

Mi Querido diario, El rechazo de Enricostro, cap .III.

 El rechazo

querido diario, esta mañana, he ido a casa de la madre de Mariela,
para que me dé su respuesta.
He llamado a la puerta, y la madre de Mariela me ha dicho: 
¡pasa siéntate, quieres tomar un café!
¿no gracias no se moleste?
Bueno Enrico, ¿no son buenas noticias, pues Mariela no quiere ni verte, además que tiene novio y me ha dicho que no y que no te diga dónde está.?
A mí se me empañaron los ojos, sin saber qué decir,
Al volverme encima de un pueblecito de entrada, vi las señas de ella y las memoricé.
Abrí la puerta sin más, pues aquella buena señora nada tenía que reprocharle.
Vive en Caracas, Venezuela.
Bueno en el otro lado del mundo, madre mía, no sé qué voy a hacer,
El caso es, que también me han despedido del trabajo y estoy tocado y hundido, así que terminaré en el paro con una pequeña, liquidación de doce mil euros. Todo me ha salido mal, no sé qué voy a hacer.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos reservados.

Mi Querido diario La partida de Enricostro. cap. IV.

 Mi, querido diario, he decidido tomar un avión e irme a Caracas,

con todo el dinero que me han dado, ahora mi es mujer no me ha pedido nada, pues dice que no quiere nada mío.
Cuando llegue, veré si puedo invertir mi dinero en algún negocio,
pues quien sabe, a lo mejor se me da muy bien.
Yo he sido camarero, y quizás ponga un bar o cafetería, no sé todo, ahora es un sueño.
He pasado unos días, muy malos, solo pensando en ella y en nuestro hijo, veré como le va.
En poco más de doce horas, he llegado a Caracas,
He buscado una pensión, pues he llegado agotado.
Hoy ya me encuentro mejor, y he decidido coger un taxi y me ha llevado hasta la misma puerta de su casa.
Son las siete y media de la mañana, la he visto salir del portal, la he seguido y tres calles más arriba, ha entrado en un bar.
Yo he entrado a continuación, y me he sentado en una mesa, he pedido un desayuno completo, café y tostadas, mientras la vigilo.
Ha entrado dentro del bar, pues se ve que trabaja aquí.
Me ha traído el desayuno, bueno, no me ha reconocido, pues ahora tengo una barba bien recortada, y cierto es que me veo guapísimo.
Le he visto su cara, y está bastante demacrada, y parece que le han dado una gran paliza.
Me he quedado sorprendido al verla.
La he esperado fuera, son las diez de la noche y ya salé,
pero hay alguien que la espera.
Le ha pedido el dinero, y ella no se lo quiere dar, la está golpeando, en el portal de la casa, y eso no lo puedo consentir.
Así que me he tirado encima y le he dado tantos puñetazos, que ha quedado reventado en el suelo, y perdí el juicio, pues no sé cuántas patadas y pisotones le he dado, que creo que lo he matado, pues también ha dado con la cabezota en el bordillo, así que ella ha salido corriendo, para su casa, yo me he largado de allí.
He entrado en mi pensión, he comido y ahora estoy escribiendo lo que me ha pasado.
Estoy agotado y mañana será otro día.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos reservados.

Mi Querido diario, El encuentro de Enricostro. cap. V.

  El encuentro de Enricostro.5

Mi querido diario, hoy he decidido verla, pues para eso vine y no me iré hasta tener respuesta.
me he afeitado para no asustarla, es domingo ella está en casa.
Son las doce del medio día, he llamado al timbre,
¿quién es?:
¡soy yo Enrico de córdoba, me recuerdas, quiero hablar contigo!
Me ha abierto la puerta. He subido por el ascensor.
¿Pasa, me ha dicho:
cómo te has enterado donde vivo.?
Tu madre no me lo quería decir, pero cuando salía, vi una carta tuya, y memoricé las señas, espero y no te enojes, ¿no quiero hacerte daño, sabes, pues aún te quiero mucho.?
Bueno, tenía al chico en los brazos,
en broma le he dicho: ¿este es tu amante verdad, ella se ha echado a reír, bueno al menos me ha tratado bien.?
Me ha contado, que ayer golpearon abajo a su novio, que ya no quiere ni verlo, que le ha golpeado varias veces.
Yo le contesté: si fui yo, al ver que te golpeó, como está:,
¡bueno, está en el hospital, con muchos huesos rotos, pero no es muy grave, aunque la policía te busca!
¿bueno tú no dirás que he sido yo verdad?
¡no me has hecho un favor, es un idiota!
¿Y tú, cómo estás?
¡Yo estoy bien bueno tirando!
¿y este granuja como está, qué guapo es, puedo cogerlo?
¡si claro, si eres su padre!
¿Cómo se llama?
¡como su padre!
Que bien que olía mi niño, daban ganas de comérselo.
Ella me preguntó:¡qué vas a hacer!
¿Me gustaría, quedarme contigo, si tú quieres, claro?
¡vale, tengo un cuarto aquí, te vale!,
¿si gracias?
¡Pero mañana, me levantaré temprano, para irme a trabajar, te harás cargo del niño, mientras!
¿sí, no te preocupes, no te arrepentirás?
bueno, hoy lo he escrito, desde mi nueva habitación, mañana iré a por mis cosas al hotel, cuando esté mi chica.
Enrique Nieto Rubio.
Derechos de autor.