domingo, 13 de diciembre de 2020

..Cuentos de navidad, un pintor desastroso de Enricostro.



CUENTO DE NAVIDAD.

un pintor desastroso de Enricostro.

Enri se llama, este amigo entrañable.

toda su vida, se la pasa pintando, desde el instituto,

no paró de pintar, se pasaba días enteros, en el campo, en la montaña, incluso en la ciudad.

Él pintaba de todo.

Ha cumplido treinta años ya, y su cumpleaños es en diciembre.

Pero hoy es Navidad, y Enri se encuentra muy solo y en una tierra lejana.

tiene tantos cuadros, que no sabe donde ponerlos ya.

Hoy veinticinco de diciembre, en plena Navidad, paseando por un centro comercial, se ha encontrado en el suelo de la entrada, un sobre.

lo ha abierto y tiene una Gran cantidad de dinero, y con el dinero, unas fotos de carnet de una chica.

Bueno, es una chica preciosa y se ha tirado con el sobre hasta las diez de la noche, por ver si su dueña aparecía.

han cerrado el centro y se encuentra con las persianas bajadas y en mitad de la calle.

No sabe qué hacer, el frío se adueña de él, y decide marcharse a su casa.

Solo piensa en lo mal que lo tiene que estar pasando esta chica.

En su casa, al sacarlo todo del sobre, se les ha caído las fotos y una de ellas, tiene un número de teléfono, y pone María.

Ha llamado y ha dicho:¡buenas noches, eres María!

ella se le notaba triste y como llorando.

¿Si dígame?

¡Me llamo Enri, y tengo unas fotos tuyas, que me he encontrado en el suelo!

Ella respondió:¿y el dinero no?

¡Qué dinero!

¿Oooof?

¡Que si tengo el dinero dijo Enri!

¿si no me digas, me lo devolverás?

¡Bueno, eso depende, si me prometes una cita, te lo daré, pero con cena y todo el día completo!

¡Bueno, si no tienes compromiso claro, pues si lo tienes triste de mí, entonces que solo venga tu pareja!

Así Enri le dio las señas, para que fuera a su casa.

Pero nuestra amiga, María, estaba temerosa, pues no sabía quién podía ser, a lo mejor, era un loco y lo mismo la secuestraría.

A la mañana siguiente, Enri, se levantó con ganas de pintar, y tomó una de aquellas fotos y en un gran lienzo, comenzó a plasmar, esa preciosa cara.

Se tiró todo el día plasmándola hasta conseguir, la imagen perfecta.

Enri se ha asomado a la ventana, y enfrente, una chica mira su casa, pero no se atreve a llamar a la puerta.

Él ha abierto la terraza y la ha llamado; pis, pis, ella ha mirado hacia arriba.

Y él le ha hecho señas, para que suba, y ella ya va más tranquila.

¡Pasa tú eres María, claro, estás como en las fotos, por supuesto guapísima Siéntate sí.!
María, le temblaba todo su cuerpo.
Él preguntó: ¡Quieres tomar algo! Ella cortada dijo:¿no, gracias?
¡Bueno, vienes para quedarte todo el día o no.!
Ella, muy asustada, dijo:¿es que yo?
Él la cortó diciéndole: ¡bueno, si hoy no puedes me lo deberás el día entero!
Ella desconfiada miraba a su alrededor, y tenía cantidades de cuadros en el suelo amontonados, todos eran preciosos, y vio uno que tenía un campo todo blanco de nieve, con una casita al fondo iluminada, ese le impactó mucho, pues ella en otros tiempos cuando era pequeña, vivió en una parecida a esa.

Él vio que sus ojos no paraban de mirar aquel cuadro. y a su vez pensaba, si le daría el dinero, pues era el sueldo y la paga de Navidad mucho dinero.
Enri se levantó y cogió aquel precioso cuadro: ¡Te gusta verdad, pues te lo regalo!
Ella no supo qué decir, y cogiéndolo con las dos manos.
Él le dijo:¡me perdonas un momento!
¿Sí: dijo ella? Poniendo el cuadro en la mesa.
Entró él para el dormitorio, y entre ese lapsus de tiempo ella se acercó a un cuadro que tenía él, en un caballete tapado con unas sábanas, lo levantó y viendo que era ella, se asustó y echo dos pasos para atrás. Y ya no se movió más.

Él salió del dormitorio, con aquel sobre, ella temerosa cogió el sobre y no se atrevía ni abrirlo.

Y sus ojos ya buscaban la puerta.

Él le preguntó: ¡María, no cuentas el dinero!

Ella respondió: ¿si Melo as dado, es porque eres un buen hombre y estará todo?

¿No te digo, como puedo pagártelo, pues ya lo sé, pero ahora estoy aterrada?

¡Bueno, yo no te he comido aún jajajaj!

Ella, posó una leve sonrisa, en su cara.

¡Quieres que te acompañe a tu casa! Ella dijo: ¿no, gracias?

Así él le abrió la puerta, y ya ella se marchaba, él le dijo:¡un momento, te dejas el cuadro! Y se lo dio.

Ella bajaba las escaleras, como alma que persigue el diablo, y tomó calle abajo, sin mirar siquiera, hacia atrás.

No pensaba volver a verlo, pero durante todo el día sabía que Había contraído un compromiso con él.

contó en casa Todo el dinero y estaba todo, así se fue al banco a ingresarlo, y quedó completamente relajada.

Se fue a la peluquería y se puso el vestido, más bonito de todos. Tomó su coche, y se fue temprano a casa del chico.

Así llamó al timbre y alguien contestó:¡si quién es!

ella respondió:¿soy yo María?

¡Si sube.!

Él, al verla tan preciosa, le dijo:¡madre mía, qué preciosa estás, y que deseas!

¿bueno, vengo a pagar mi deuda con usted?

:¡bueno, si nos tuteamos será mejor, y si te sientes incómoda, rompemos el trato!

Ella contestó:¿tú quieres?

:¡yo para nada, un trato es un trato, y es todo el día sí!

¿:Siii dijo ella?

¡Bueno, pues siéntate!

¡A ver son las doce del medio día, que prefieres almorzar aquí en casa, o deseas salir a comer fuera.!

Ella lo cierto es que le pareció, que no estaría muy boyante económicamente, lo que respondió: ¿bueno, si quieres comemos aquí si ….?

¡vale dijo él.!

Él le puso la televisión en el salón y le dijo:¡prepararé la comida"" que deseas comer!

¿hay no sé lo que tú quieras?

¡vale te sorprenderé, carne o pescado!

ella respondió.:¿Huy “carne”?

¡vale sí!

Así Enri, se fue a la cocina y cogió el teléfono y al restaurante de abajo, que era su gran amigo, le dijo lo que quería, para dos, y él le respondió:" dame veinte minutos y te lo subo vale"

¡Si gracias Pepe.!

Salió Enri y se sentó a su lado, y dijo:¡Que quieres beber!

ella respondió:¿tendrías un buen vino blanco?

Él dijo:¡si un solera, que vas a alucinar.!

Se fue al frigorífico, y sacó una botella de vino, y en dos copas lo vertió, y lo paladearon, y ese aroma

a campo, que ella percibió.

Volvió a recordar, aquella casa maravillosa, que vivió en otros tiempos.

Un par de minutos más, llamaron a la puerta y él abrió, entraron dos camareros y como en el mejor restaurante, les pusieron un chuletón con papas y les sirvieron a los dos.

Ella se quedó sorprendida, de aquella atención, y alucinaba.

sus labios carnosos les brotaban esas gotitas de vino, que él desearía recogerlas con su lengua.

Así comieron hasta hartarse, y él le dijo: ¡te apetecería una copa de helado!

ella dijo:¿unnn sí?

pero ya no cogía en su vestido.

Él la miraba comer y beber, con su delicadeza que ella portaba y como le gustaba.

Así tomaron ese exquisito postre, y se echaron en aquel amplio sofá que él tenía.

Vieron películas y a media tarde, él le ofreció café, o lo que ella quisiera, y ella respondió:

¿si desearía un café, pues he comido como nunca y estoy que me duermo, aquí tan agustito que estoy?

Tomaron café, y se fueron a dar un paseo por el parque …

charlaron de todo y se lo pasaban muy bien.

ya se hizo de noche, y terminaron frente al corte inglés, que estaba superiluminado, con las luces navideñas.

Entraron al bulevar, pero ya un poco cansada, ella se echó un poco sobre él y él le bajó la mano por su cintura en la que ella agradeció.

Pues ya en Navidad, entraron al restaurante y tomaron esta vez pescado, riquísimos, calamares con sus patitas y todo y comieron maravillosamente.

Ella, sabía que en casa, solo le esperaba un lindo gatito, que seguro estaría durmiendo ya.

Ya salieron casi a las once y media, se fueron paseando tranquilamente, muy pegaditos, pues el frío era intenso.

ya debajo de la ventana de ella, ella le dijo:¿aquí es mi casa?

él respondió:¡valla que corto se me hizo el día, has cumplido tu compromiso: volveremos a vernos!

Ella respondió: ¿si claro, me ha encantado estar contigo, me lo he pasado como nunca, pero a este día, le falta algo, pues has hecho mucho por mí, jamás pensé que habría personas como tú?

¿Quieres una última copa, de Navidad?

¡si dijo él.!

Así subieron a su piso, y de frente él vio ese precioso cuadro que le regaló, colgado en la pared.

Ella dijo: ¿bueno que deseas tomar?

¡un brandy por favor.!

Ella le señaló donde estaba el bar y dijo: ¿sírvete lo que desees que vuelvo ahora, los zapatos, me están matando?

Así se fue a la ducha, y se dio una ducha rápida, y se puso un precioso camisón trasparente, sin más.

salió que cuando él vio, ese hermoso cuerpo, que se trasparentaba detrás de las luces, se sintió frenético de pasión, que no se pudo aguantar, se puso de pie y comenzaron a besarse apasionadamente, qué acto seguido, terminaron en el dormitorio,

haciendo el amor locamente, que en esta penumbra, de las lámparas de la mesita, les duró hasta las cuatro de la madrugada, en que, ya agotados, quedaron abrasados, el resto de la noche.

Desde entonces, ya jamás se separaron y él la pintó decenas de veces y consiguió vender infinidades de cuadros, que ella le ayudaba también.

Y desde entonces, fueron de lo más felices del mundo, y

todas las Navidades repiten aquellos maravillosos años y siempre enamorados.

Enrique Nieto Rubio.
derechos reservados.

YD.YD.DODO.A.OO.98.













































































































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