jueves, 16 de enero de 2014

..Para mi niña.


Una linda mañana,
 un pajarito se posó en tu ventana;
cantaba muy bajito...
entonando una hermosa melodía,
como suele acontecer,
 en los mágicos cuentos de hadas. 

Mi dulce niña de ojos verdes...
 tú iluminas mi sentir;

más por las noches,
 eres inquieta y me atormentas;

y cuando llega un nuevo día,
 igual no me dejas vivir.
Mi dulce niña de cabellos de oro,
 eres tierna como una flor;
te visitan las avecillas del bosque, 
con cantares de ilusión.

Mira si eres preciosa,
 tan chiquita y frágil como un ratón;
pero tan grande,
 que iluminas mi alma,
 y llenas de vida mi corazón.


Siempre soñé con una amiga,
 más bella que las flores;
y ahora ya te tengo cariño mío;
entre sueño de mil amores.

Te colmaré de besos y caricias, 
 hasta que seas mayor;
deseando que tú me ames tanto,
 como a ti te amo yo,
Siempre te añoré con ilusión,
 y ahora te tengo aquí,
viajaremos juntas por la vida, 
y seremos muy felices.

Eternamente tu mamita seré,
 y mi tiempo te dedicaré,
en cuerpo y alma...
para ser el centro de tu ser.

Así pasarán los años, 
y cuando llegue el momento...
dichosa estaré, de poder entregarte,
 a los brazos de tu querer.

Vestirás de blanco mi cielo...
 pues esa será, la boda de mi sentir;
y luego jubilosas "esperaremos"...
 a una dulce bebita en ti.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

lunes, 13 de enero de 2014

..Una lágrima que tengo .

Una lágrima que tengo...
no me la puedo quitar,
pues la llevo tan adentro,
 que reboza mi pensar.

Una lágrima que tengo,
 que me hiere mi sentir,
y vivo con este tormento, 
que tú provocas en mí;
más no la puedo secar,
 pues siempre vuelve a salir.

Y solo es una lágrima,
 la que derramo por ti.

Ya no sé lo que te pasa, 
ya no entiendo tu sufrir,
pues mi corazón se entristece,
 cuando te siento gemir.

Porque sabes que te quiero,
 que sin ti no existiré,
aunque se nublen los cielos,
 aunque se pudra la piel.

 Me quedaré en tus besos, 
hasta un pronto, amanecer
porque sin ti, me muero...
hermosa de mi querer.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

domingo, 12 de enero de 2014

..Entre mis brazos.




Entre mis brazos la tengo,
 ella es la flor de mi jardín; 
que si me falta, me muero...
¡Sin ella que será de mí.!

Entre mis llantos la pienso,
 porque ella se quiere morir: 
y no es que no la quiera, 
es que la alejan de mí. 


El culpable de este amor,
 son las llaves del destino, 
es un sueño encontrado...
que se cruzó en mi camino.

Por las noches ella es mía,
 y por el día, se ha marchado.
 ya, 
solo me queda el aroma,
 de su cuerpo enamorado. 


Ella se quiere morir...
pues su amor no me pertenece; 
dice que no me merece, 
y esto me hace de sufrir. 

Yo la quiero tener,
 custodiada por mi amor; 
y nunca poderla perder,
 aunque pierda la razón. 


Mi corazón está herido,
 pues ya no me pertenece; 
se la llevó el destino, 
que me robó su querer. 

Hoy me siento solo y frío...
pues perdí a esta mujer,
que me caló hasta los huesos, 
su cariño y su querer. 


Que no se la lleve nadie,
 que su amor me pertenece; 
y mi llanto me estremece, 
y sin ella siento que moriré. 

Y pegadito a su caja...
ya juntitos los dos... 
con mi amada y una flor,
 para siempre estaré. 


Enrique Nieto Rubio. 
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

lunes, 6 de enero de 2014

..Entre dos amores.


Entre dos amores pené;
 entre dos amores queridos;
que a ninguno lo olvidé...
y casi los tengo perdidos. 

Entre dos amores sufriendo estoy,
 por tenerlos pegados;  
pero se me van rompiendo,
 por no tener cuidado.
Siempre los siento en mí,
 y me destroza hasta la piel,
yo me quisiera morir,
 para no tener que escoger,
A los dos los tengo en mí sentir,
 y no los quiero perder.

Hazme grande Dios del Cielo,
 para que los pueda tener,
Cien millones de años,
 hasta con ellas poder envejecer.
Uno es el amor prohibido, 
el otro es el de mi sentir.
Como hago si no les olvido...
en que me hace sufrir.

Es como cortarse un brazo,
 para que el otro pueda sentir.
Que dos amores unidos...
son el árbol de la vida.
Que te emborrachas de néctar,
 como las abejas de la vid;
porque sin él no producirán miel, 
para poder subsistir.

¡Ayúdame, Diosito con esta angustia!
 y no me hagas sufrir!
Que por una yo me muero;
 y por la otra, se muere mi sentir.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen 
Silvia Regina Cossio Cámara.