Tu mujer de alquiler,
que prestas y utilizas tu cuerpo por dinero.
que prestas y utilizas tu cuerpo por dinero.
Vas provocando en los hombres,
ese deseo de amor y sexo...
ese deseo de amor y sexo...
Y que por solo unas horas,
puedes hacerles sentir y gozar.;
puedes hacerles sentir y gozar.;
Aceptando cuántas exigencias
que te propongan, de buena o mala, fe.
que te propongan, de buena o mala, fe.
¡Sí!..Señora mía,
tu cuerpo das por monedas;
haciendo sentir,
tu cuerpo das por monedas;
haciendo sentir,
hasta ese amor que cree perdido,
o quizás el que nunca tuvo.
o quizás el que nunca tuvo.
Eres mujer de juegos,
posturas y alguna que otra travesura.
posturas y alguna que otra travesura.
Sin embargo, tus besos de cariño y caricias...
¡Pasajeros son!
Más tu agraciado cuerpo y rostro,
después del paso del tiempo.;
después del paso del tiempo.;
Como todo lo que un día fue bello,
terminará en el gélido olvido...
terminará en el gélido olvido...
Como si fuese un hermoso sueño...
pero solamente para ellos.;
porque al final, se darán cuenta qué.
todo fue solamente fantasía.
todo fue solamente fantasía.
Tus susurros amorosos,
movimientos sexuales lentos y precisos;
movimientos sexuales lentos y precisos;
que hacen enloquecer,
dándolo todo, en sensaciones,
nunca vividas...
dándolo todo, en sensaciones,
nunca vividas...
Por una gran mayoría, de hombres;
y gestos olvidados para otros.
y gestos olvidados para otros.
Esperando ellos quedan;
a que amanezca un nuevo día... tal vez.
a que amanezca un nuevo día... tal vez.
Luego tu hombre, de sueños comprados;
caminas por la calle...
caminas por la calle...
boquiabierto, como si algo extraño,
acontecerá en tu mente.
acontecerá en tu mente.
Sabes que un amor, vas dejando atrás;
en aquella sucia puerta...
en aquella sucia puerta...
Sí... una bella relación quizás...
pero falsa que se va apagando;
pero falsa que se va apagando;
con cada paso que das,
así como con el paso de las horas del día.
así como con el paso de las horas del día.
Llegas a tu casa y te sumes en la soledad,
que de costumbre vives;
que de costumbre vives;
y franqueas el día, pensando en ella,
y sintiendo esos escalofríos;
y sintiendo esos escalofríos;
la añoras y la deseas tanto que,
darías todo por estar a su lado.
darías todo por estar a su lado.
¡Pero no es tuya!...
Pues siempre será un amor,
que no te pertenece.
Pues siempre será un amor,
que no te pertenece.
Transcurren las horas,
y pronto llega la noche,
viendo televisión.;
y pronto llega la noche,
viendo televisión.;
Te embarga la soledad,
y el silencio de la casa te oprime.
Cenas... y te vas a la cama,
y el silencio de la casa te oprime.
Cenas... y te vas a la cama,
cierras los ojos, depositando en la almohada,
una lágrima de felicidad;
mezclada de soledad con tu tristeza.
mezclada de soledad con tu tristeza.
A la mañana siguiente,
suena el despertador;
tienes que arreglarte,
suena el despertador;
tienes que arreglarte,
desayunar y salir pitando,
al trabajo, para estar punto en horario.
al trabajo, para estar punto en horario.
Entre hora y hora, indefectiblemente,
te acuerdas de ella y sonríes...
te acuerdas de ella y sonríes...
y continúas con tu labor;
exhalando una bocanada de aire fresco.
exhalando una bocanada de aire fresco.
Transcurren los días, y cada vez ella...
está más lejos en tu mente;
está más lejos en tu mente;
así varias semanas;
hasta que otra vez,
te atrapa el sentimiento...
hasta que otra vez,
te atrapa el sentimiento...
¡Sí! Te domina el anhelo,
y la necesidad de volverla a encontrar.;
y la necesidad de volverla a encontrar.;
Así... a la puerta tú llamas;
entras y repites tu "Historia de Amor"
entras y repites tu "Historia de Amor"
Enrique Nieto Rubio.
*Derechos Reservados*
colabora en imagen.
Silvia Regina Cossio Cámara.