viernes, 21 de junio de 2024

..Hotel de Enricostro, episodio n2(novela)

  

José, como todos los días, era muy puntual, así que el siguiente no fue la excepción; llegó frente al hotel a la hora acostumbrada y se sentó en su bordillo... tal cual hacía siempre.

El conserje, cuando lo vio, lo llamo:
¡José, José.! Ven por favor!
-Si dígame... qué necesita?
*Ayer no te pagué por ayudarme en el trabajo, así que toma diez dólares.
- Muchas gracias, señor.

Luego de nuevo, el muchacho se devolvió a su bordillo, y así transcurrieron dos días más; en los cuales su corazón latía aprisa, cuando veía a la chica salir del hotel... más ella, nunca lo vio, ya que inmediatamente subían a la limusina y partían a trabajar.

Al tercer día, don Antonio llamó a el conserje y le dijo:-Por favor, podría usted decirle, al chico que está frente al hotel, que suba un momento?,
*¡Sí, señor, ahora mismo!
El conserje salió a la calle y lo llamó:
¡José.! ¡José ven!
¿Recuerdas a la habitación a donde subiste las maletas?
*¡Si señor!
-Pues sube, que el hombre quiere hablar contigo.

El chico emocionado subió corriendo y llamó a la puerta. Don Antonio abrió, y le invitó a sentarse por un momento, y le dijo:
*José ¿Sabes por qué este hotel se mantiene casi sin huéspedes, siendo que es precioso y está en un buen sitio?
-El chico contestó que no sabía... expresando que lo único que le llamaba la atención, era, generalmente, los turistas que llegaban, se iban al siguiente día... y otros más el mismo día de su ingreso... más desconocía el motivo.

Don Antonio prosiguió:
*Esto que te diré, te pido, no lo comentes con nadie; pero en realidad lo que sucede, es que el servicio es pésimo. Solamente hay dos empleados; una mujer y el conserje. Para que este hotel se desenvuelva correctamente, tendrían que contar con más personal, pues como te comenté, el servicio es malo.
Nosotros nos marcharemos mañana, pues las chicas se quejan de que la comida es horrible, además se les ha perdido ropa. En lo personal, te comento que deje mi cartera en la mesita, y me han sacado cien dólares; y esto me ha colmado la paciencia; pues es un hotel de ladrones.
El chico no sabía cómo responder, así que no dijo una sola palabra... se encogió de hombros aparentando que no le importaba. No obstante, el chico lamentaba profundamente la noticia; pues desde que conoció a la joven, que tan amable y cariñosa fue con él, no podía apartarla de su mente. Toda esperanza de encontrar la forma de llegar a ella, había muerto.

Don Antonio se percató que José, no le estaba prestando atención... estaba ensimismado en sus pensamientos; así que le preguntó al chico: me estás  escuchando:


*José... José... te encuentras bien, o es que acaso tienes un problema?
-Lo siento, señor, ¿no me sucede nada; solamente me distraje por un momento?
*Bueno, como te decía, nos vamos decepcionados del hotel, pero tú has sido el único que me ha demostrado, ser un chico honesto; así que si estás disponible, espero estés mañana por la tarde presente, para ayudarnos...

 

¿Estás de acuerdo?

-José, sin dudarlo por un momento, categóricamente dijo que sería un honor, trabajar de nuevo para él.

*No creo al ciento por ciento, que te agrade trabajar solamente para ver mi carota. ¡Jajajá!
Tú has conocido a algunas de mis chicas modelos... ¿Pero me preguntaba si te han parecido hermosas? 
*¡Jajajá señor! ¿Que si me parecen hermosas? ¡Claro que son preciosas! Sobre todo Anita.

En ese preciso momento, salía una de las chicas del dormitorio, en ropa interior... exclamó:
-¡Hombre José! Tú sí que eres un hombre escurridizo... pues estabas completamente desaparecido. 
¿Cómo estás, amigo?
El chico apenas podía creer en su suerte... pues era Anita, la chica que con anterioridad le había dado dos besos, y por quien en las noches, difícil, se le hacía conciliar el sueño... la chica lucía maravillosa.
José, quien había perdido hasta el sentido por ella, nervioso respondió:
*¡Muy bien, gracias...es un gusto volverte a ver! 
Se sentía tan absorto, que al saberse incapaz de continuar con la conversación... acto seguido, simplemente se despidió y ella alargaba su mano acariciándole la cara.

Cuando José bajó a la primera planta, el conserje le preguntó:
¿Qué te ha dicho don Antonio?
*No me dijo nada importante, solamente que mañana se van y me pidieron que los venga a ayudar... Bueno, claro está... si es que tú no tienes inconveniente.
El conserje le dijo que no había problema, y que lo esperaba al día siguiente.
El chico salió del hotel, y se fue al frente, para seguir sentado en su bordillo... Desde él, arribo, veía a don Antonio y las chichas por las ventanas.; su necesidad de mantenerse en el lugar, era mucho más fuerte.

Ese día se retiró más tarde de lo usual, con la esperanza de volver a ver a Anita salir; más esto no sucedió.
Continuará...

*Enrique Nieto Rubio*

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