Vivo en un pueblecito en la sierra, acá siempre estamos con una niebla que apenas si se ve.
En este acantilado hoy he quedado de encontrarme con mi novia... Esto es un mirador que en verano se divisa toda la ciudad, además de mi pueblo, y es un sitio muy bonito.
Ella ha querido que fuera aquí, porque fue donde nos conocimos, más no sé por qué hemos quedado en este lugar.
Hoy ha sido un mal día, porque yo siempre he sido una persona, que ha estado en contra de los malos tratos, es más, he odiado a aquellos que golpean o tratan mal a las mujeres.
Para rematar y en este momento, mi novia me ha terminado, dice:
¡Ya no te quiero!, ¡eres feo y tonto!
Llevamos cinco años de novios, cuatro haciendo el amor todos los días y ahora me dice que quiere a otro.
Ella buscaba la excusa para romper conmigo, y me ha alzado la mano para pegarme. Le he parado el golpe, pero en el rebote... se me ha caído por el acantilado, ¡no he podido evitarlo!
He corrido hacia abajo... arrastrándome por la montaña, he llegado enseguida, aunque muy malherido, ¡ella está muerta!
Mi vida se ha terminado... estoy perdido, ¡ya no quiero vivir!
Jamás pensé que esto me pudiera pasar a mí... Ella era mi vida y mi sangre, ¿qué nos pasó?
Lo teníamos todo; tierras y una casa maravillosa en mi rancho. Todo listo y comprado, incluyendo los muebles porque nos íbamos a casar este fin de semana, ¿qué pasó?
He caminado desorientado y perdido en la niebla... ¡No quiero salir de ella!
He llamado por el celular a sus padres, diciéndoles lo sucedido e indicándoles dónde su cuerpo encontrarán.
Yo tan solo anhelo morir, no quiero que la luz del día me vea. Quiero estar en eterna oscuridad, y que nunca jamás amanezca. ¡Quiero que mi mundo sea el infierno!
¿Cómo es posible? Que con tanto amor como yo le tenía, se me fuera en aquel maldito acantilado.
¿Por qué me quiso pegar? ¡Esta angustia me ahoga! El aire me asfixia, mi vida lentamente y dolorosamente se extingue.
Ella tan solo tenía veinte años, le quedaba una vida entera por vivir.
He lanzado el celular al mar... me encuentro furioso y lleno de impotencia. ¿Qué mal he hecho yo, para merecer esto?
Las autoridades me buscarán porque soy un asesino de mujeres, seguro eso van a decir... ¡Pero me mataré, antes de verme en la cárcel! De todos modos no quiero vivir.
Así he seguido andando y he tropezado con una rama muy grande que hay en el suelo, pues no se ve nada en absoluto. Parece como si la niebla quisiera esconderme por asesino ¡No sé... estoy tan perdido!
Más adelante hay una barca en la orilla del río y la he puesto a flote, me he tirado en ella. En esta barca hacíamos el amor en nuestras escapadas.
Solo pienso en ella, tengo las manos llenas de sangre, pues me he manchado al momento de ponerla derecha... tenía la cabeza rota, pues había caído boca abajo.
La corriente me ha llevado a una pequeña isla donde íbamos mucho, teníamos una cueva secreta tapada con ramajes.
Nadie la conoce, solo ella y yo. He entrado a buscarla más, no la puedo encontrar... sigo avanzando, veo una luz porque al fondo he llegado, solo es una vela que allí teníamos.
He decidido esperarla... mientras tanto, me he tumbado en la arena, y sus fotos las tengo por todos sitios. Es tan bella que casi se me salé el corazón mirándola.
El tiempo parece no correr, tengo sus fotos clavadas en la pared de la cueva, yo las miro y no puedo dejar de llorar... ella es lo más bonito del mundo.
En las fotos, ella está sonriendo y mirándome, y así me he quedado dormido... soñando con ella, que ha entrado en la cueva y se ha posado al lado mío.
Ella viste un vestido color celeste, muy largo y ancho; y con muchos vuelos... lleno de encajes, con un escote pronunciado mostrando la belleza de sus grandes senos... y perfectamente maquillada, sus labios color carmesí como el fuego que realzan la belleza de sus bellos ojos azules.
Ella me dice:
¡Te amo mucho, y viviremos aquí en esta cueva para estar siempre unidos!
Me acaricia y nos besamos... se ha sentado a mi lado, echándole el brazo por encima, nos hemos quedado.
Ha sido tan real, que ya no sé si ha sido un simple sueño... Es otro día, y ella no está, ¿habrá ido a por comida? ¡Yo no me puedo levantar!
Así pues, permanezco tumbado; la espero todo el día; y de nuevo ya está oscureciendo.
Creo que ¡ya viene!, veo la luz de la vela que trae en su mano, le he dicho:
¡Tengo hambre!
Ella ha respondido:
¡¡Antes me tienes que comer a mí.!!
Nos hemos vuelto locos haciendo el amor, y nos hemos quedado dormidos.
Ya no puedo pensar... ha pasado el tiempo, no sé cuánto, pero sigo esperando que ella venga.
Apenas la veo pero... ¡Sí, sí... ya entra! Veo la luz y es más fuerte esta vez. Seguramente viene para llevarme con ella... Se ha abierto una luz fuerte por encima... estamos subiendo unas escaleras de cristal luminosas, ella me lleva agarrado de la cintura, puedo sentir su cuerpo calentito, pues el mío está helado, ¿estaré muerto?
¿¡Ya no lo sé! He pasado aquí tanto tiempo, que ya no recuerdo por qué vine. Y por fin me marcho con mi amada, qué es lo más bonito de este mundo.
¡Ella coqueta me sonríe!
(Notas necrológica en la prensa)
Después de quince días de la desaparición del novio de Elena, la chica que encontraron en el fondo del acantilado y muy malherida... se ha recuperado y recobrado la memoria.
La chica se ha presentado ante las autoridades para conducirlos hasta una extraña cueva, donde asegura hacía el amor con su novio... y efectivamente, allí tumbado en esa cueva fría y abandonada, putrefacto, se encontraba el cadáver de su novio.
Derechos de Autor
Enrique Nieto Rubio.
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.