..Dejarla descansar de Enricostro.

Que ya no se despierte,
dejarla descansar,
que no sufra más la muerte.

Que su corazón no se aflija,
 que su llanto no se oiga, 

que solo suenen las risas,
 de su canto... canto de alcoba.

Que sus sueños sigan vivos,
 que su corazón aún late, 

y que solo piense en mí. 

Dejarla descansar,
 que la noche será larga,
 pues se tiene que marchar;

y mil besos son las cartas,
 que los lleve en su soñar. 

Mira... que no se despierte,
 que su alma es mía ya, 

que la noche se ha apagado,
 por toda la eternidad.

Pues yo soy la muerte,
 y ella es mía ya. 

Enrique Nieto Rubio

*Derechos de Autor*

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 Silvia Regina Cossio Cámara.

..Al Cristo quise bajar de Enricostro.

Al cielo quise subir,
 y a Cristo, sus clavos quise quitar.

Él me miró con angustia,
 y lágrimas derramó, al yo tocarle.

Me detuvo de inmediato,
 cuando un clavo deseaba sacar...

Empapando mis manos,
 con su sangre, que aún caliente estaba.

Dijo: - No me vayas a bajar...
no me quites el dolor;
 que aunque mi corazón sufra;

No es por mí... sino por todos...

este es mi destino, 
el del sufrimiento y el dolor.

Aunque yo he padecido,
 mucho dolor... todo fue,
 para brindarles mi amor.

Pero el dolor que siento ahora,
 al mirar hacia abajo,
 es mucho más devastador.

¡Mi sacrificio no sirvió de nada!
 pues el mundo sigue podrido,
 por tanta desigualdad!

Pienso: "Es posible que las heridas,
 y el dolor que me infligieron,
quizás no fuera suficiente"

Y a mi Padre le he preguntado:
 ¿En qué he fallado?
  qué tan mal lo he hecho?

Y quizás hubiera sido mejor, 
no sufrir en esta cruz; 
y dejar al mundo perdido...

en ese profundo abismo,
de pecado, desolación ...

 Él me ha contestado:

-No podrías haber hecho más;
 tú derramaste tu sangre,
pues a ellos quisisteis ayudar.

Y sí...
posiblemente tengas razón...
quizás no valió la pena...
quizás no sirvió de nada, 

Pero tu Hijo querido,
 les obsequiaste paz,
 amor y hasta tu vida,
 en tu corto pasar.

Lástima que no lo hayan descubierto,
 y no lo supieran valorar y aprovechar.

Enrique Nieto Rubio

*Derechos Reservados*

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Silvia Regina Cossio Cámara.

*Con nuestros actos cada día;
 seamos fiel testimonio, 
de que Jesucristo vive
 en nosotros,
 y que no derramó,
 su sangre en vano*

..Blanca luna de Enricostro.

 

Blanca luna eres mujer,
 que me iluminas por las noches, 

coqueta te mueves...
haciéndome enloquecer. 

Luna blanca,
 que iluminas mi sentir;

dame amor y cariño...
que yo muera por ti.

Ya me tienes en tu mesa,
 de adorno yo te serví

mira si eres buena...
que me tienes postrado ante ti.

Ya conversamos los dos,
 ya nos podemos reír 

pues no comeremos nada...
por tus huesos estoy por ti.

Tú me comes la cabeza,
 con cantos de frenesí

y yo te cuento mil amores...
para que te sientas feliz.

Por la noche me iluminas,
 con tu luz resplandeciente

y por el día te marchas...
riéndote dulcemente.

Ya te espero esta noche,
 para que me ilumines otra vez

y decirte que te quiero,
 luna blanca...,
pues tú me quitas la sed.

Enrique Nieto Rubio

*Derechos de Autor*

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 Silvia Regina Cossio Cámara.

..Como una estrella de, Enricostro.

Como una estrella

estaré en este cielo encantado;

para que me miren tus ojos

y te sientas tú... a mi lado. 

Que con guiños te diré

lo mucho que yo te he amado,

Tu estrella polar soy yo

y tu mi fiel amada

Te iluminaré desde el cielo

para que siempre estés encantada

y te reúnas conmigo para ser

siempre tú,
 mi niña adorada.

Y poder vivir en el cielo

y ser dos estrellas enamoradas. 

 

 Enrique Nieto Rubio

*Derechos de Autor*

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 Silvia Regina Cossio Camara.