Marco Antonio y Cleopatra
¡Cleopatra! Mi amor, ¿dónde estás?
Ven aquí, amada mía,
Regálame el elixir de tu boca
Sacia con ella la sed que me provoca
El cansancio de esa gran batalla.
Que gané por ti y para tu grandeza.
Aunque nada hay que iguale tu belleza.
¡Oh! Mi dulce Cleopatra,
En mi fiera lucha, solo pensaba en ti
Y es que te quiero tanto,
Que tu amor me da la fuerza
Para pelear ferozmente.
Regresar contigo y ofrecerte
La más enorme de las grandezas.
Mi amor por ti… Nuestro amor.
Acércate, Cleopatra, pronto partiré…
***
Liaazhany
Calla mi amado Marco Antonio,
No digas palabras que hieren mis oídos.
Ni busques excusas para tu marcha.
¡Solo di adiós y vete!
Ahora sobran las palabras,
Ve con Fulvia, tu flamante esposa.
Olvida el vibrar de nuestros cuerpos
La pasión que alberga mi corazón.
¡Oh Dios de Egipto, qué falso es el amor!
***
Enrique
Mi dulce y bella Cleopatra, he vuelto,
Bien sabes que me tienes embrujado.
Es tanto el amor que te tengo
Que me abandonaría a los dioses
Por poseerte en este instante mi amor.
Ya no me importa nada, Fulvia, mi esposa ha muerto
Nuestro amor ahora podemos realizar.
Mi hermosa Cleopatra, ya no me hagas sufrir más.
El mundo se me ha cerrado, mis batallas han fracasado,
Las guerras las he perdido, mis generales me critican
Diciendo a todos, que tú me has embrujado.
Ya da igual, solo deseo morir a tu lado, pues estoy malherido
Y solo deseo que me abraces, ya me reclaman en la otra vida.
¡Bésame Cleopatra! El camino será largo,
No quiero partir sin darte mi último aliento.
Siento muy cerca el frío de la muerte.
Solo tus labios me ayudarán a marchar.
Liaazhany.
Los dioses te confunden, Marco Antonio,
No digas eso, quédate conmigo, gobernaremos juntos.
Mi vida te pertenece, desde el día que mi imagen
Se reflejó en tus hermosas pupilas.
Dadme a beber mandrágora, hasta que mi sueño
Sea eterno, para qué quiero los imperios, las riquezas
La gloria, si no podré vivir con tu ausencia.
No te marcharás solo, Marco Antonio
Partiremos juntos, tomados de la mano.
¿Puedes ver nuestro carruaje?
Brilla intensamente, el mismísimo dios Ra
Ha venido a por nosotros.
Silencio total... Marco Antonio y Cleopatra se han ido,
Levantemos la mirada, observemos el firmamento
Y podremos ver entre las estrellas
La silueta de Cleopatra y Marco Antonio
Besándose eternamente…
YIAAZAHNY Y,,,,,
ENRIQUE NIETO RUBIO -Y LIAAZAHNY.
Derechos reservados de los dos.