Como poeta sin inspiración,
muriendo en los infiernos.
Como bohemio sin sueños,
qué perdido vive penando en ti.
Como primavera sin flores,
formando un desierto entre tinieblas.
Como pintor sin acuarelas,
que aun queriendo pintar,
deja huella en el viento.
Como noche sin oscuridad,
que no me deja soñar,
en tu cuerpo enamorado.
Como carta sin remitente,
que volando por el mundo,
no consigue alcanzarte.
Como plegaria sin destino,
que viajando en el tiempo,
no consigue encontrarte.
Como laberinto sin salida,
que aun sintiéndote en mí,
no consigo tocarte.
Como tormenta sin lluvia,
que con solo los estruendos,
tiembla mi sentir.
Como bosque sin árboles,
que aun siendo un desierto,
das sombra tu sentir.
Como alma sin conciencia,
que errante por el limbo,
lloras por una ausencia.
Como llanto sin lágrimas,
que aun queriendo llorar,
ahogas tu sufrir.
Como ente sin identidad,
que aún sintiéndote aquí,
no consigues llegar.
Como jinete sin montura,
que agarrándote a sus crines,
siente tu cuerpo volar.
Como sombra sin dueño,
qué perdida en la oscuridad,
arañas la noche.
Como escultor sin arcilla,
que aún modelando,
tu cuerpo en mente,
siente tus pasiones.
Como mar sin horizonte,
que aún sintiéndote llegar,
nunca consigues tu meta.
Como héroe sin leyenda,
que habiendo ganado,
todas las batallas,
te sientes perdida.
Como pastor sin rebaño,
que aun sin tenerlo,
lo buscas con desesperación.
Como pasos sin destino,
que aun caminando por los infiernos,
no consigues la paz.
Como náufrago sin isla,
que en las desesperadas aguas,
te sientes desfallecer.
Como semilla sin tierra,
que aun queriendo ser margarita,
no consigues abrir tus pétalos.
Como arco iris sin color,
que por más que escampe,
tus lágrimas siguen mojando.
Como rosa sin espinas,
que sintiéndote rosal,
tu aroma impregna los corazones.
Como jardín sin flores,
que teniendo toda la tierra del mundo,
no consigues florecer.
Como barco sin timón,
navegando a la deriva,
surcas los mares,
sin encontrar a tu amor.
Como creyente sin fe,
que asqueado de la vida,
luchas por tu querer.
Como actor sin guion,
que aún, sintiéndote bailarina,
luces tu mejor función.
Como senda sin final,
que aún cansada de andar,
sigues tu caminar.
Como perro sin amo,
que vagando por el mundo,
buscas un lucero para tu cobijo.
Como promesa rota,
que aun fallando en tus recuerdos,
luchas por mantenerte en pie.
Como río sin cauce,
que aún, viviendo estancada,
reluces vida y alegría.
Como ave sin alas,
que aun queriendo volar,
saltas y saltas sin parar.
Como incompleto,
consigues vencer tus temores,
aunque te sientas vacía.
Como sin aliento,
que aun viviendo en la agonía,
intenta respirar sin conseguirlo.
Como día sin sol,
que vagando por el mundo,
das vueltas sin encontrar la luz.
Como ausente y pensativa,
buscas lógica a tu vida.
Como sin vida,
y a un estado inerte,
intentas arañar el cielo.
Como perdido,
dando vueltas y vueltas,
sin encontrar tu sentir.
Como vació,
intentando llenar tu corazón,
sin encontrar el sentido.
Como... como,
sin sentido...
¡Me encuentro muriendo por ti!
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*