Para nosotros los abuelos,
es triste y desolador,
es triste y desolador,
ver como los dolores y la soledad,
con el paso de los años
con el paso de los años
se apoderan de nuestra vida...
y es realmente una pena.
y es realmente una pena.
Pero aún da más pena,
cuando las personas de edad...
olvidamos que son nuestros padres,
o nuestros abuelos;
relegándolos a un mundo,
de miseria y total descuido.
de miseria y total descuido.
Injusto es, que muchos ancianos,
se encuentran en el olvido;
se encuentran en el olvido;
sin que nadie se acuerde de ellos;
pasan hambre, sufren frío... ¡
Y duele, duele mucho;
Y duele, duele mucho;
¡este mundo perdido!
Hoy con lágrimas en los ojos,
he visto a
he visto a
otro abuelo abandonado;
en total estado de calamidad...
muerto de hambre quizás;
muerto de hambre quizás;
lo sacaban los bomberos,
por una rota y pequeña ventana.
por una rota y pequeña ventana.
¡Oh Dios mío... en este momento!
sumo dolor embarga mi corazón!
sumo dolor embarga mi corazón!
Pues vivía en el desván,
de un inmundo segundo piso... ¡
Solo, muy solo!
de un inmundo segundo piso... ¡
Solo, muy solo!
Envuelto lo llevaron
en unas sábanas
que tomaron de unos vecinos;
en unas sábanas
que tomaron de unos vecinos;
pues en una cama mugrienta...
en sus propios excrementos reposaba,
en sus propios excrementos reposaba,
Pareciera que muchos olvidamos,
que un día igual seremos ancianos.
que un día igual seremos ancianos.
Increíble es la injusticia,
y falta de amor por quienes,
un día con sacrificio;
y falta de amor por quienes,
un día con sacrificio;
todo nos lo ofrendaron.
para que viviésemos
en un mundo mejor.
para que viviésemos
en un mundo mejor.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.