solo iba con reproches, ira y desamor.
Iluminado me quedé, cuando la boca quise abrir.
- Él me dijo:
Yo en el hombre ya no puedo intervenir.
-Entonces le repliqué: De otros tiempos pasados,
cuando tantas personas buenas, fueron sacrificadas.
-Él me respondió: Ellos entendieron mal,
no me alimento del dolor, y tampoco del sufrimiento;
solo vivo del amor, la gracia y de los sueños.
-Más yo le contesté: Si eres Omnipotente,
Creador de lo imposible, Rey de todos los universos,
que lo puedes todo, ¿Cuántos errores cometiste?
¿al ponernos aquí?
Tú sabes el pasado, presente, y futuro,
y que jamás cambiaríamos. ¿Lo sabes si?
Nos fabricaste con demasiados defectos,
y mandaste a tu Hijo para que lo matáramos.
¿Cuántos errores has cometido?
¿aun sabiendo lo que íbamos a hacer?
¡Millones de niños se mueren de hambre y de dolor, enfermedades; otro poco de millones!
de personas por guerras, ¡que nos inventamos!
Algunas por tus consejos, pues profeta ninguno llegó,
a la tierra prometida.
¡Tú sabrás por qué! Pues ellos cumplieron y actuaron,
según tu palabra. ¡Uuuuuu! ¡Que placer matar! Sí...
¡Matar! En tantas guerras...<justificándonos... decimos>
Cuánta miseria, desde la creación, ya no vayas a bajar.
¡Que nadie te va a creer! Ya no somos aquellos primitivos,
que iluminaste con tus naves.
¿Ahora que podrías decir? Un Dios que abandonó al mundo,
hace millones de años. Los ojos nos estamos sacando,
y no por un sacrificio, sino porque somos malos.
¡Malos... sí! Pero de oficio.
¡No pedimos perdón! Si no matar a más personas.
Los ricos cada vez más ricos, y los pobres muriendo en sus alcobas. La explotación de las personas,
la avaricia del poder, el veneno en los mares y en la tierra.
En la tierra fuego, pues... ardiendo por los cuatro costados,
matando la vida en él; y tú riéndote allí arriba, y diciendo:
Pobres terrestres estúpidos, que el paraíso yo entregué,
y ahora se matan solos y yo me rio también ¡Ajajajajaja!
¡Ilusos desgraciados que cuanto más avanzáis! ¡En inteligencia, más retrasados estáis! ¡Y más malos sois!
Enrique Nieto Rubio.
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.