viernes, 22 de noviembre de 2013

..En mi barco velero, de Enricostro.






En mi barco velero,
 me he echado a la mar,
para buscar un lucero,
 que brilla en la eternidad. 
Navegando día y noche,
 viéndote relucir, 
a lo lejos voy mirando, 
para que no te pierdas de mí.


Con olas de cinco metros,
 alzándome hacia el sol, 
sigo buscando mi lucero,
 que me llevara a mi amor. 
¡Lucerito, lucerito!
 No me hagas padecer... 
llévame pronto a ella,
 que si no me moriré.


El lucero con un guiño,
 me indicó la dirección. 
Ya se ve aquella isla,
 ¡Seguro es la de mi amor! 
Acercándome a ella, 
en la arena la veo sentada... 
Mira si es niña bella,
 con mi niño y encantada. 
¡Luz de luna! Le grité...
 estrella de mi sentir. 
Ella miraba tímida y coqueta;
 haciéndome sonreír. 
¡Qué bonita eres mujer, cielo de mi vivir! 
He viajado por los mares...
casi pierdo la razón. 

Ya por fin he llegado, 
y no me volveré a marchar; 
me quedaré para siempre,
 juntos toda la eternidad. 
Tú eres amada mía, 
la reina de mi sentir, 
que por ti casi pierdo la vida,
 porque sin ti no sé vivir. 
Abrázame amor mío, 
que yo te anhelo besar; 
y beber el néctar de tus labios, 
y así mi sed poder saciar. 

Tengo ansias de comerte a besos,
 para el hambre relajar; 
pues entre tantas olas, niña, 
no he comido nada de nada. 


Vayámonos a casa cielo;
 que nos vamos a disfrutar... 
de un buen banquete,
 de buenas mordidas,
 y un lote de fierabrás. 
¡Que como dijo Quijote!:
 Algo bueno eso será! 
Pues aunque sea un bálsamo, 
qué gustito nos dará. 

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos de Autor*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.


miércoles, 20 de noviembre de 2013

..Cuando me hablas de amor.



Cuando me hablas de amor,
 tus palabras me suenan a él ...
 y se me encoge el corazón,
 y me haces envejecer.


Siempre que converso contigo,
 se me enciende mi sentir...
Pero después cuando te miro,
 mi mente dice que sí.

Tú te escondes entre azucenas,
 margaritas y pericones... 
Los geranios son tus amigos,
 las rosas y los crisantemos, te cobijan. 
Y yo soy,
 como el cardo borriquero,
 saltando entre las flores... 
y queriéndote coger;
 pero nunca llego a ti, 
porque siempre lo encuentro a él.



Que no sé qué planta es...
 ¡Pero siempre está ante mí! 
El vino de la guerra;
 destrozando mi jardín. 
Busca sin cesar a la más bella...
quién es flor de mi sentir. 
Con mil armas he luchado,
 para protegerla de él.
Pero siempre pierdo la batalla,
 y... ¡No me explico por qué!
 
He buscado en los libros,
 sabios del entender; 
y en la última hoja,
 lo he encontrado...
ahora comprendo por qué. 
Pues él es una planta rara...
con espinas, como Dios; 
que se clavan en el querer.
 y ya no suelta ese amor.
Cactus parece ser, con sombrero y todo; 
con patas y pies al revés...
y con un malvado corazón. 
Llorando vas por las esquinas...
 y él me pregunta por ti: 
¿Dónde está esa niña?,
 ¡Que la quiero para mí!
Así pues, yo le contesté:
 Esa niña es rosa de mi rosal; 
y no la puedes tener...
porque sé, que con tus púas,
 la matarás. 
Él gritando se marchó,
 y blasfemando se fue al fin, 
Pero lo que él no sabía,
  que tú eras el "Rosal de mi jardín".
Que te tengo entre mis hojas...
protegiendo tu sentir. 
Y aunque sé que espinas tengo,
son para protegerte a ti,
  y además un gran corazón,
que está loquito por ti.  




Enrique Nieto Rubio 
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Abre la puerta niña de Enricostro.

Sigo llamando a tu puerta ...
y no me quieres abrir, 
Mi corazón está destrozado,
 porque se muere sin ti.


Déjame entrar en tu alma,
 no me abandones así; 
que sí me dejas sólito,
 yo moriré sin ti.
Abre la puerta niña, 
yo solamente quiero pasar; 
para decirte mi cielo, 
que contigo quiero estar.



Abre la puerta niña, 
no me hagas sufrir más;

que sufriendo voy muriendo...
 por toda la eternidad.
No dejes morir el sentimiento,
 que guardo en mi corazón; 
es para ti niña hermosa,
 lucero de mis noches sin luna,
Porque tú eres el oasis de mi pasión. 
Si tú quieres, yo quiero...
Y nos casaremos los dos.

Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cosssio Cámara. 




miércoles, 13 de noviembre de 2013

..Una estrella se cayó.



Ya se cayó una estrella, 
ya se murió su querer; 
si alguien la encuentra, díganle... 
¡Que ella fue mi querer! 
Ya se perdió esa estrella, 
que alumbraba mi sentir; 
y cuando miro a los cielos, 
perdido me encuentro, en mí sentir.
Qué oscuro se ha quedado, 
el cielo de mi pasión; 
una estrella ha destrozado 
lo más hondo de mi corazón.



Muy solo me has dejado 
estrella de mi sentir... pues 
desde que te has ido de mi cielo, 
imposible ha sido no sufrir.
Y rompiéndome los sueños 
tiembla mi cuerpo en sí. 
Ya no tengo más recuerdos... 
solo quedan lágrimas en mí vivir. 
Esperando por ti estaré, 
en un lugar apartado... 
a que me lleguen los sueños 
de este amor desesperado. 

Enrique Nieto Rubio 
*Derechos de Autor*
Colabora en imagen,
 Silvia Regina Cossio Cámara.