Amada mía, que sin ti,
la luna no brillaría...
que en las noches de tinieblas,
si no te tengo en mí...
el alma se me quema.
Que con el roce de tu hermoso pelo,
me envuelves y me embelesas;
que cuando miro tus ojos
veo que el universo vive en ti.
Es que te quiero tanto,
tanto te quiero...
que sí me faltas tú, mi amor,
sin ti me muero.
Cuando escucho tu risa,
son cantares de sirenas;
y me envuelve tu alegría.
Te siento, y te siento, alma mía.
Que no se rompan las cadenas
de este amor que me disloca;
y así me quites la sed,
bebiendo el agua de tu boca.
Cuando tus manos me acarician,
suaves como las flores,
mis sentidos hipnotizas.
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