Juanito era uno de los seis hermanos, su mamá ya con 50 años era una mujer maravillosa y su papá un hombre que siempre estaba trabajando.
Ellos vivían en una casa en Córdoba, casco viejo.
Su madre, una amante de las flores y plantas, tenía un patio precioso.
Un día ella cayó malita y ya no pudo levantar cabeza,
Todo su hermoso patio empezó a demacrarse por más que los hijos y una niña de 15 años por más que regaba esas plantas, visto era que no la aceptaban y se cavan, pero que pasaba si lo hacía como su mamá...
todo el patio ya daba pena y la madre, desde el dormitorio que daba al patio, veía como sus plantas se morían y las lágrimas le brotaba amargamente...
la madre llamó a Juanito, que él siempre estaba pendiente de ella, le preguntó, qué haces Juanito.
Juanito le contestó:¿mamá estoy haciendo compost para las plantas?... ¡pero conque hijo! Pues recolectó todo lo que salé de las verduras, de la cocina y los resto de frutas como las naranjas, los plátanos, las cáscaras de Melón, de y todo lo que sean restos de verduras. pues lo he visto en un tutorial en internet. y ya tengo un bidón muy grande, lo pico todo en pedacitos muy pequeños y se degradan antes.
Verás mama como tus plantas reviven pronto. y tú te podrás buena lo se mama,
Juanito comenzó y nadie sabe por qué, con la más próxima al balcón de su mamá,
Sacaba las plantas casi moribundas y toda la tierra de la maceta la iba mezclando con su compost, hacia una a una les cambiaba toda la tierra y la mezclaba con su material.
Regandolas al instante bueno solo eran unas, venté y las del suelo que tenía de todo.
las plantas resistía y durante los meses próximos a la primavera todas comenzaron a brotar como si no hubiera un mañana,
las flores ya en mayo salieron y fueron las más hermosas vista nunca por su madre que las miraba desde su balcón y ese aroma a geranios pericones y margaritas, las azucenas alcanzaron su balcón de altas que se pusieron has ta un palo que encontró mientras iba al mercado que les daban todo lo sobrante de las verduras, ese palo lo usaba para menear el compost,
se levantó una mañana y estaba dentro de su bidón y brotando unas preciosas hojas,
Lo plantó en un macetón y entres días salió una planta trepadora, con preciosas campanitas subiendo hacia su balcón.
Así, paso y día a día su mamá fue mejorando y cada vez más preciosa.
Llamó a Juanito para que la ayudara a levantarse, salió al patio, viendo ese milagro, y con lágrimas en los ojos abrazó a todos sus hijos, dando vueltas con ellos en el centro del patio.
Cuando de tarde llego su esposo y la vio tan joven y radiante, se abrazó a ella como si fuera la primera vez,
ella respuesta, no volvió a enfermar jamás.
Juanito ya no paró de hacer compost con tanta magia que llego a crear la empresa más grande de la ciudad que hasta los ricos del campo lo usaban para los huertos
y que me jaspe, si miento que las frutas y verduras eran las más sanas de toda Córdoba,
le preguntaban cómo lo hacía, pero su secreto era el amor y dedicación que les ponía bueno, eso nunca se lo dijo a nadie
Solo lo sabía su maravillosa madre.
Enrique Nieto Rubio.
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