domingo, 15 de julio de 2012

..La princesa de Sandargar de Enricostro. (cuentos)



Sandarga es un pueblo de la región de Balikesir Ili, está situado a una altura de 866 metros sobre el nivel del mar; allá en los Andes en una hondonada, donde solo había un paso estrecho, pues todo estaba rodeado de montañas llenas de nieve.

En ese lugar existía una aldea hace muchísimos años atrás; este pueblo estaba rodeado de muros altísimos y contaba con solo una entrada. Existía siempre mucha armonía con sus vecinos lejanos, sin embargo este pueblo se moría de hambre .

El rey hizo un pacto con los dioses a cambio de riqueza y comida para su pueblo. Una vez al año se abrían las puertas para el paso de mercaderes que traían ropas y enseres, a cambio de sal; la que recolectaban las mujeres en un profundo pozo en el centro del pueblo...pero las viejas leyendas cuentan que el mismo no había sido creado por persona alguna.

Algunos dicen que fue un rayo que vino del cielo, provocando un espantoso trueno que formó dicho pozo; más los antiguos decían que el viejo rey ofreció a su hija...una princesa en sacrificio; para que con su virginidad calmara la ira de los dioses.

Se cuenta que la princesa tenía dieciséis años; una niña preciosa de cabellos dorados, ojos azules y de piel algo oscura...bella y delicada como las esmeraldas.

Las personas del pueblo, al ver que su padre el rey había hecho ese sacrificio, con el fin de que su pueblo tuviera comida, llegaron a adorarlo como si de un gran padre de todos fuera.

Ellos fueron testigos de cómo la princesa resignada, ataviada con un vestido blanco, posaba encima de aquella roca en forma de cama amarrada, con los brazos en cruz. Hasta su muerte o mejor dicho, hasta que los dioses bajaran por ella; en pocas horas moriría de frío.

El rey con lágrimas en los ojos, se consolaba pensando que todo dolor valdría la pena, pues era para obtener el sustento del pueblo...bueno y así parece que sucedió.

En la noche la princesa ya no estaba, había desaparecido; los dioses la buscaron por todo sitio y al no encontrarla montaron en cólera y provocaron este rayo infernal.

El rey jamás supo de su hija desde entonces, las mujeres necesitaban bajar por sal a este pozo profundo; por lo que con el tiempo, se fueron formando unas escaleras a todo su alrededor.

Un día, conforme iban bajando las mujeres, una de ellas escucho llorar a una chica...y preguntó:

- ¿Quién eres y por qué estás aquí?
Soy la princesa Sasaco...mi padre me ofreció en sacrificio a los dioses.

- ¿Y Por qué lloras?

Mis lágrimas son el producto de la sal que vais a recoger.

Las mujeres se compadecieron, pero igual llenaron sus canastos de esa sal pura y virgen, que provenía del centro de la tierra... Cuando llenaban sus canastos, los posaban en sus cabezas y subían...así durante todo el día hasta el anochecer.

Antes de retirarse la mujer le preguntó a la chica:
- Princesa ¿No vienes con nosotras?

- No puedo los dioses me tendrán aquí para siempre... pero tenéis que prometer que no diréis nada de mi afuera; si se entera el rey, la sal que sustenta el pueblo desaparecerá.



- ¡Ohhh! ¡Lo siento mucho!

- ¿En qué podemos ayudarte?

Si puedes, agradecería que puedas traerme alimentos todos los días...con eso estaré bien.


Pronto entre las mujeres se comenzó a comentar la triste historia...más nada podían hacer, así  que continuaban bajando, una y otra vez por la preciada sal...todo el día

En la noche la luna iluminaba el centro del pozo, y la princesa lloraba y lloraba. A la mañana siguiente, una gran cola de mujeres, se disponían a bajar...pues todas estaban deseando ver a la princesa.
La princesa charlaba entusiasmada con todas las mujeres del pueblo, participa de sus juegos y se reía mucho con ellas durante el día; pero por la noche en su soledad, y con la luna de amiga...lloraba por su tristeza y desolación para así, crear más sal.

Con el tiempo la confianza entre la pequeña princesa y las mujeres se había consolidado, y cada vez que se veían se abrazaban...para luego continuar con la extracción de canastas de sal.

El rey tomaba en sus almacenes toda la sal del pozo, pues toda le pertenecía a él; y cuando se la vendía a los mercaderes, el rey le pagaba a cada mujer el dinero justo por su trabajo.

Los hombres del pueblo también iban vendiendo la sal por otros pueblos, y entregaban al rey el dinero ganado...y luego este también pagaba el salario justo a cada uno de ellos.

Así todo marchaba perfecto...pues lejos estaba de imaginar el rey, que se encontraba montado en riqueza, gracias al dolor y lágrimas de su hija.

Años después muere la reina y una de las chicas que bajaban al pozo se lo contó a la princesa.

- Sasaco tu madre ha muerto...y dicen en palacio que, desde que tu te fuiste no dejo de llorar por ti.
Sasaco exclamó:

¡Pobre madre...era tan buena!
Acto seguido se echó a llorar... la amiga intentó consolarla sin poder conseguirlo. La princesa se metió en una caverna oscura que había en el lugar y no volvió a salir en todo el día.


Las mujeres continuaban bajando en silencio y apenas se alcanzaba a escuchar murmurar a las mujeres diciendo:
- ¡ Lo siento!

Durante todo ese día, el cuchicheo entre las mujeres del pueblo fue inevitable; y un chico de diecisiete años...hermano de una de ellas, de tanto escuchar las historias de la infortunada princesa así como de su carácter tan dulce...se fue enamorando de ella.

Un día este chico, quién tenía una linda relación de complicidad con su hermana pequeña de ocho añitos; y por ende quién lo mantenía al tanto de lo que escuchaba conversar a sus hermanas mayores...le dijo:
- Hermana sabes? Estoy enamorado de Sasaco.
- ¡Ummm!..¿Qué sabes tú de amores y menos de Sasaco?
- ¡Ah! Pues todo lo que necesito saber... y quisiera conocerla.
- Pues tú no puedes bajar al pozo de sal; para los hombres está prohibido y tu los sabes.
-Bueno...y si le dices, que yo la quiero?
- No sé...ya veré si le digo.
La pequeña después de pensarlo mucho, decidió bajar con su hermana mayor al pozo y ya en su interior la llamó:
- ¿Sasaco dónde estás?

Sasaco al escuchar una voz nueva y de alguien tan pequeña, salió de las sombras y preguntó:
- ¿Quién eres?
-Me llamo Sasa.


-¡Ahhh! ¿Qué quieres?- He venido con mi hermana, pues quería conocerte.
- ¡Que dulce de tu parte! Ven siéntate a aquí conmigo y cuéntame el por qué de tu interés.

- Pues sabes, mi hermano está enamorado de ti.

-Ajájájáj! Es imposible...¿De dónde me conoce?

-Bueno creo que de oírnos a mí y a mis hermana, porque él se escondía para escuchar todo cuanto decíamos de ti.
La princesa preocupada respondió: ¡Os dije que nadie debería enterarse de este secreto!

- ¡Lo siento! Más no debes preocuparte...mi hermano no dirá nada...y te dejo, porque se hace tarde y nos tenemos que marchar ¡Hasta pronto Sasaco!

- ¡Adiós pequeña Sasa!

Desde ese día Sasaco empezó a pensar en el chico, soñaba incluso con él y se estaba enamorando; pues la hermanita todos los días le hablaba de él...y luego le comentaba al hermano todo cuanto había compartido con la princesa.

Era como un amor platónico, ya que sin conocerse... parecía que se conocían de toda la vida.
La princesa se cansó de solo soñar con el...deseaba salir y no podía...así que su corazón lloraba por el.
Un día el rey quién ya era un anciano y apenas podía caminar...se enteró de que su hija estaba en el pozo, y se enfadó muchísimo.

Mientras tanto en un pueblo vecino, la gente pasaba hambre... y decidieron robar la sal de Sandargar, y para ello enviaron un ejército de hombres.

Entraron al palacio por la noche para robar, llenando infinidad de sacos con sal... el rey al escuchar ruido salió; y una flecha maldita le alcanzó de lleno. El rey cayó al suelo y como pudo bajó las escaleras de la torre, y arrastrándose logró salir del palacio....así llegó hasta la entrada del pozo y decidió bajar.

El ruido de las piedras que caían al fondo del pozo despertaron a Sasaco...está sobresaltada se levantó y preguntó:

- ¿Quién anda allí?
- A lo lejos se escucho una voz de hombre que sollozaba:

-¡Hija, hija! ¡Hija mía! ¿Donde estas?
Sasaco se incorporó rápidamente y caminó hasta media profundidad..luego llamó a su padre.
- ¿Padre?
- Si hija...¡Aquí estoy!
- ¿Padre que os ha pasado?

Hija me han herido de muerte...y necesitaba decirte que lamento haberte entregado en sacrificio...¡Jamás imaginé al suplicio que te estaba condenando!

-¡Por favor perdóname!

La princesa no tuvo tiempo de contestar...pues de pronto su padre se desplomó y cayó rodando hasta el fondo del pozo"ya  muerto."


-Ella con el corazón roto y enfurecida, pidió venganza a los dioses y estos le dijeron:
-Tú puedes salir, pero el rey se quedará aquí para siempre.

La princesa trató  de salir de día...más no pudo, ya que la luz del sol cegaba sus ojos...así pues espero hasta entrada la noche.
Se dirigió a una de las primeras casas y llamó a la puerta.

-Alguien preguntó:

-¿Quién sois?

¡Soy Sasaco! Abridme por favor!

Abrieron la puerta....-¿ Sasaco Qué hacéis aquí ? preguntó una mujer.

¡Mi padre ha muerto! Lo han matado para robar la sal, y yo no puedo salir de día; porque la luz me daña la vista.

En ese momento se levantó otro miembro de la familia...quien por casualidad era el chico de sus sueños.

Tomando su mano...preguntó:

- Sasaco ...¿Eres tú?
- ¡Sí! ...¿Eres tú, el hermano de Sasa?

- ¡Si yo soy! Seguidamente la abrazó y reconfortó.
El chico llamó a su pequeña hermanita:
-¡Sasa! ¡Ven! ¡Mira quién está aquí!

Sasa se levantó restregándose los ojos...pero cuando escuchó de quién se trataba salió corriendo y al ver a Sasaco la recibió feliz y con un fuerte abrazo.

Sasaco, explico a toda la familia lo ocurrido; y dieron la alarma en todo el pueblo.

A la mañana siguiente, mandó a tocar las campanas de la iglesia para una reunión, general de todo el pueblo.

En la plaza Sasaco se presentó con una venda en los ojos, y se pronunció ante todo su pueblo diciendo:
- Todas las mujeres me conocéis, y para los que no me conozcáis... les diré que yo soy Sasaco; la princesa y ahora su reina.

-¡Han invadido el palacio para robar la sal, y el rey mi padre así como, los de la guardia real han sido asesinados!



Os hago un llamado para convocaros a la lucha; pues sé que volverán para robar el pan de todos.
¡Si estáis de acuerdo les tendremos una emboscada hoy por la noche!

- Todos estaban indignados y alzaron la mano pidiendo venganza...y vitoreaban a su nueva reina.
-¡Por la reina!
-¡Viva la reina!

Cogieron las armas y al anochecer se escondieron.

Los invasores habían hecho un agujero en el muro y por allí entrarían, pero esta vez los estarían esperando. Y así fue, tan pronto ingresaron, se les echaron encima...matándolos a todos como miserables pulgas.

Fue suficiente una batalla para ganar la guerra...noticia que rápidamente corrió por los alrededores; al punto que nunca más nadie se atrevió a robarles y atacarles de nuevo.

Los jóvenes compartieron hermosas tardes de romances y amor, hasta que se llegaron a conocer muy bien.

Semanas más tarde, Sasaco bajó al pozo; y le pidió a los dioses permiso para casarse con el chico.
Ellos respondieron:

- Si puedes y necesitas casarte con este chico; porque así este pueblo seguirá teniendo un reino.

Os casareis frente a la boca de este pozo, y así tendrás nuestra bendición.

-Si, si...así lo haremos. ¡Gracias Dios mío!

Sasaco corrió hasta el palacio para prepararlo todo. En la casa de su amado, se abrazaron, celebraron y besaron todos.
La reina Sasaco le explicó a todos en el pueblo, lo que se iba a hacer. Y el chico al enterarse de que sería posible unir sus vidas, la beso con tal pasión, que cualquiera en su lugar hubiese quedado en cinta.

Se casaron y fueron felices para la eternidad. El pozo nunca dejó de dar millones de quintales en sal; siendo este reino el más rico de toda la comarca.

La reina en su sentido de humildad, viajó hasta los pueblos más pobres; para fomentar las relaciones y dar bienestar a sus ciudadanos...hasta crear unos de los imperios más grandes y de riqueza sin igual.



- Fin -
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados* 
Colabora en imagenes,
 Silvia Regina Cossio Camara.

sábado, 14 de julio de 2012

..En el huerto de Enricostro.



En una frondosa higuera
un buen higo me comí,
y tanta fue mi alegría,
que otro cogí, sin espera.



Mientras su piel la quitaba,
a ese higo tan rico,
su leche le goteaba,
por la punta de su pico.

Como con ganas me quedé
de frutas no saciado;
a un manzano yo trepé,
apostándome en su brazo.



Una manzana tomé,
roja como el carmín;
mientras le hacía mi mito,
le daba bocaditos
y entera me la comí.



Ella decía que sí,
que la comiera toda entera;
pues corta fue la espera,
de dos bocados la comí.

¡Qué alegría que me dio!
Que hasta lágrimas salieron;
suspirando me fui yendo,
para otra cosa comer.


En mi porche me tumbé,
en mi tumbona favorita;
que en su lona fresquita,
a la parra yo miré.


Pues se me abrieron las alegrías,
cuando hermosas uvas divisé;
pues le di con la escoba,
y un buen ramo yo tomé.


Las comí...de una en una,
hasta más y no poder;
me quede relajado,
en mi tumbona del placer.
Pues durmiendo me quedé,
hasta tarde despertar;
y se me hizo la noche,
y con ganas de tomar.
Una cerveza fresquita,
la tomé de un tirón;
pues con tanta fruta, amigos,
la sed se disparó.


Enrique Nieto Rubio
<Derechos de Autor>
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

viernes, 13 de julio de 2012

..La civilización perdida, las personas de cristal de Enricostro.


En una gruta secreta cerca del Machu Picchu, he descubierto una civilización perdida.

La historia de estos seres es de hace cien millones de años, que data desde que un meteorito grandísimo destruyó la vida en la tierra por completo.

Cuando sus ojos vieron ese resplandor tan tremendo, quedaron cegados para siempre; murieron casi todos; y los pocos que consiguieron vivir, lo hicieron arrastrándose como pudieron, con sus cuerpos quemados por la expansión de luz, y jamás salieron del fondo de la tierra.

Se fueron adaptando al clima de las entrañas de la tierra, comían raíces y lo que podían... y las nuevas generaciones eran ciegas de nacimiento.

Con el paso de los siglos, construyeron una gran ciudad dentro de la tierra, y todo aquel que osa subir a la superficie, muere calcinado por los rayos del sol... pues los cuerpos, al contacto de la luz, se secan inmediatamente.

Las personas no utilizan indumentaria alguna, ni nada de eso; solamente collares. Sus cuerpos quedaron transparentes desde entonces, viéndose todos sus órganos internos.

Sus corazones se ven latir perfectamente y se observa cómo sus pulmones se expanden con la respiración...es hermoso el funcionamiento del cuerpo humano.
Su piel es como si fuera de cristal, y así mismo parece muy frágil.

Me han permitido tocar sus cuerpos y dan repelús, pues son fríos y tersos. Tal cual como si tocara el vientre de un lagarto.

El rostro es como el de una persona común, solamente que sus ojos parecieran que flotan dentro de sus órbitas, y su cráneo es igual de transparente y sin cabello alguno... así como en el resto de todo su cuerpo... pero aun así bellísimos.

Tienen su propio idioma, muy diferente al de la tierra; pero son muy atentos; sin embargo, por su frágil naturaleza, desconfían de los humanos y jamás se han dejado ver por uno de ellos.

Aunque todos saben que en lo alto de la tierra, hay millones de personas; no han realizado esfuerzos para salir, pues solo desean vivir en secreto... pero sobre todo en paz.

No sé, como lo han logrado, porque no hay farolas o bombillas; pero aquí abajo hay luz artificial; más no sé, pero para qué la quieren, pues no pueden ver... a no ser que la utilicen para cultivar sus alimentos, o para crear algún tipo de calefacción.


Este lugar es casi un paraíso, ya que es una civilización muy bien organizada. Los niños y niñas, juegan sin temor a que puedan lastimarlos o secuestrarlos; y los adultos pueden salir de casa a cualquier hora, sintiéndose seguros.

No existen enfermedades de ninguna clase, por lo que sus habitantes solamente mueren al alcanzar su límite de edad, que es más o menos al llegar a los cuarenta.

Pero todo aquel que ha aprovechado la noche para salir, y trata de subir para realizar contacto alguno, en el intento han muerto...no quedándoles más que recogerlos y ofrecerles sepultura.
Sus características principales, es que son muy cariñosos, humildes, fieles a sus creencias y temerosos de todo lo desconocido...es un mundo diferente y casi perfectos.

Hasta el momento, me tratan con bastante recelo y desconfianza... pero al final creo que terminarán por aceptarme.

Esta aventura comenzó cuando en el mes de julio de 1953; me encontraba de vacaciones y de turista paseando por esos montes perdidos, con sus selvas boscosas.
Llegué a un tramo en el que, se indicaba, era prohibido ingresar a esa zona; más cuando desee regresar, a causa de las fuertes lluvias, súbitamente resbalé cayendo por un acantilado.

No tengo idea cuanto tiempo estuve inconsciente; más lo cierto es que, son de buen corazón y cuando he despertado ya me estaban curando.

Con señales hemos logrado comunicarnos, y les estoy contando todo lo que hay "arriba"; y ellos, a su vez, me han contado todo lo ocurrido a través de su existencia.


Para mi infortunio no puedo quedarme con ellos eternamente, pues mi cuerpo no está capacitado para vivir en sus condiciones; por lo que me han suplicado jamás revele el lugar donde se encuentran asentados.

Son seres que cuentan con una inteligencia excepcional, y en escasos días, han aprendido mi idioma a la perfección. Y este logro ha sido solamente a base de escuchar mis relatos... ¡Son increíbles!

Ellos tienen la creencia de que, algún día, vendrán a por ellos, seres de una estrella paralela a la nuestra, y que son iguales que ellos.

Yo les he preguntado, que cómo es esto posible; ya que nosotros contamos con aparatos de alta tecnología y no sabemos nada de ese planeta: Ellos me informan que esa estrella, se encuentra detrás de otra estrella más grande, y que es imposible verla desde la tierra... puesto que se encuentran paralelas... o algo así. ¡Qué sé yo!


Me ayudaron a salir de ese lugar por un pasadizo secreto... caminé y caminé, perdido casi por un año; y hoy por hoy no tengo la más remota idea, del lugar donde caí, o mucho menos tengo idea de dónde se encuentran.

Espero que mis amigos, algún día, sean rescatados por gente del más allá.

Hasta el día de hoy, no hay reportes de que alguien más los haya visto, o al menos tener un encuentro cercano con ellos.

Aprovecho este escrito, para enviarle un saludo a las personas "de cristal"; que en su momento, al dirigirme a ellas, así les llamé.

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

..Siempre que te siento cerquita De Enricostro.

 

Siempre que te siento cerquita,
 se me para el corazón;
no sé, si es por tu cara bonita,
 o es que me envuelve tu pasión.
Dame tu mano chiquilla, 
que me quiero embriagar,
con la fuerza de tu cuerpo,
 
para que me hagas sollozar.



Que contigo soy la fuerza, 
de un universo estelar;
que aun siendo tan tremendo...
 
sin ti yo no soy nada.

Dame tu mano chiquilla, 
para conmigo caminar;
y vivir siempre en el cielo,
 
y que podamos brillar.

Para que vean los otros; 
que esto... ¡Si es amor de verdad!


Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes
 Silvia Regina Cossio Cámara.