Esta es la barca de la libertad,
que nadie ostente detener...
que nadie ostente detener...
porque es canto de un sueño,
y de vivir nuevas emociones.
y de vivir nuevas emociones.
Es la barca de la libertad,
cargada de flamantes ilusiones;
cargada de flamantes ilusiones;
que la mar les sea benevolente...
permitiéndoles avanzar.
permitiéndoles avanzar.
Mujeres, hombres y niños van,
buscando un mundo nuevo;
buscando un mundo nuevo;
huyendo de tanta calamidad...
¡Huyendo del mismo infierno!
¡Huyendo del mismo infierno!
Que se rompan las barreras,
y se exterminen las fronteras...
y se exterminen las fronteras...
que se destruyan las alambradas,
pues animales no son.
pues animales no son.
Representan miles de familias,
que sufren dolor y desesperación;
que sufren dolor y desesperación;
y todos ellos son nuestros hermanos,
a quienes debemos acoger.
a quienes debemos acoger.
El colosal infortunio,
que actualmente viven,
estos inmigrantes...
que actualmente viven,
estos inmigrantes...
es una tragedia que a todos compete,
y obligados estamos para actuar.
y obligados estamos para actuar.
Si no somos capaces,
de mostrar una mínima, de humanidad;
de mostrar una mínima, de humanidad;
y en el mundo entero,
no demostramos solidaridad y humildad.
no demostramos solidaridad y humildad.
¿Para qué seguir viviendo?
¡Así no tendremos un futuro!
¡Así no tendremos un futuro!
¡Sin corazón!
solo nos queda el infierno,
y el fin de la creación!
solo nos queda el infierno,
y el fin de la creación!
Enrique Nieto Rubio.
*Derechos de Autor*
Colabora en imagen.
Silvia Regina Cossio Cámara.
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