domingo, 8 de mayo de 2022

..Enriquin le llaman sus papás, cuento de Enricostro.

   Enriquín, así les llaman sus papás.

esta historia es ficticia pero muy dada a la realidad.
este niño de apenas tres años, es encantador y muy travieso.
Ya el primer susto, con solo un añito, se lo dieron a sus padres.
se escondió tan bien, que les llevó dos horas encontrarlo, en una casa no muy grande.
Ellos, asustados, se supusieron que el niño abrió la puerta de la calle y se marchó.
bajaron escaleras, subieron, hasta el último piso, se asomaron por los balcones un lado y otro y nada, rebuscaron por la calle y tampoco.
Se cagaron de miedo, así subieron a la casa, después de tanto tiempo, para llamar a emergencias y el niño allí estaba sentado en el sillón, cabroncete el niño.
Miraron, donde se púdo metér, cuando ya se relajaron y solo encontraron la almohada de la cama, del matrimonio, en medio de la cama.
ahora con tres añitos ya, aún es peor. pues desde aquel fatídico día, no paro de putear a los padres.
Como os digo, Se marcharon a un gran centro comercial, pararon, en aquellos inmensos aparcamientos y entre mirar si llevaba el bolso y el monedero, este se escapó de su lado, ellos mientras cogían el carro de la compra.
El susto fue morrocotudo.
No lo veían. Había cientos de coches aparcados, se recorrieron todo el aparcamiento, en pocos segundos y nada, uno entró al centro comercial, se pateó todos los pasillos y tampoco, ya se vieron obligados a anunciarlo por los altavoces.
pero fue inútil aquella vez,
El niño no apareció,
Miraron por las cámaras de vigilancia ya con la policía,
y vieron a un hombre, que desaparecía por la esquina, de los exteriores, del centro comercial, con el niño de la mano, pero era tarde ya, pues desapareció del entorno del centro. La policía ya en Jefatura analizaron las cámaras muchas veces, mientras lo buscaban por todas las calles y en los llanos cercanos.
Pero el día se fue.
A la mañana siguiente, mostraron la imagen a todos los trabajadores del centro, a ver si alguien, lo reconocía, pero nada, era horrible para los padres, que buscaron incansablemente, hasta por las noches.
Otro día más.
A las cinco la mañana, algunos trabajadores de descarga en los camiones, lo comentaron, y un chico que recogía los carros de todos los aparcamientos, reconoció a este hombre, a si se lo comunicó a su jefe y este llamó a la policía y estos a sus padres.
Ya todos juntos en las oficinas, este dijo: si se llama Antonio es un borracho que siempre está por aquí buscando en los contenedores de la basura, y vive en una choza pegado a la carretera general que está cubierta de adelfas y se ve poco. Junto al puente,
la policía ha salido corriendo con los coches, y han retenido a sus padres allí, pues están demasiado excitados para que vayan.
en pocos minutos ya tienen todo cercado, y se han acercado a la entrada.
Llamaron a la puerta que era de tablas, dijeron Antonio, puedes salir.
este sin más abrió la puerta y dijo:¿qué queréis?
¿estás solo Antonio? ¿No tengo a mi nieto conmigo?
¿podemos verlo? ¿Sí pasar?
así pasaron y allí estaba Enriquín jugando.
Se los llevaron a los dos al cuartel de la policía, y avisaron a sus padres, de que el niño estaba estupendamente, que vinieran a recogerlo,
bueno Antonio solo creyó que era su nieto, que a saber si lo tenía siquiera, pues su cabeza ya no está en sus cabales aunque no es mala persona, todo fue un error de su enfermedad, y lo dejaron libre con cargos, era muy mayor.
Desde este día este niño fue vigilado por sus padres día y noche, hasta el próximo hangar que les Haga...
hoy salió bien, pero podría haber sido una gran tragedia.

Enrique Nieto Rubio.  

derechos reservados.

sábado, 2 de abril de 2022

..Porqué tú eres mi poesía, de Enricostro.



Porque tú eres mi poesía,
tú mi inspiración.
Tú eres mi melodía,
mis suspiros tu mi amor.

Porque tú eres mi sentir,
mi cariño, mi emoción.
Porque tengo los recuerdos,
de tu dulce corazón.

Porque te extraña, mi sentir,
porque sufre, mi ilusión,
si yo viví para ti,
en noches profundas de amor.

Si los recuerdos me agitan,
y me hacen sentir,
y esos labios rojos tuyos,
que no me dejan dormir.

Porque yo creo tenerte,
muy cerquita de mí,
qué noto el calor de tu cuerpo,
cuando solo pienso en ti.

más cuando miro mi entorno,
y nada yo puedo ver,
presiento, que me estoy volviendo loco,
y no me consigo entender.

solo cerrando los ojos,
así sí te puedo ver,
más alargando mi mano,
y tocándote la piel.

Será que me estoy muriendo,
o tú vives en mi ser.

Enrique Nieto Rubio.
derechos reservados.

sábado, 26 de marzo de 2022

..Saciarme de ti quiero de Enricostro.








Saciarme de ti quiero
asta quitarme la sed
Y beber los besos de tu boca
Que me hagan enloquecer.

Y que la resaca con tu cuerpo
me rebocé de placer,
quedándome siempre contigo,
borracho de ti mujer.

Enrique Nieto Rubio.
derechos de autor.

viernes, 25 de febrero de 2022

..Una vida, que me pasó, mientras dormía, de Enricostro,

 Una vida, que me pasó, mientras dormía, de Enricostro,

Yo iba paseando con alguien, que no sé quién era,

y pasamos, por una vieja calle, donde Vivían cerca unos tíos míos, y no sé por qué decidimos llamar a una casa, y preguntar por Pepe Rubio, mi tío.

Que yo sabía, que por allí ya no Vivían, bueno abrió un señor,

y me dijo:¿si me acuerdo de él, era una buenísima persona?, y acto seguido me marche andando.

Un poco más adelante encontré un gran portalón, era una nave inmensa como cocheras de autobuses, y al fondo había un gran corro de personas cantando.

Ese que venía conmigo, me dijo:¿esto seguro es una cesta?

pero yo seguí hasta el fondo, y allí estaba,

haaa no recuerdo su cara, pero sí sé que era bellísima.

Estaba en el centro de rodillas, me agaché y comencé a acariciarla, era de piel suave y tersa, y ya la quería a morir, la deseaba mucho.

Ella, como si de toda la vida, fuéramos pareja, nos marchamos y desde entonces hacíamos el amor constantemente.

Más yo era muy feliz con ella.

Pasaron muchos años, creo, pues ya teníamos cinco hijos.

Pero un día que llovía a mares, me encontré en una plaza que estaba en la entrada de aquella nave, y en su centro todo embarrado había una farola y allí dos niñas entre cinco y seis años, yo las conocía, pero no entendía nada.

Las tomé de la mano, y nos fuimos hacia dentro de la nave.

Ya a lo lejos se veía varios autobuses, llenos de personas y de tras de los autobuses, otras a pie que se marchaban.

Todo en aquella nave estaba desmantelado, no quedaba nada,

Yo me estremecí de dolor, pues no encontraba a mi amada.

Allí con mis queridas niñas, así que me asusté mucho viendo que aquello era el fin.

las busqué entre todas las personas que allí quedaban,

hasta que todo quedo vacío, solo basura por todos lados.

Salí con mis dos niñas, y mirando aquella farola, estaban mis cinco hijos, y todos eran pequeños de dos a siete años.

Así me acerqué a ellos y nos abrasamos todos,

algunos me llamaban asustados: ¿papá, papá?

Ya las otras dos se unieron a ellos.

No recuerdo si las dos primeras, eran mías, o de ella, pero eso a mí, no me importaba, nada.

Pero donde estaba su madre, mi esposa.

Recordaba que tenía un piso, y allí nos fuimos todos.

Éramos nueve en total y el piso no era muy grande,

Pues unos cincuenta metros.

Bueno, sé que tenía dinero en el banco, de otros tiempos a tras

pero no recordaba nada,

ya al partir, pusimos en aquella farola, un cartel grande amarrado que decía.:¿Asunción, vendremos todos los viernes a las once de la mañana, espéranos por favor?

Así fue pasando el tiempo, yo me refugié con mis hijos, y fueron creciendo con mucho amor, y cada día hablábamos de la mamá.

ya se hicieron grandes, algunos se me casaron.

un viernes cualquiera, cuando me acercaba hacia la plaza de lejos, vi una mujer de negro, sentada junto a mi farola, me acerque y dije:¿Asunción?,

Ella levantó la cabeza y nos miramos, estaba muy enferma y triste.

Ya la levanté y la puse de pie. Ella aún tenía esa belleza de los primeros días.

No sé cuantos años pasaron, la llevé a casa y entre mis hijas la lavamos y la metimos en mi cama.

El tiempo parecía haberse parado.

Entre médicos parecía no tener solución, y que le quedaba muy poco tiempo. 

Cada día, cada minuto, estuve cuidándola.

Pasaron unos meses, y parecía estar mejor.

Un día muy bajito, me dijo, que el día que la recogí creía que la dejaría abandonada, en aquella farola.

Y me dijo que la perdonara por haberse marchado, porque como se iba a morir, por su enfermedad no podría con los niños. 

Así yo la abracé sin ningún reproche, más ese dolor lo tendría yo para siempre.

Algunos años después, mi amada Asunción, que tanta felicidad nos dio.

 Falleció un viernes a las once de la mañana.

Enrique Nieto Rubio. 

derechos reservados.

Esta historia la escribí,

una madrugada que sobresaltado,

me desperté. SALUDOS a todos.