jueves, 10 de octubre de 2013

..Llueve, llueve, llueve.


Llueve, llueve, llueve,
ya no para de llover,
pues mi amor se ha marchado,
para nunca más volver.
  
Llueve, llueve, llueve;
que se inunde mi sentir,
que mi amor se ha marchado,
y me deja solo aquí.
 

Llueve, llueve, llueve;
llorando el cielo está,
pues un corazón partido,
le falta la otra mitad.

 

Llueve, llueve, llueve;
que ya llego mi agonía
pues no veo el alma mía.

Que entre mantos se me pierden,
pues con tanta agua,
quien puede
ni siquiera ver el día.

  


Llueve, llueve, llueve;
ya no pares de llover,
que mi cuerpo el agua lleve,
con mi sueño del ayer,
y quedándome con mi amada,
para otro renacer.

Enrique Nieto Rubio.
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.

martes, 8 de octubre de 2013

..Pensando en tí de Enricostro.





En tus besos un suspiro,
 en tu aliento un querer, 
en tus manos un te quiero,
 con una rosa también.

Tú me dices que me quieres, 
y que yo me muero por ti,
Yo te digo que te siento,
 siempre muy dentro de mí. 
Tú me llamas por las noches,
 y por las noches te siento en mí. 
Tú preguntas por mis besos,
 y ya antes todos te los di. 


Te preguntas en silencio,
 porque no estoy junto a ti...
más bien sabes que soy viento,
 y ese rostro es mi sentir. 
Soy el aire que te anhela,
 soy la brisa en tu piel...
soy la luz y el deseo...
que tú me quieres tener. 
Soy tu llanto, la flor de tu jardín, 
soy tu risa y tu canto...
soy la sombra de tu ser.
 ¡Soy 
todo lo que tú quieras! 
¡Soy todo y soy él! 



Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.

sábado, 5 de octubre de 2013

..Regalo de Premiación.

Me llaman...
para traerme un regalito.
Dígame señor repartidor,
¿En qué puedo servirle?

- Le traigo esta cajita,
 llena de frases bonitas
y de felicitaciones,
 de todos tus amigos.
¡Oh gracias! Señor repartidor.
 Suba por las escaleras,
hágame usted este favor.

 El perrito no muerde,
 así que, sin preocupación.
 Es que no puedo salir,
 porque tengo sarampión.

Déjeme usted la caja, 
y vaya usted con Dios.
Que un regalo... es un regalo, 
y si es pobre ¡Muchísimo mejor!
Que un regalo para ricos,
 en casa de un pastor...
¡Siempre huele a chamusquina!

Y eso no lo quiero yo.
 Que aunque pobre soy,
con poquito me sostengo.
 Un buen amor en casa,
trabajo y salud,
 y lo demás... todo es cuento.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

jueves, 3 de octubre de 2013

..Gorrioncillo se va cuentos de Enricostro.


Un gorrioncillo que en su nido estaba, ya casi listo para volar, formadito y con toditas sus plumas; se agarraba a su nido agitando sus alas para comprobar su resistencia.
Pero tenía miedo de fracasar, pues dejar su casa, sería un gran paso para él. Con el temor de no poder volver…. Un día nublado decidió arrancar el vuelo con mucho miedo... ¡Salto! Fue revoloteando sin saber a dónde ir.
Ya desconcertado, perdió el sentido de donde estaba su casa... y se asustó aún más. Llamó a su mamá, pues no la veía. Pero su mamá, aunque él no lo sabía; estaba pendiente de él, desde lo alto de un árbol.
- Mamá... ¡Me he asustado mucho y no te veía!
No te preocupes, hijo….¡No pasa nada! Vamos ven conmigo.
Volaron y volaron y ya jamás volvieron a su nido. El mundo era nuevo para él y buscó nuevos rumbos
.



Ya separado de su madre, voló y voló tremendamente lejos... olvidándose de todo, y fue de lo más feliz del mundo, pues encontró una gorrioncilla hermosa, con dos brechas doradas en sus alas, y se enamoró de ella. Volaron los dos juntitos, pues lo más duro fue dejar sus casas para empezar una nueva vida juntos. Ella tenía miedo de empezar otra nueva vida con él, pero tenía que intentarlo.
El temor de ser desprotegida por él, era presente en su mente, pero él era buen gorrioncillo y la amaría para siempre. Así buscaron un nuevo hogar para formar su familia, y vivieron felices para siempre jamás.


Moraleja:
Si no das el primer paso en la vida, jamás conseguirás un mundo nuevo.


Enrique Nieto Rubio
*Derechos de Autor*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.