El perro flopo ya era muy mayor, como su amo, que además de serlo era olvidadizo, y ni agua ni comida le daba.
pero flopo ya incluso asustado, se veía morir porque su amo una mañana no se levantó ni por el día tampoco, más él tenía mucha hambre y decidió asaltar el frigorífico desvalijando lo que podía y así en los días sucesivos.
destrozo los cajones de los congelados sacándolo todo mientras aullaba todo lo que podía, pasaron más días y ya no quedaba más que comer.
Olía ya raro en la casa, entre los que flopo derramó, y su pobre amo que en la cama quedo de cuerpo presente.
ya flopo desesperado y casi sin fuerzas, salió al balcón, y coincidiendo con una vecina que pasaba, dio ese último aullido.
Ella se percató del perro y además que en la calle olía ya ha muerto.
se marchó a la tienda de la esquina, y le dijo a la tendera que si podía llamar a la policía o emergencias y la tendera lo hizo, a pocos minutos se presentó una patrulla con su Land Robes y tomaron las medidas correspondientes.
Forzaron la puerta, y sacaron al pobre flopo, que supuestamente iría a un albergue de perros que a pocos kilómetros de allí estaba. y les dieron de comer en abundancia, pues como era tan mayor, difícilmente sería adoptado y quizás sacrificado...
A este pobre hombre, lo envolvieron con sus propias sábanas y lo metieron en una bolsa estilo macuto grande, y quedo guardado a que en la morgue les hicieran autopsia. Ya en el tanatorio.
Todo el pueblo allí lo velaron durante la noche, más al día siguiente, sería enterrado.
Pero que pasa, su perro flopo ha aparecido y sé
ha metido dentro del salón y se ha echado en el suelo aquel, y con todos los vecinos lo estuvo velando.
Más al día siguiente, lo llevaron, ha enterrar, y su perro flopo, metido entre la gente, y se quedó junto a su tumba todo ese día.
ya por la tarde noche, el guarda del cementerio se dio cuenta del perro y decidió llevárselo a su casa de dos plantas, y un buen corral, y allí vivió muchos años, hasta que ya no pudo más, fue un perro muy bueno y feliz.
EN RECUERDO DEL PERRO DE FERNAN NÚÑEZ.
Enrique Nieto Rubio.
derechos de autor.
(posdata, este perro, fue a todos los entierros del pueblo desde que murió su amo).