
Qué indefenso, puede uno llegar a ser,
en esto del amor verdadero.
Que le ponemos mucho interés,
y rodamos por los suelos.
*
Qué indefenso es el sentir,
cuando el corazón es el que habla,
esperando esa sonrisa,
que te provoca el alma.
*
Que Le puedo decir,
cuando me dijo te amo,
mi corazón se hizo grande,
y a la vez asustado.
*
Que si mucho amor me diera,
mucho más daría yo,
esperando ese suspiro,
robado de la pasión.
*
Y en ese poder caminar,
con ese amor tan bonito,
que susurrando con él vas,
siendo el hombre más rico.
*
En amor y felicidad,
y sueños entre suspiros.
*
Enrique Nieto Rubio.
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