viernes, 12 de diciembre de 2014

..A mi amiga Yoli.



Tu linda amiga, que has luchado,
 y sigues batallando contra tu enfermedad;
valiente guerrera eres,
 que aun después de tener miedo;
 has luchado ferozmente, 
a muerte contra tu destino; 
a muerte contra tu dolor, 
y les has vencido con valor.

¿Sabes? Un pajarito me contó, 
que en brazos de tu amado te cobijas, 
entre sabanas blancas, y con tus gomas metidas... expresándose su amor. 
Lo miras con ilusión, mientras él amorosamente,
 te toma de la mano... 

Y al imaginarlos... yo como si yo fuese tu hermano,
 lloro de emoción;
pues tu sonrisa es picarona... cuando hablas de él,
 o lo miras con pasión;
pidiéndole a Dios bendito,
 que te guarde por siempre en su corazón.

Espero y deseo que en estas fiestas, 
ceas infinitamente muy feliz;
y que el Año Nuevo que está próximo a comenzar,
 todo en tu vida... sea lleno de prosperidad,
 pero sobre todo, que recuperes tu salud.

¡Besos, amiga!




Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Camara.


miércoles, 26 de noviembre de 2014

..Dedicado a Alejandra. una dulce bailarina.



Tu mi dulce bailarina, 
 que inundas mi pasión, 

vueltas y vueltas das,
 entornó a mi corazón, 

Que no pares de bailar, 
 juntito a mi querer... 
que tus manos me acaricien,
 cuando gires a la vez, 


Tu mi dulce bailarina,
 que iluminas mi sentir, 
alzándote de tobillos,
 y bailando junto a mí.

Una danza muy romántica, 
 una danza de ilusión, 
rozándome con tu cabello,
 enciendes mi corazón, 


Baila bailarina, 
 ya no pares de bailar, 
que yo estaré contigo,
 para toda la eternidad, 


Pues yo seré tu melodía,
 para que puedas bailar, 
y llevarte hasta la cumbre de los cielos,
 llena de felicidad,
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Camara.

sábado, 22 de noviembre de 2014

..Días de Navidad.

Un día de diciembre... en la capital Cordobesa, un adinerado joyero llamado Rafael, a raíz de una fiesta que él hacía con los altos cargos municipales, se puso tan malo, que lo tuvieron que llevar al hospital Reina Sofía.

Allí estuvo en coma muchísimos días, pero su cuerpo lo tuvieron que amarrar, pues no paraba de moverse y temían que se cayera.

Uno de los doctores supuso que estaba luchando con la muerte y solo les quedaba, esperar a ver quién ganaba.

Su cuerpo empapado en sudor, se mantenía siempre y temían que sería lo peor de lo peor.
 Así estuvo dos semanas, hasta que la fiebre fue bajando; mientras su rostro se demacraba.

Los análisis no detectaron nada, pero él iba perdiendo peso día tras día, hasta quedarse en los huesos... De pronto una mañana despertó y dijo:
-He hablado con la muerte, y me ha dado otra oportunidad, me ha dicho que haga algo grande, en Navidad...

De pronto tenía mucha hambre, y comía muy bien, hasta que su rostro se notaba rejuvenecido, o al menos eso es lo que decían quienes lo conocían.



Con el tiempo se recuperó completamente, pero los médicos aún no sabían si su afección, se debía a un fallo cardíaco o a si el motivo era otro; pues la pruebas no arrojaron ningún resultado. 

Así pues, determinaron que para ello debían de hacerle más pruebas... pero esa misma mañana, él se vistió, pidió su alta y se marchó.

Se dirigió directamente a los centros comerciales de Córdoba, donde él vendía joyas.

Decidió poner unos micrófonos para enterarse qué comentaban sus clientes, acerca de los precios, y a las dependientas les dijo:
¡Si algún cliente no dice comentario alguno, tendréis que sonsacarlos y os gratificaré, por hacerlo! ¡Vale?!
Entre sus trabajadores y las cámaras de vigilancia él podía controlar todo.

La mayoría decían que las joyas eran, maravillosas, pero no podían pagarlas; inclusive a algunos, se le escapaba alguna lágrima al enterarse de los precios; pues deseaban entregar un hermoso regalo en vísperas de Navidad... pero les sería imposible.

Cuando los clientes, terminaban de hacer las compras, marchaban hacia las escaleras elevadoras, quienes en su mayoría eran personas de clase media.

Al bajar, encontraban una mesa grandísima y al frente al joyero, quien iba identificando a los clientes que visitaron sus joyerías y que no habían podido comprar nada... y les decía;

¿Usted se ha parado en la joyería, verdad?

-¡Sí! ¡Afirmaban las personas.!
¡Pues póngase en esta cola, y al oído les susurraba:Usted va a recibir un regalo.!

Cuando llegaban a la mesa, allí estaba Rafael, quien cuestionaba:
¿Usted vio una joya para su novia, verdad?
-¡Sí, señor, así fue!
¿Era este juego de pendientes, y este collar?
-Sí, pero su precio es tan alto, qué imposible ha sido comprarlos.

-Bueno, pues tómelos, ya están listos en sus cajitas envueltos y hasta con sus lícitos.
Confío en que usted me los pagara, como a usted le venga en gana,,,¿Sí?
-¡Sin recibos, ni nada de nada!

Sí, sin ninguna clase de comprobantes, tal cual dice.

Lo mismo hizo con todos ellos... muchos comentaban:
-¡Es mucho dinero!

¿Pero como es posible?
 ¿Acaso no son joyas muy valiosas?
Para que ahora el dueño se los metiera en el bolso y los dejara marchar.

Eso sucedió durante todas las vísperas de Navidad hasta el cinco de enero, Día de Reyes.

Fueron miles de euros los que dejó volar; y él sabía que la mayoría de los clientes no pagarían nunca; sin embargo, si decía que eran regalados, lo tomarían por loco.

El día seis de enero, muchísimas parejas y matrimonios gozaron del día más feliz de todo el año, pues recibieron los regalos más hermosos de sus vidas.

Rafael se sentía orgulloso, pues esas Navidades repartió amor y felicidad en toda Córdoba.

¿Esto si es un cuento de ricos... verdad? ¡Ajájájá!

Sin embargo, es fantasía, pues lamentablemente, esto no existe en la realidad.



Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Camara.

lunes, 17 de noviembre de 2014

..No me hagas sufrir más.



No me hagas sufrir más,
 no dejes que como un niño muera; 
dejándome solo en la acera,
 sin que nadie me vea al pasar.

No me hagas tu sufrir más.
 ni permitas, que muera de dolor,
porque si no te tengo cerca de mí,
 se me rompe el corazón. 
Ando en busca de una nube negra, 
para poderme esconder; 
y que mis lágrimas sean la lluvia,
 que consuele mi querer. 

Que los truenos ensordecedores,
 sean el canto de mi dolor... 
para así estar un poco tranquilo,
 sin pensar en este amor. 
Que añorándote me vuelven loco, 
tantas olas de pasión. 

No me hagas sufrir más...
ni permita que se muera mi dolor. 
Porque sí me buscas algún día, 
y no me encuentras por allí; 
será quizás porque morí aquel día...
 en que te fuiste de mí. 
Y luego... si de mí quieres saber,
 búscame en el cementerio; 
y triste encontrarás que por ti,
 me enterraron de negro. 

Mi epitafio rezará:
 Este hombre murió por un amor... 
que partió dejándolo abandonado,
 y sin siquiera una flor. 

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Camara.