Cuando el amor duerme,
tan solo esperando a ser despertado;
tan solo esperando a ser despertado;
va formando una áurea a tu alrededor,
e iluminando tu rostro...
e iluminando tu rostro...
embelleciendo radiantemente tu figura,
y moldeando tu cuerpo.
y moldeando tu cuerpo.
Así pues, cuando el amor despierte,
estarán tus manos impregnadas,
estarán tus manos impregnadas,
de esa dulce magia;
para cuando lleguen,
al rostro de tu amado o amada.
para cuando lleguen,
al rostro de tu amado o amada.
Iluminarás ese corazón,
que se irá engrandeciendo,
Y en una noche tranquila y estrellada...
¡Suplicante la vista, alzas al cielo!
Agradeciendo a los dioses,
por haberte dado,
esa dicha...de amar locamente;
esa dicha...de amar locamente;
y suplicante... con todas tus fuerzas;
rogarás ser amada con toda el alma.
rogarás ser amada con toda el alma.
Sin importar si eres hombre o mujer;
caminarás por la bella senda de la vida...
caminarás por la bella senda de la vida...
como si estuvieras hechizada o hechizado.
Es entonces cuando te preguntaran:
Es entonces cuando te preguntaran:
Más tú, quizás simplemente,
un tanto sonrojado y casi eclipsado...
les responderás:
un tanto sonrojado y casi eclipsado...
les responderás:
¡A mí no me sucede nada!
¿Qué me va a pasar?
¡Acaso no ves lo feliz que soy!
¿Qué me va a pasar?
¡Acaso no ves lo feliz que soy!
Y con él o ella seguirás soñando;
mientras tu cuerpo crece,
y te haces hombre o mujer.
mientras tu cuerpo crece,
y te haces hombre o mujer.
Enrique Nieto Rubio
<Derechos de Autor>
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