viernes, 29 de noviembre de 2013

..La leyenda del arco iris .Símbolo de la paz y la unidad .




Cuenta que hace mucho tiempo, los colores empezaron a pelearse; cada uno proclamaba que él era el más importante, el más útil, el favorito.

- El verde dijo.

Sin duda, yo soy el más importante. Soy el signo de la vida y la esperanza. Me han escogido para la hierba, los árboles, las hojas. Sin mí todos los animales morirían. Mirad alrededor y veréis que estoy en la mayoría de las cosas".

- El azul. Interrumpió:

Tú solo piensas en la tierra, pero consideráis el cielo y el mar.

El cielo da espacio y paz y serenidad.
Sin mi paz, no seríais más que aficionados. "

- El amarillo soltó unas risitas,

"! Jajajaja!! Vosotros sois tan serios¡: Yo traigo risas, alegrías, calor al mundo!
 El sol es amarillo, la luna es amarilla, las estrellas son amarillas. Cada vez que miráis a un girasol, el mundo entero, comienza a sonreír. Sin mí no Habría alegría."

- A continuación, tomó la palabra el naranja:"

Yo soy el color de la salud y de la fuerza. 
Puedo ser poco frecuente, pero soy precioso para las necesidades internas de la vida humana.
Yo transporto las vitaminas, más importantes. Pensar en las zanahorias, las calabazas, las naranjas, los mangos, y papayas.
 No estoy todo el tiempo dando vueltas, pero cuando coloreo el cielo, en el amanecer o en el crepúsculo, mi belleza es tan importante, que nadie piensa en vosotros.

- El rojo no podía contenerse por más tiempo, y saltó:

"Yo soy el color del peligro y del valor.
 Estoy dispuesto a luchar por una causa.
 Traigo fuego a la sangre. Sin mí la tierra estaría tan vacía, como la luna.
Soy el color de la pasión y del amor; de las rosas rojas, de la flor de pascua, y de las amapolas."

- El púrpura, enrojeció con toda su fuerza. Era muy alto y Habló con gran pompa:"

Soy el color de la realeza y del poder.
Reyes, jefes de Estado, obispos, me han escogido siempre, porque soy el signo de la autoridad y de la sabiduría.
 La gente no me cuestiona; me escuchan y me obedecen".

- El añil habló mucho más tranquilamente que los otros, pero con igual determinación:

"Pensad en mí. Soy el color del silencio.
Raramente, repararía en mí, pero sin mí, todos seríais superficiales. 
Represento el pensamiento, y la reflexión, el crepúsculo y las aguas profundas.
Me necesitáis para el equilibrio y el contraste, La oración y la paz interior."
Así fue como los colores estuvieron presumiendo, cada uno convencido de que él era el mejor.
Su querella se hizo más y más ruidosa. 
De repente, apareció un resplandor de luz blanca y brillante.
Había relámpagos que retumbaban con estrépito. 
La lluvia empezó a caer a cántaros, implacablemente.
Los colores empezaron, a acurrucarse de miedo, acercándose unos a otros, buscando protección.

La lluvia habló:

"Estáis locos.
 colores, luchando contra vosotros mismos, intentando cada uno dominar al resto.
¿No sabéis que Dios os ha hecho a todos, y? Cada uno, para un objetivo especial, único, diferente.
 Él os amó a todos. Juntad vuestras manos y venid conmigo."
Dios quiere extenderos, a través del mundo, en un gran arco de color, como recuerdo de que os ama a todos, de que podéis vivir juntos en paz, como promesa, de que está con vosotros, como señal de esperanza para el mañana."

Y así fue como Dios.
 Usó la lluvia, para lavar el mundo. 
Y puso el arco iris en el cielo, para que cuando lo veáis, os acordéis, de que os tenéis que tener, en cuenta unos a otros.


(Basado en una leyenda india, escrita por Anne Hope)


Parroquia de San Antonio;
 Mariam Claren, Sevilla, España

*Compartido por Enrique Nieto Rubio*

<Un regalo de la iglesia>
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

miércoles, 27 de noviembre de 2013

..Cuando la creación comenzó. de Enricostro.




En una época, cuando la creación comenzó, 

y los ángeles emigraban a los cielos... 

un cóctel de amor y esperanza comenzó a brotar... 

Eran tiempos de magia y sobre todo de amor. 


Dios decidió que cada raza encontrará su pareja, 
y en una armonía absoluta se empezaron a formar. 
Con el tiempo todos los seres habitantes de este mundo 
se fueron esparciendo sobre la faz de la tierra. 


Pero de entre todos ellos... Dios se enamoró, 

de una pareja en demasía, especial y maravillosa; 
a quienes observó se abrazaban con mucho cariño... 
despertando de esta forma en Él, toda su atención. 


En ese tiempo Dios decidió que esta pareja 

dominaría el mundo... y así mismo aconteció. 
La tierra se iluminó de singular belleza... 
y todos vivieron en el paraíso terrenal. 


En ese entonces... esa gracia era para todo el mundo;  

pero para ello... Dios impuso algunas normas que, 
deberían ser cumplidas por todos los hombres y mujeres. 
Sin embargo, un fatal día desobedecieron sus mandatos. 


Dios con sumo pesar y lágrimas en los ojos 

se sintió tan desilusionado... que terminó por llorar tanto, 
y tanto... que la tierra se nubló y así llovió por muchos años... 
Al final, el Creador, decidió romper el trato con ellos. 




Desterró el paraíso de la tierra, para siempre... 

Así pues, por la falta de los hombres... animales y personas 
se enfrentaban y terminaban matándose los unos a los otros; 
sucedía sin importar raza, credo o religión... nadie estaba a salvo. 


Desde ese entonces, la pobreza, el terror y la desolación, 
se volcaron sobre todos los seres que habitaban el planeta; 
pues la destrucción gobernó y la sangre envolvió la tierra... 
Y para infortunio de todos, esto prevalece hasta el día de hoy. 


Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados* 
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.


<Dedicado a mi querida amiga y poetisa Trina Mercedes>








domingo, 24 de noviembre de 2013

..Como dos enamorados.;



Como dos enamorados,
 van juntos al altar; 
Soñando con un mundo nuevo,
 que les dé felicidad. 

Como dos enamorados,
 viven juntos su amor, 
en su casa de piedra,
 rodeados y llenos de ilusión.
Como dos enamorados,
 salen juntos a bailar; 
disfrutando de una noche,
 llena de felicidad. 

Caminando por el campo,
 tararean una canción; 
tomados de la mano,
 y compartiendo sus sueños de amor. 
Así van pasando los días...
llenos de felicidad., 
Con rosas cada día para su amada,
 él regresa a su hogar;
  
Él le pide un beso...
 ella enamorada responde:
! Te daré diez!
Así le dan tantos besos...
como rosas le regala él. 
¡Un romance tan bonito!
 por siempre perdurará! 
Pues juntos mantienen, viva,
la llama de su amor... 
y sin importar,
 que transcurran dos mil años, 
ese sentimiento persistirá...
más allá de la eternidad.

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados* 
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.








viernes, 22 de noviembre de 2013

..En mi barco velero, de Enricostro.






En mi barco velero,
 me he echado a la mar,
para buscar un lucero,
 que brilla en la eternidad. 
Navegando día y noche,
 viéndote relucir, 
a lo lejos voy mirando, 
para que no te pierdas de mí.


Con olas de cinco metros,
 alzándome hacia el sol, 
sigo buscando mi lucero,
 que me llevara a mi amor. 
¡Lucerito, lucerito!
 No me hagas padecer... 
llévame pronto a ella,
 que si no me moriré.


El lucero con un guiño,
 me indicó la dirección. 
Ya se ve aquella isla,
 ¡Seguro es la de mi amor! 
Acercándome a ella, 
en la arena la veo sentada... 
Mira si es niña bella,
 con mi niño y encantada. 
¡Luz de luna! Le grité...
 estrella de mi sentir. 
Ella miraba tímida y coqueta;
 haciéndome sonreír. 
¡Qué bonita eres mujer, cielo de mi vivir! 
He viajado por los mares...
casi pierdo la razón. 

Ya por fin he llegado, 
y no me volveré a marchar; 
me quedaré para siempre,
 juntos toda la eternidad. 
Tú eres amada mía, 
la reina de mi sentir, 
que por ti casi pierdo la vida,
 porque sin ti no sé vivir. 
Abrázame amor mío, 
que yo te anhelo besar; 
y beber el néctar de tus labios, 
y así mi sed poder saciar. 

Tengo ansias de comerte a besos,
 para el hambre relajar; 
pues entre tantas olas, niña, 
no he comido nada de nada. 


Vayámonos a casa cielo;
 que nos vamos a disfrutar... 
de un buen banquete,
 de buenas mordidas,
 y un lote de fierabrás. 
¡Que como dijo Quijote!:
 Algo bueno eso será! 
Pues aunque sea un bálsamo, 
qué gustito nos dará. 

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos de Autor*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.