¿Me amas? ¡Sí!
-Cómo no amarte,
si por ti me muero,
y sin ti también moriría,
pues tú eres el sentir de mi vida.
si por ti me muero,
y sin ti también moriría,
pues tú eres el sentir de mi vida.
¿Me quieres? ¡Sí!
-Cómo no quererte,
si por ti daría la vida,
si por ti daría la vida,
ya que mi vida sin ti...
no sería vida.
no sería vida.
¿Me sientes? ¡Sí!
-Cómo no sentirte,
si tus deseos son mis caricias,
y mis caricias son tu delirio,
si tus deseos son mis caricias,
y mis caricias son tu delirio,
y mi delirio es tenerte, cuidarte,
y abrazarte con pasión.
y abrazarte con pasión.
¿Me deseas? ¡Sí!
-Cómo no desearte,
si tu cuerpo es el mío,
y cuando tienes frío
si tu cuerpo es el mío,
y cuando tienes frío
mis huesos se resienten,
y cuando estás triste,
mi llanto se hace mudo,
pero no sordo.
y cuando estás triste,
mi llanto se hace mudo,
pero no sordo.
¿Me adoras? ¡Sí!
-Cómo no adorarte,
si eres la reina de mi sentir,
dama de mis deseos
si eres la reina de mi sentir,
dama de mis deseos
diosa de mi porvenir,
y amor que me cala,
hasta mis huesos.
y amor que me cala,
hasta mis huesos.
Por eso y mucho más,
no hay mujer más grande,
en amores que tú;
no hay mujer más grande,
en amores que tú;
más amable y cariñosa;
más romántica y dichosa.
más romántica y dichosa.
Y que soy yo para ti,
un diablillo pecador,
que camina contigo,
un diablillo pecador,
que camina contigo,
para darte todo mi amor.
Te quiero... Rafi cardador,
mi esposa.
Te quiero... Rafi cardador,
mi esposa.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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