Es bien sabido de grandes desapariciones de barcos y aviones, pues aunque las autoridades lo tienen muy en secreto, la verdad es que en el centro del triángulo, hay una gran base a varios cientos de metros, en la profundidad del mar.
Los más de 50 barcos, más de 20 aviones, y algunos miles de personas desaparecidas, testigos solo un perro. Aunque aparecieron algunos barcos a la deriva, jamás se encontró persona alguna.
En enero del mil novecientos ochenta y uno, el pescador Carlos Dobar, y su hijo Francisco Dobar; fueron de pesca al norte de la isla Torre de Trono, y así lo cuenta:
Eran las cinco de la mañana, estaba todo muy oscuro, no había luna, todo muy negro... pero aquí, no se meneaba nada. Más la mayoría de las personas de aquí no creemos en estos cuentos.
No creemos que estos casos sean reales, sino que el mar, en esta zona, es muy alborotador. Bueno, el caso es que esta noche estaba muy en calma, nosotros queríamos que nos amaneciera pescando, pero de pronto, se levantó una ola de las de diez metros, por lo menos, nos agarramos como pudimos y el acontecimiento, fue tan cerca.
Vimos perfectamente como cinco naves redondas y grandísimas, salieron del agua, a una velocidad supersónica. No tenían luces, pero una especie de Cabina en lo alto, si tenía unas luces dentro... se veía perfectamente como seres o personas, estaban moviéndose en estas naves; volaron muy alto, parecían unos platillos volantes tremendos.
¡Agáchate!
Pero yo no quería perderme nada, estas naves volvieron antes del amanecer, pero no se percataron de nosotros. Mi padre, como era un buceador nato y le gustaba el submarinismo, decidió bajar con su traje de buzo.
Encontró debajo de un arrecife una compuerta, la abrió y entró dentro. Aquello parecía como un ascensor, pues solo poner los pies en él o las manos en sus paredes automáticamente se descomprimía y había ciertos botones para presionar....... bajo como doscientos metros. Era como una ciudad, había unas personas de media altura, con una cabeza algo grande, pero llevaban como unas escafandras.
Además, había muchas personas, pero parecían como si estuvieran hipnotizadas, su forma de andar era muy rara... había muchos tubos, echando como burbujas verdes. Estos seres tienen como unos pequeños rayos en los ojos, y cuatro dedos. Este sitio es inmenso, unos pasillos tremendos.
Estos seres salen de noche con sus naves, seguro por alimentos y vuelven de noche. Mi padre ha abierto una puerta, y ha visto cómo meten en unos quemadores a personas que han muerto. Bueno, al menos no son caníbales.
Este sitio está debajo de la tierra, pues no hay luces que se vean en el mar.
Son las ocho la mañana, y mi padre ha salido, pero no está muy bien, esto le ha afectado mucho, ha tenido que ver algo más, pero no me lo ha dicho. Han pasado algunos días y mi padre ha empezado a beber yendo de bar en bar.
En el bar que habitualmente visita con regularidad, él ha comentado el tema con algunos de los presentes.
Una noche, cuando iba a recoger a mi padre... un coche azul atropelló a mi padre, y se dio a la fuga. Sus heridas fueron graves, pero antes de morir me dio un sobre y me dijo:
¡Huye de este país, vete a España! Allí abrirás el sobre, ¡huye, hijo, huye!
Salí corriendo, ya nada podía hacer, mi padre había muerto. Ya en España han pasado veinte años entre llegar aquí y lo que tuve que tardar en ganar dinero para lograr llegar y situarme en el país. Mientras he ido creciendo y estudiando a la vez.
He abierto el sobre, y lo que hay dentro son los nombres de los presidentes de estos países... todos ellos con cargos importantes y muy ricos.
En el sobre encontré una nota que decía:
Es una secta con extraterrestres, cuando ingresé pude observar en unos grandes salones como hacían el amor con menores, y estos seres también abusan de ellas.
Creo que ellos no se podían quitar la máscara, porque no todos usaban una de ellas... era una orgía tremenda. Por eso fue que mi padre salió horrorizado. Además, cuenta que menores de edad están desapareciendo de estos países, todo lo tienen en secreto, indemnizan a las familias mientras la policía les dice que no se preocupen, que se está investigando.
Hay miles de secuestros en todo el mundo y todos los días; me pregunto: ¿serán ellos los secuestradores?
Toda la policía está implicada, a mi padre lo han matado por haber divulgado su lo que vio.
Yo tengo protección policial y me van a cambiar de nombre; me darán un domicilio secreto y me quedaré viviendo el país con mi madre.
Han pasado cinco años, y en las noticias jamás se ha hablado del tema... no sé qué sucedió con la investigación.
No me queda otra opción que trabajar arduamente para conseguir mucho dinero, y así pagar a investigadores privados. Así pues, esta historia no ha terminado aquí, pues conozco la entrada a ese lugar... descubriré que es lo que está pasando y por supuesto, volveré para contarles.
- Fin -
Enrique Nieto Rubio
Derechos de Autor.
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.