viernes, 25 de octubre de 2013

..Soledad, de Enricostro.




Soledad, que embarga mi sentir, 
cuando pienso en tus sueños, 
los míos sienten a morir, 
Pues tanto la deseo, 
que me ahoga mi sentir. 

Soledad del alma mía, 
que no me quieres dejar, 
y ahogas mi sonrisa, 
en un profundo y,
 desolador llanto de pesar. 
¡Oh! Soledad del alma mía, 
que ya vives en mí, 
y me tienes prisionero, 
robándome mi sentir. 


Tú... mi triste soledad, 
que no me dejas andar, 
para poder avanzar, 
pues avanzando se hace el camino, 
para una esperanza encontrar. 


Tú me oprimes el destino, 
y no puedo recordar,
 donde nacen mis caricias, 
donde nace mi soñar,
 donde viven los deseos,
 de este amor que me disloca.


Tú me haces prisionero,
 de vivir entre tu boca, 
labios llenos de deseos...
que enmudecen entre sombras, 

¡Oh! Soledad del alma mía,
 ¡Es mi triste soledad.! 

Enrique Nieto Rubio 
<Derechos Reservados>
Colabora en imágenes,
Silvia Regina Cossio Cámara.

lunes, 21 de octubre de 2013

..Carta envenenada de Enricostro.


Hola mi amor... visto que me es imposible, 
resistirme ante tus encantos fotográficos, 
mis deseos hacia ti son cada vez más intensos.
Te amo y esto no lo cambia nadie, 
si ya eres para mí el viento de la mañana, 
mi aperitivo en la sobremesa; 
mi desayuno al levantarme.
Y si es al anochecer eres todos mis sueños juntos, 
te deseo a morir, y cuanto más te miro más te deseo, 
no me puedo resistir.
Lo mismo camino hacia tu hogar y te rescato, 
de las garras del destino... 
que lo mismo no era el mío, 
y te haría el amor intensamente hasta la muerte.
Sí... supongo que sería mi muerte, 
pues como dos caballitos del diablo, 
o Santa Teresita, como se conoce también, 
te haría el amor tan intenso.
Que tu la muerte me dieras después. 
para así vivir la eternidad junto a ti, 
no me pidas que me vaya, 
no me digas la verdad.

Que vivir en la mentira, 
es cosa de bienestar, 
no me pidas que me aleje, 
pues sin ti me moriré.
Déjame estar contigo, 
amada de mi querer, 
pues sin ti mi amor se muere, 
pues sin ti no sé vivir.
Pues sin ti mi alma se pierde, 
en las sombras del sufrir, 
no me pidas que me aleje, 
que después no sabré volver.
Me provocarás la muerte, 
princesa de mi querer, 
cuántas veces yo te amé, 
y me decías que sí.
Ahora me das la muerte, 
y no me quieres sentir, 
que ya vives con otro, 
y que yo ya no soy nada.
Y me cierras la puerta, 
dejándome en soledad, 
yo maldigo a la suerte, 
de ese que te encontró.
Apartándome de tus redes, 
dejándome sin pasión, 
ahora ya vivo la muerte, 
rosa de mi corazón.
Enrique Nieto Rubio.
<Derechos de Autor>
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

viernes, 18 de octubre de 2013

..Con una niña de Enricostro.


Con una niña va caminando,
por la senda de la vida...
Cantando cosas hermosas, 
canciones con alegría.



Al cruzar nuestros caminos,
me acerqué y le pregunté, 
¿Dime el porqué, de tanta alegría? 
Ella me respondió:

¿No lo ves?
Es mi niña... el alma mía, 
que me llena de ilusión y 
que me da una nueva vida.


Es que me muero por ella...
Es la luz de una nueva alegría, 
y un nuevo renacer, 
para otros nuevos días.


Y cantando se marchó,
esta señora divina, 
con esa carita hermosa 
llena de paz y de vida.





Enrique Nieto Rubio
*Derechos de Autor*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.

..En el camino de las ciencias.


En el camino de las ciencias,
 yo estudié para ti, 
fui buscando el calor cito,
 que produce tu sentir. 
Y como no lo encontraba,
 llame a un hada buena; 
y con su cara de pena,
 ella me contestó:
- Su querer es tu querer,
 pero tú no estás en él. 
Yo furioso me comporté;
 con rabia y con furor... 
El hada inmediatamente me refuto: 
- ¡Si tú ya tienes un amor!
Más de nuevo, con rabia,
 le cuestionaba... 
¿Y no puedo querer a dos? 
- Con tres te caerías,
 de la cama... ¡Solo son dos! 
Tres es tontería,
 así no se hace el amor. 


¡Es que me muero por ella!
es que la quiero a morir! 
El hada me respondió:
- Con dos cucharas no se come, 
una tendrás que coger,
 y para probar la sopa, 
en caliente no puede ser,
 te quemarás la boca, 
y te dolerá después.
¡Ay hadita presumida!
 tú no me dejes así, 
que esa niña es divina,
 que me tiene loco a mí. 
¿Pero no ves que preciosa es?
 ¡Bonita para rabiar! 
Tiene cara de rosa,
 y huele a aroma de azahar. 
- Niño, me estás hartando...
¡Me tienes lo quita ya! 
Quédate con las dos,
 y vete a cascarla ya; 
y no me llames otra vez,
 o guantazos te ganarás 
capullo de niño. 
Y cuando estéis tres en la cama, 
verás como te caerás,
qué tres es multitud, 
Anda y entérate ya
Enrique Nieto Rubio 
*Derechos de Autor*
Colabora en imágenes,
 Silvia Regina Cossio Cámara.