Me falta tanto su presencia,
que sin ella perderé la razón.
que sin ella perderé la razón.
¡Ella, cuánto me acuerdo de ella!
! ¿Será que es así el amor?
! ¿Será que es así el amor?
Porque siento,
que en un mar de tinieblas,
me ha dejado,
que en un mar de tinieblas,
me ha dejado,
sumergido en tanta oscuridad,
y con su capa me nubló,
y con su capa me nubló,
y aunque quiero,
por más que busco;
no la puedo encontrar.
por más que busco;
no la puedo encontrar.
¡Ella! Sí, me acuerdo de ella,
y ya no sé por qué razón.
y ya no sé por qué razón.
Hoy vivo entre tinieblas...
y la desolación es absoluta;
y la desolación es absoluta;
he perdido la pasión, los deseos,
la alegría y la ilusión.
la alegría y la ilusión.
Aun así, no le recrimino...
pues fue la dueña de mi amor.
pues fue la dueña de mi amor.
pues el amor nunca se pierde,
sí vive en mi corazón.
sí vive en mi corazón.
Deseo que por siempre sea fuerte,
y Dios le dé su bendición,
y Dios le dé su bendición,
que ya la vida es dura,
como para desear algo inferior.
como para desear algo inferior.
Ansío que ella viva con su estrella,
pues la mía ya se apagó;
pues la mía ya se apagó;
ella fue solo un canto de sirenas,
en una hermosa noche de amor.
en una hermosa noche de amor.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos de Autor*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.