Distinguido caballero, de brillante armadura;
hombre vanidoso frente a sus magistrales letras…
que camina altivo, exclamando palabras al viento,
como siniestras carnadas, a peces en la corriente;
el presente mensaje…pretendo puedas encontrar.
Cinco años por ti, acepté vivir en densas tinieblas;
siempre disculpándote...recurrí a la autoflagelación;
por lo que la distancia, brindarte me obstaculizaba;
alternando siempre, con mil y una historias ilusorias,
para ofrecer al corazón, la más calamitosa apología.
Mi cándido espíritu, a tu vera ansiaba perpetuarse;
más tú, con cruel abatimiento has llegado a vociferar,
que no me amas más… ¡No soy la mujer que mereces!
Pues a mi lado, la felicidad es solamente un ensueño…
y por ello, una dulce damisela raudo deberás encontrar.
Cada quien posee una forma única de relacionarse…
así como de recibir y aceptar lo que con amor le brindan..
Y lamento honestamente, que todo lo que contigo fui;
no haya sido suficiente, para nuestras vidas compartir.
Más cada etapa tiene su encanto; incluyendo la separación.
Mi existencia no ha florecido fácilmente; está colmada
de victorias y derrotas; de bendiciones y desesperanzas;
de alegría y tristezas, de compañía y largos aislamientos.
Por eso comprendo, que siempre hay ciclos que cerrar;
así pues, hoy…te dejo libre ¡Vuela lejos y alto mi amor!
Adiós vida de mi vida, mil gracias por bien amarme…
por mantener candente este loco y exhausto corazón;
por los días y noches, en que al cielo junto a ti remonté;
por el júbilo de volver a iluminarme y decir un te amo,
pero sobre todo, por brindarle un nuevo sentido a mi vida.
Con el alma contrita y toda mi humanidad fragmentada,
admito amargamente la siniestra y fatídica derrota…
Lágrimas humedecen mi rostro y respirar es ardua labor;
más de tu "Paraíso hacia...mi infierno", hoy me destierro";
porque te amo, y llanamente anhelo que seas muy feliz.