domingo, 3 de junio de 2012

..La Princesa encantada de Antequera de Enricostro. ( cuentos)

 
Hace mil años, en el reino de Antequera, nació una bella y dulce princesita en el reino de Antequera; más una hechicera malvada, por envidia le hizo un maleficio a la reina, en el cual la princesa cumplido dieciséis años, no despertaría, hasta tener un contacto con un ser puro de pensamientos. 

Aquellos que tocaran el cuerpo puro de la princesa y fueran rechazados, por el maleficio, morirían en el acto, solo viviría aquel que la despertara.
Pasaron algunos de los más adinerados del reino, más todos murieron en el intento. 
la princesa, yacía con un camisón transparente y semidesnuda, pues los candidatos tenían que rozar su rostro con el cuerpo de ella.

Cuando se supo que todos morían, nadie se atrevía más, ha intentarlo... así pasaron los años y el palacio se fue deteriorando.

Murieron los reyes, y sin herederos al trono, las guerras, fueron muy intensas... y pronto el hambre y la desolación fue creciendo.

La invasión por fuerzas extranjeras, dominó todo el imperio, el hambre estaba en las calles, los abusos y las violaciones estaban a la orden del día... las muertes en la ciudad eran a cientos.

La princesa estaba protegida por una institutriz; esta la protegía, pero escondida en los sótanos del palacio, más como el palacio estaba siendo invadido, decidieron transportarla en secreto al pueblo.

Como el hambre dominaba todo, la institutriz decidió crear como una guardería para niños pequeños...de meses hasta doce años.

Como la casa no era tan grande, los tenían con la princesa; ella siempre en su cama. Con el tiempo todos jugaban alrededor de la princesa.

Cuando algún niño preguntaba, por qué ella no jugaba,
la institutriz, respondía: Ella se encuentra enferma.

Un día uno de los niños más mayorcitos, se subió a la cama y sin que nadie se percatara, dijo:
¡Pobrecita siempre durmiendo!

Se acercó tanto, tanto, que le dio un beso en la cara, y rozó su cuerpo.

Ya por la tarde se marcharon todos los niños a sus casas, más a media noche, la princesa despertó. Nadie se explicó, como había sucedido.

La princesa ya no era una niña, había despertado convertida en la más hermosa mujer del reino... Pues ella nunca envejeció, seguía teniendo 16 años.

Muchos la pretendieron, pero al poco tiempo, morían... pues todo aquel que osara amarla.  sufriría ese trágico destino"". Solo el que la había despertado, sería su amor verdadero... el tiempo fue pasando, y temor de nuevo reino en los corazones de los hombres, pues nadie la pretendía.

Ella ocupó el palacio, pues era suyo, y el gobernador, que era malvado, se negó a abandonar el palacio, por lo que decidió encerrar a la princesa en una de las torres.

Ella lloraba mucho, pues apenas conocía el mundo y haber despertado para estar prisionera, no era nada bueno.

Este gobernador decidió hacerle una visita a la princesa, sin reparar en las consecuencias.

Trató de forzarla para abusar de ella; pero el cuerpo de la princesa, desprendió un aroma algo extraño.

Su piel con el forcejeo se puso algo morada, y este malvado cayó fulminado.


Ella tomó posesión del palacio y fue gobernando el país, mejorándolo poco a poco.
La princesa, daba audiencia todos los viernes, a las doce de la mañana, a todo el que lo solicitara.

Un día, una mujer campesina, se dirigió a palacio y pidió audiencia para hablar con la princesa; ella deseaba expresar su gratitud, en nombre de todos los aldeanos, por el buen trato y cariño que ella les demostraba.

Cuando llegó el turno a la campesina, quien iba acompañada de su hijo... le entregó a la princesa, como obsequio, un jarrón de leche <de la mejor de sus cabras>

El hijo de la campesina, al ver a la princesa, quedó prendado de ella.

La princesa, en agradecimiento, tomó el primer sorbo de leche; e inmediatamente su rostro comenzó a cambiar de color. El resplandor de su belleza iluminaba todo el palacio... y ella quedó encantada de aquel líquido tan exquisito.

Le pidió a la campesina, que todas las semanas enviará a su hijo Pablito, de vuelta al castillo, con una jarra de tan deliciosa leche.
Así pasó algún tiempo, y cada vez que esto acontecía, la princesa le daba dos monedas de oro al chico que le llevaba la leche.

Un día, la princesa ordenó a la servidumbre, que cuando Pablito llegará subiera a sus aposentos y pidió que nadie les molestara... Ella conversó con él durante horas y horas, pues el chico no paraba de contarle cómo era la vida en las afueras del palacio, así como de sus logros y desventuras.
Una tarde Pablito subió sin avisar, pues era joven, muy atrevido; y para la princesa él era muy gracioso, y le alegraba el día.

Entró... ¡Hola!... gritó.

-Pasa Pablito, dime: ¿Cómo te va hoy?

-Muy bien, estaba deseando de venir para compartir tiempo a tu lado.


-¿Por qué de tu interés Pablito?

-Bueno... la verdad es que estoy enamorado de vuestra majestad; estoy profundamente enamorado; pues me la paso todo el tiempo pensando en vos y apenas alcanzó conciliar el sueño, anhelando el momento de volveros a encontrar.

- ¡Pablito! Eres muy atrevido... pero he de confesaros que vos también me alegras mucho mi vida.


Luego de una pequeña pausa, la princesa tímida y preocupada preguntó:

¿Sabes que todo aquel que de mí se enamora, termina de morir al poco tiempo de frecuentarme?

¿¡Oh! Mi amada princesa, yo desde ya estoy muriendo por vos, pues mi desdicha es muy grande, por no poderla amar. Así pues, dejadme que muera, al menos permitiendo que os entregue mi corazón.

-¿De verdad quieres arriesgarte a amarme?

- ¡Con toda el alma! Quiero estar con vos, miraos todos los días, y sentiros muy cerca de mí.

-¡Pablito, amor del alma mía! ¿Tan loco estáis por mí, que a la muerte desafiáis?

-Sí, mi dulce princesa... estoy profundamente prendado de vos.

-Pues debéis saber que yo también os quiero, pero no puedo permitir que muráis.

-Si tengo que morir por vos; con gusto entrego mi vida; pues no habría muerte más dulce, que morir por vuestro querer.

¡Eres muy osado muchacho! Más si de verdad estás dispuesto a arriesgar tu vida, ven y acércate a mis brazos que yo también muero por ti.

Abrazándose a su cuerpo, ella le dijo:

-Te amararé con toda pasión, y así... si mueres, a tu cuerpo no le falte la razón.
Sus cuerpos se entrelazaron con amor y una pasión de locura; hicieron el amor intensamente toda la tarde. Esa experiencia fue maravillosa para los dos, pues es algo nunca vivido por los dos.

Entrada la noche, Pablito se retiró alucinando por tanta hermosura y feliz de saberse correspondido.

Al día siguiente la princesa esperaba lo peor... el anuncio de la muerte de su amado y el de su propio corazón. 

Más este la sorprendió llegando muy temprano, con un cántaro de leche.

La princesa no pudo contener el llanto al verle y en sus brazos se cobijó... Se besaron intensamente, con dulzura y amor.


Desde ese momento, Pablito se quedó a su lado y anunciaron la boda.

Se casaron, al poco tiempo, pues él era el niño, que un día, estando la princesa encantada, un beso le dio.

Colorín colorado, este cuento de amor y fantasía ha terminado.


 Enrique Nieto Rubio.

*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.


sábado, 2 de junio de 2012

..Dónde está tu Mente de Enricostro (en poemas)


¿Dónde está tu mente?
Que mis pensamientos,
 en todo momento te buscan.
¿Dónde está tu mente?
Que aun llamándote a deshoras,
 no me quieres responder.
¿Dónde está tu mente?
Que si te nombro me miras, 
pero no me quieres ver.
¿Dónde está tu mente?
 Que muriéndome 
de deseos por tenerte, 
no te puedo tener.


¿Dónde está tu mente?
Me ahogan mis angustias,
 
y nada quieres hacer...
y mi amor se muere.
¿Dónde está tu mente?,
Que aun llenándote de halagos
 
finges estar sin poderte tener.
¿Dónde está tu mente?
Que si te digo, te quiero 
no respondes mi llamada, 
y yo muero sin ti.
¿Dónde está tu mente?
Que en las lejanías, 
sueño que puedo tenerte,
 y
 te encuentro aún más lejos.
¿Dónde está tu mente?

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.

..Al cielo estoy gritando de Enricostro. (poemas)


Al cielo estoy gritando,
 pues ella no me quiere escuchar…
Con mis alas voy volando,
 para que me dejen ingresar.


¡Ábreme la puerta Dios!
 para que pueda entrar! ... 
Y así, quedarme aquí contigo;
 para que no me haga más penar. 

¡Que a su lado vivo!
 sumido en el dolor...
y sin ella no soy nada! 

Pues con ella tengo el castigo, 
por no saberla amar; 
pues de mis labios solo salen,
 palabras de amargura y soledad. 
Vivir en aislamiento no es fácil...
es conocer la verdadera infelicidad. 
Prefiero vivir contigo Dios,
 que seguir penando...
 en esta vida.




Enrique Nieto Rubio. 
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

domingo, 27 de mayo de 2012

..Las pistolas del gitano de Villa Viciosa de Enricostro. (novela)


Año 2011, en un pueblo de Villaviciosa de Córdoba, vivía un gitano que lleva dos pistolas, estilo western.

Pero volveremos años atrás cuando tenía cinco años,

Este niño se llama Paco Herrera, llevaba dos pistolas de juguete, que su abuelo le había hecho de chatarra; se las pintó y las dejo como nuevas, pues eran muy pobres.

Para el Día de Reyes, Paquito recibió dos pistolas, un sombrero y un caballo viejo; como presente por parte de su abuelo.

Así comenzaron las fantasías de cabalgata, hasta el viejo oeste que Paco tanto idealizaba... Ese era el sueño de su vida; pues su abuelo, desde que tenía un añito, siempre le contaba películas de pistoleros.


Corría por los caminos en su caballo y cuando veía a alguien, sacaba sus pistolas ¡Bang, bang!... disparaba y salía huyendo.

Los años pasaron y como de costumbre, el abuelo gustaba de seguir contando de pistoleros y jinetes, mismas que el pequeño después trataba de emular en sus juegos de niño.

Cuando cumplió los doce años, murió el abuelo; quién era su pedestal... hundiendo a Paco en la desolación y desconsuelo.

Dos años más tarde, ya cumplidos los catorce años, su padre es detenido por robar la caja de ahorros del pueblo; con la mala fortuna en un forcejeo, mató con su cuchillo al banquero.

En el juicio, se dijo que fue un accidente... pero sin importar que tan respetada fuera aún la memoria del abuelo, poco valor tuvo a la hora de condenarlo.
Desde entonces Paco se quedó solo y se dedicó a delinquir. Era parte de su diario vivir, pues no paraba de cometer robos en el pueblo.

En el número cinco de la calle, las rosas, golpeó a una anciana en su vivienda para robarla; la mujer arrastrándose hasta el balcón ha pedido ayuda. De la taberna han salido cinco personas, que se disponían para irse a trabajar al campo, aquí en la finca del garrotero... Que es de labranza y ganado.
Lo han cogido a la salida y se ha liado todos a golpes... Paco ha matado a uno con una navaja; y a los demás los ha dejado casi muertos.

Paco tampoco ha salido limpio, pues le han reventado la cara a palos y lo han dejado que no se mueve de la gran golpiza.

Han llamado a la guardia civil, y se lo han llevado al hospital de Córdoba, así como al otro cuerpo también.

Después de dos semanas en el hospital, Paco ha puesto pies en polvorosa y ha desaparecido. La policía lo están buscando, porque lo acusan de asesinato, asalto armado, secuestro y robo.

Transcurre un año, y nadie ha tenido noticias del chico.
jueves 25 de julio, ha entrado a la plaza del pueblo, un jinete vestido de negro con su sombrero de cowboy; lleva consigo dos pistolas de oro... que brillan desde lejos.

Se ha bajado de su caballo, ha estilo de Gary Cooper, y ha entrado en la cantina, de donde salió por última vez.

El cantinero se quedó de piedra, al ver que ese jinete misterioso era Paco vestido de pistolero.

Una cerveza... ordenó el chico.

El mesonero le puso la cerveza y dijo: ¡Hombre Paco!... ¿Qué es de tu vida?

-Bueno, ¡no me quejo...me defiendo bastante bien! Ummm... Dime Paco: ¿Las pistolas son de verdad?

-¡Si lo son!

Paco sacó un revólver precioso y perfecto y lo puso en la barra del bar.
El tabernero preguntó: ¿Puedo?
-¡Sí, hazlo!

El hombre cogió el revólver, pero este pesaba mucho y además era demasiado perfecto para que fuera de verdad.

El mesonero se lo devolvió a Paco, y este acto seguido lo enfundó en su cartuchera.

Después de terminarse su cerveza, dijo:
-¡Dame toda la caja!
¿Bromeas?
-¡No! Lo digo en serio.

El tabernero no sabía si reír, o qué más hacer... en el acto Paco se sacó un palillo de dientes, <del bolsillo del chaleco> y se lo puso en la boca.

Caminó dos pasos atrás... Mirándose en un espejo que había enfrente... Y frente a él, al estilo Luki Lu, quedó el tabernero.

¡De pronto su rostro se embruteció, y en un segundo desenfundo su pistola! Bang, bang, bang! El estruendo fue tremendo.

El espejo quedó hecho añicos en un segundo y luego volvió a enfundar su revólver.

El tabernero tembloroso, sin replicar nada, saco cuanto tenía, y se lo dio todo.

Paco salió caminando marcha atrás, resonando sus espuelas.

Y cuando llego a la puerta le dijo:

¡Mataré a los que me dieron la paliza y después te mataré a ti también, por haber servido de testigo de ellos!

 Salió y de un salto se montó en su brilloso caballo... en un cerrar de ojos había desaparecido 
del pueblo.

El tabernero llamó a la guardia civil, y les ha contado que Paco, el gitano, está en el pueblo; vestido de pistolero y con dos armas de oro... amenazando con que mataría a quienes le habían propinado la paliza y enviado a la cárcel.

Les invadió un temor muy grande, pues lo cierto es que era un pistolero rapidísimo... ¡Vamos de película!

Mientras tanto, Paco salió al cruce de carreteras; y allí iba desvalijando a punta de pistola a cuantos circulaban con sus coches; hasta que apareció la guardia civil.

Apartó el caballo a un lado, y se dejó caer por el acantilado, disparando con sus dos pistolas... al final mató a dos hombres de la guardia civil; por lo que sus compañeros han pedido refuerzos.

De pronto, desde el fondo del acantilado se ha escuchado un chiflido muy singular... y el caballo de Paco ha salido en carrera abierta hacia donde estaba su amo. El intrépido jinete se ha subido y ha salido huyendo por la Sierra de Córdoba; pues no se iría sin ajustar cuentas con sus enemigos.
Buscó refugio en la cabaña de unos parientes, cerca de la ermita de Córdoba... pues ya había entrado la noche y era tarde para ir a cobrar venganza.

A la madrugada siguiente, salió a las cinco de la mañana con rumbo a la Finca del Garrote... se ha bajado de su caballo y dispuesto a descansar en un buen escondite detrás de los árboles... en espera a que lleguen los coches.
A lo lejos se ven las luces de los vehículos acercándose... en el momento justo, Paco se ha puesto en medio del camino, disparando sus revólveres a diestra y siniestra.


Los conductores han reaccionado mal y al maniobrar los volantes de forma errónea, los han hecho volcar y todos los tripulantes han muerto en el acto.

Paco ha cogido su caballo, y se ha largado a tropel a su guarida... Allí esperará a la policía y guardia civil; para su final desenlace.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.
POSDATA
Paco el gitano quizás no lo encuentren nunca, pues él es un famoso actor disfrazado y suele estas en el pueblo de Almería
 y en los Estados Unidos Arizona llamado el pistolero Warte Bronson.
haciendo películas.