La loba es una chica muy bella y hermosa, como no hay otra. Ya con doce años, su padrastro la violaba constantemente, lo hacía con dulzura, pero la violaba.
Ella se fue acostumbrando a ello, pues no había ninguna clase de violencia, más se lo pasaba bien y disfrutaba mucho; pero el tiempo fue pasando.
Ya en el colegio ella se iba dando cuenta de las cosas y se decía que era porque su padrastro le hacía el amor.
Un día ella contrajo una enfermedad venérea y su madre la llevó al ginecólogo.Este les hizo algunas preguntas, como por ejemplo:
¿Tienes relaciones con algún chico?
Ella decía.
¿ No?
Entonces el doctor no se lo creía en absoluto. Pero bueno, era lo mismo; le dio un tratamiento, y la madre al poco tiempo también cogió la misma enfermedad.
Fue también al ginecólogo, y le diagnosticó la misma enfermedad.
La madre marchó a casa y se lo dijo; a su hija.
¿Tengo lo mismo que tú?
La niña se marchó corriendo a su habitación, la madre fue tras ella para que le diera una explicación.
Ya presionando un poco, ella le confesó:
¿Mi padrastro se acuesta conmigo desde hace mucho tiempo?
¿Que?
¿Sí mamá?
Cuando llegó este a la casa, tuvieron una muy gorda, pues la madre de Laura le dijo de todo.
Eres un putero, ¿con cuántas mujeres lo haces y por qué tuviste que violar a la niña?¿eres un cerdo?
Este se puso también como loco, y empezaron a pegarse.
Laura se tiró encima, arañándole la cara; él de un golpe la tiró contra el paragüero, dejándola inconsciente.
Llevó a Laura a su dormitorio, rasgándole toda la ropa, y la dejó completamente desnuda.
Ella se resistía, pero él era muy fuerte y la golpeaba una y otra vez; ya consumado el acto, le dijo:
¡Zorra asquerosa! y se marchó.
La dejó tumbada en la cama; Laura ensangrentada por los golpes, fue arrastrándose por el pasillo, bajó las escaleras a rastras y se dirigió a su madre.
La madre estaba inconsciente; él estaba en el baño, recatándose para irse a putear, pues era lo único que sabía hacer.
Ya que la madre de Laura era la adinerada.
Laura se repuso como pudo y se volvió a desmayar. El tan flamenco se marchó como si nada.
Ya tarde, muy tarde, se despertó Laura, con todo el cuerpo dolorido y vio que la madre, había muerto.
Ella juró vengarse, de todos los hombres.
Se dirigió al sótano; allí había un libro sagrado, con las pastas de cuero labrado, con una cruz boca abajo en oro.
El canto del libro también era en oro, y muy gordo y grande; ella lo vio cuando tenía siete años; era de su bisabuela.
Esta casa es muy grande y muy antigua,
Laura llamó a la policía, y se personó allí con dos ambulancias.
Al padrastro no lo han cogido todavía.
La madre enterrada.
Laura ha ido a ver la tumba de su madre.
Ya han marchado para casa con la limusina y su chófer.
Laura, ya en casa, ha bajado al sótano, ha cogido el libro, se lo ha subido arriba, y fue al aposento, de su abuela, diciendo:
¡Abuela, ¿qué me puedes contar de este libro?
La abuela cogió el libro con las dos manos y, pasándole la palma de la mano al libro por la pasta dijo:
¿sí, sí este libro, era de mi madre. Ella, entre nosotras, se creía que era bruja. Claro que un poco de bruja era; se casó seis veces, se le morían los maridos, y todos en la cama ¿ya sabes?, pero mi padre, tu abuelo, no murió en la cama, no vayas a pensar eso, él murió en la mina?
Era el encargado, cuando fue a rescatar a unos mineros que habían quedado atrapados; él tambíen se quedó allí, se derrumbó.
todo, y mi madre perdió un poco la cabeza, pero era muy joven todavía. Con el tiempo, se repuso, pero como era tan bella, así como tú, delgadita y alta, era muy elegante, una gran señora, y no es porque era mi madre, pero por aquel tiempo todos los hombres la cortejaban.
Ella se entregaba locamente al amor. Era incansable,¿ así era que se los cargaba?
Al poco tiempo el último marido que tuvo era muy borracho, aunque con muchísimo dinero. Este era tan bruto, que haciendo el amor un día, casi la ahoga; el se excitaba de esa manera, pero mi madre llegó a cogerle miedo.
Un día le dijo que jugarían a un juego; este estaba tan borracho que se dejó hacer de todo. Ella lo amarró en la cama y se subió en lo alto, le hizo de todo.
Él con esa cara de idiota, lo tenías que ver, se le caía hasta la baba, mi madre le tenía asco.
Pero bueno, ¿qué quieres de este libro? lo abrió por el medio y le dijo:"¿ este libro está embrujado?".
¿De veras?
¡Es muy peligroso! A mi madre, la ingresaron aquel día en un manicomio, y al poco tiempo murió.
¿Laura dijo" pobre abuela con lo bella que era"?
¡Pero tú, niña, no sabes lo peor! por las calles de Londres se dice que tu abuela resucitó y está en estas calles, deambulando y entrando en todos los cavarets, de allí.?
Laura cogió el libro y se marchó al desván del sótano. Ha leído un conjuro; este empezó por la loba. Laura no sabía de qué iría, pero el caso es que este conjuro, una vez empezado, no podrías dejarlo. Ella empezó a leerlo y la verdad era que no tenía sentido, solo palabras sueltas. Laura se cansó y lo dejó, y lo soltó en la silla.
Subió al comedor, cenó con su abuela y se acostó. Laura tuvo muchas pesadillas esa noche.
Tanbíen soñó con su madre. La madre se le apareció, con los ojos amoratados, con un vestido de seda todo lleno de sangre; la despertó y le dijo:
¡Hija mía, ten cuidado! ¿El malvado volverá?.
Laura, aterrorizada, se escondió debajo de las sábanas, y se quedó dormida. Eran, sobre las cuatro de la mañana, cuando alguien entró en la casa.
Subió a su dormitorio y despacio, sin que ella se diera cuenta, la había amarrado a la cama, de pies y manos; la amordazó, ya abierta de piernas, le cortó toda la ropa y la violó una y otra vez,
ella; no podía gritar, este le dio hasta grandes bocados en sus pechos, causándole grandes heridas, le dejó casi un pezón colgando, era su padrastro. ya cuando se hubo ensañado con ella, se marchó por donde vino, robando todo lo de valor que pilló al paso.
Al día siguiente, la criada, cuando vio que Laura no se levantaba, entró en su dormitorio y dio;
Un grito de muerte.
La abuela salió corriendo diciendo.
¿Que ha pasado?
¡La niña, la niña!
La abuela, se dirigió corriendo al dormitorio de la niña.
ay, mi niña, mi niña. Dios mío, ¿qué le han hecho a mi niña.?
La abuela la desató; Laura se abrazó a su abuela diciéndole:
¡Abuela, no pasa nada, no llores más!
Laura se repuso y se fue a la ducha, se duchó y se curó su pezón, jurando en el espejo que jamás les harían daño.
Esa misma noche, la pobre abuelita, murió en su cama con la mano en el pecho.
Laura bajó al desván del sótano y se terminó todo el conjuro, pero no sentía nada de consuelo.
Esa misma noche, Laurita se puso un vestido precioso, lleno de encajes, largo negro y con encajes blancos, con unos dibujos extrañísimos y preciosos, estilo gótico.
Este vestido, era de su bisabuela, le sentaba de muerte, con sus pechos erguidos y un pelo recogido, pero que le caía por los hombros hasta la cintura, negro saino precioso brillaba con luz propia.
Eran las dos de la mañana, por las calles de Londres,
calles empedradas después de haberse regado, estas por los mangueros de limpieza, brillaban con la luz de las farolas de gas.
De pronto aparece una señora, por la calle con unos tacones altísimos al pasar por un Club; alguien se acercó a la chica diciéndole.
¿Hola, está sola?
¡Sí! La cara apenas se le veía; él la siguió hasta la esquina dándole un tirón y llevándola hasta una zona oscura.
Ha empezado a meterle mano; ella se ha dejado, le ha echado las braguitas abajo metiéndosela.
Ella en ese mismo instante, le ha mordido en el cuello, mientras con las uñas, larguísimas, cortándole el cuello, este cayó fulminado en el acto.
Ella inconscientemente vagó hasta su casa.
Al día siguiente, la críada, al ver el vestido manchado de sangre, sin comentario ninguno, lavo el vestido dejándolo impecable.
Laura llamó a su criada diciéndole:
Rosira hoy he tenido un sueño extraño. He soñado que me violaban y que yo mataba de un bocado en el cuello.¿te imaginas yo mordiendo a un tío. Se echaron a reír las dos.
¿Jajajajaja.?
La criada se dirigió al aposento de la abuela.
Esta yacía muerta , se lo dijo a Laura y está sin soltar una sola lágrima, llamó a la funeraria y se llevaron a la abuela, la velaron y la enterraron en el panteón familiar.
Laura, con un vestido negro largo de encajes precioso y con sus tacones altos. estaba que se rompía de hermosa.
Allí llegaron al velatorio muchísima gente de la ciudad, pues la abuela tenía mucha influencia en la alta sociedad , como con su madre.
Ella, sin perder la compostura, marchó a su limusina, dirigiéndose a su casa.
Al poco tiempo, un gallardo caballero primo suyo empezó a cortejarla, pero ella era reacia a las relaciones de pareja, aunque estaba súper a gusto con él.
Era una bella persona y súper simpático, pero ella solo le permitía estar en casa hasta las diez.
Él quería más, pero ella no lo dejaba por el momento.
Ella se acostaba pensando en su amor este la hacía muy feliz, jamás se pasaba con ella.
Llegando las dos de la madrugada, sonaba. el reloj del pasillo, un reloj de estos grandes labrados de madera que sonaba,
¿Glon, glon, glon?
daba hasta respeto este reloj; ella, inconscientemente, como si estuviera sonámbula, se vestía con su vestido negro precioso, siempre el de su abuela, arreglándose perfectamente, con su perfume embriagador. Estaba irresistible.
Salió de la casa y ya por la calle, otro hombre se le acercó diciéndole:
¿Eres la diosa del amor? Eres tan bella que moriría por ti.
Ella lo miró de reojo con su velo en la cara.
Él le dijo:"¿Te gustaría tomar algo?
¿Ella respondió cómo no?
Se dirigieron hacia el club, tomaron dos copas; ella pidió Martini, charlaron durante un buen rato. Este le invitó a un motel; ella no se resistió.
Al salir del club, ella se echó el velo sobre el rostro, pues a estas horas de la noche, hace bastante frío por la calle.
Ya entrando en el motel, ella sin enseñarle el rostro siquiera, subieron a la habitación, se tomaron una botella de champán. Ya desnudos, él empezó a hacerle el amor, esté con delicadeza; ella con su cuerpo tan hermoso ya encima de él. en el acto sexual se regocijaron un montón.
Ya ella en lo alto, haciéndoselo muy bien, le acercó suavemente los labios hacia el cuello, arrancándole la yugular de un mordisco, y con las uñas rajándóle el tórax; este sangraba a borbotones.
Laura se levantó de allí duchándose y arreglándose perfectamente; salió como vino con su velo tapando el rostro, y se dirigió a casa en un coche de caballos, que eran los taxis de aquellos tiempos. Ya en su casa se acostó y durmió.
Así estuvo noches y noches, matando a cantidad de hombres, mientras por de día salía con su novio de lo más romántico. Era muy tierna y vergonzosa, y muy dulce, y exquisitamente elegante.Una mañana él le dijo:
¿Te quieres casar conmigo?
Con un precioso anillo de diamantes, que brillaba enormemente.
Aceptó. Ella no era consciente de lo que hacía de noche.
La criada que lo sabía todo le dijo:
Te aconsejo que esperes al menos un año, por la muerte de tu madre y de tu abuela.
Esta aceptó, sin decir nada, mientras las relaciones iban maravillosamente bien.
Se lo comentó a su novio, que le pareció bien.
Llegó la noche y, como siempre, salió a las dos en punto de casa, pero nada más salir, un atracador al ver el anillo que brillaba tremendamente.
¡por favor, me entrega el anillo?
Se lo entrega.
¡ Y el collar?
Ella, sin rechistar, al ponérselo a él en la mano, con la otra mano solo le rozó el cuello con una uña, quitándole a la vez el Collar y el anillo, que se lo metió en un bolsillo, del chaleco; No le dio ni tiempo a cerrar la mano,
Ella se retiró para que no le salpicárá la sangre, de pronto, un hombre llegó por detrás, diciéndole:
¿Le ocurre algo, señora.?Ella, sin mirar atrás dijo:
¿Este hombre que me quiere robar?
El ladrón, con la mano en el cuello, seguía de pie, pero estaba muerto.
El otro hombre le dijo:"¿Le acompañaré si lo desea?"
Se marcharon de allí cuando el ladrón se desplomaba en el suelo.
A la mañana siguiente descubrieron el cadáver.
Las autoridades estaban locas buscando pistas sobre estos asesinatos, pero no daban con ninguna pista.
a ella le sonó la voz de ese hombre, que le acompañaba, pero no estaba segura, más en la oscuridad de las calles no le veía la cara.
¿Me aceptaría una copa?
ella asestó como siempr; ya en el bar ella con el velo a la altura de los ojos se tomó la copa. Era el padrastro; él no la reconoció, pues ella estaba muy cambiada, demasiado para reconocerla.
Este la invitó a su departamento, ella aceptó; ya en su departamento, en una mesa, había una foto de su madre.
A la chica le cambió el rostro, llenándose de ira y coraje, mientras él iba a por unas copas, ella se metió en la cama completamente desnuda. Cuando él vio ese cuerpo tan hermoso, y ese vello, se quedó atónito, soltó las copas y empezó a besarle por todo su cuerpo, llegando abajo.
Ella lo frenó poniéndole la mano sobre la cabeza y le dijo:
¿Haremos un juego?
¿Bueno, lo que tú quieras?
Ella se levantó despacito, con su hermoso cuerpo total mente desnuda, empezó a amarrarle una mano, mientras con la otra mano se la pasaba por sus atributos.
Le amarró la otra mano, pasándole la lengua a lo largo de su cuerpo; llegó hasta abajo del todo, dándole un gran chupetón a aquello.
Este lo tenía que le iba a reventar; bajo hacia abajo, amarrándole una pierna, lo tenía que iban a explotar de gusto. Subió otra vez y se recreó en su miembro un buen rato, bajo hacia abajo, y amarrándole la otra pierna.
Este ya inmóvil le tapó la boca con un pañuelo de seda; aunque estaba empalmado completamente, no le gustó el pañuelo en la boca.
Ella volvió a bajar su boca hacia abajo, metiéndosela completamente en su boca, ella seguía dándole allí muy bien. Cuando se iba a correr, cortaba. Así lo estuvo durante dos horas. Este estaba ya que no podía más; ella le dejó al fin correrse en su boca, pero cuando se hubo corrido, esperó hasta que se le aflojó y le dijo:
¡Te ha gustado!
¿Él dijo Sí,sí?
¡No sabes quién soy, verdad!
¿No le dijo?
Soy laura, tu ahíja.Tú matastes a mi madre, y me has violado muchas veces, más no lo arás más?
Él, queriéndose soltar de las ataduras, ella bajó la mano hasta sus atributos, cogiéndole con mucha suavidad, su pene. Agachando su boca, lo introdujo, tódo, arrancándole de un mordisco.
Él se retorcía de dolor, sangrando tremendamente. Ella se sacó el pene de la boca, metiéndoselo a él dentro de su boca, diciéndole en voz baja y al oído.;
Ya jamás violarás a nadie. Le sacó el pañuelo, apretándole el pene en su boca hasta que tuvo que tragárselo; le soltó el pañuelo de seda sobre sus partes cortadas empapando completamente en sangre.
Ella se dirigió a los cajones, encontrando todas las joyas de su madre más un cajón lleno de otras personas.
Laura se llevó todas las joyas y la foto de su madre y salió tranquilamente.
Sobre las siete de la mañana, cuando ya en la calle despertó de su trance diciendo:
¿Que hago yo en la calle?
Se fue andando hasta su casa. Estaba lejos y muy asustada, no entendía qué hacía allí. Ha entrado a su casa; la criada estaba esperándola. por lo tarde que era, le ha abierto la puerta y le ha dicho:
¿Qué miedo he pasado, nó sé que hago en la calle?
Rosira le ha dicho:
no te preocupes ya, ha pasado todo.?
Le ha ayudado a acostarse, aunque ya es tarde; lleva toda la noche sin dormir. La ha arropado diciendo;
¿Pobrecita, ya ha pasado todo?¿el conjuro se ha cumplido?
en las noticias del diario viene.
Esta misma mañana han encontrado a un hombre desangrado en su cama, amarrado,y sin pene, el pene no aparece, se cree que su verdugo se lo ha llevado.
Desde entonces, ella jamás salió de noche, se casaron y tuvieron muchos hijos.
El primer día le dijo el:"¿como haces el amor?¿ eres como una diosa?".
Ella dijo
¿Seguro que sí?
FIN.
derechos de autor.
Enrique Nieto Rubio.