Aunque ella igual estaba muy ilusionada, pues para crear este reino se precisa de mucha magia y esfuerzo, ya que no te puede dejar nada fuera... sea bueno o sea malo; un reino es algo muy grande e importante.
Pero la hadita amorosa la quería a su hermanita a su lado, pues día y noche siempre se lo pasaban jugando, y burlándose de los chicos... claro siempre de buen sentir; así que apenada y con sumo dolor en su corazón se despidió de ella.
Antes de partir le regaló una gran bolsa de polvo de estrellas, para qué le ayudarán a sus nuevas tareas.
Así esta linda hermana cogió sus pajaritos, sus polvos de estrellas, y se dispuso a volar por el universo estelar, hacia su nueva vida... más no sin antes dirigir unas últimas palabras a la hadita amorosa.
-¡Besos, hermana, chaoooo!
Todas las haditas la despidieron echándole muchos polvos mágicos, para que su nueva vida fuera grande y fértil, y también para que la protegiera de los duendes y los elfos; puesto que estos eran raritos... más en el reino de las hadas siempre tienen que estar.
Dejaron la tristeza de lado y celebraron toda la tarde; cantaron y rieron a más no poder... incluso soñaron despiertas con ese mundo nuevo, de magia y color.
Le hicieron cientos de regalos para que pudiese cumplir con éxito su nueva vida, y por supuesto no faltaron las expresiones de amor, dándole millones de besos y abracitos afectuosos.
El hada le dijo:
-Hadita llévate este hilo, que será la guía de tu nuevo reino, el cual nunca debe de romperse, pues será la guía de la felicidad y el amor de todos los seres vivos que habiten en él.
También te llevarás el libro de los sueños, esa cesta con la cual tomarás todas estas flores, que adornarán y aromatizarán tu nuevo mundo.
La hadita agradeció los consejos y los regalos recibidos y pronta comenzó su vuelo a las estrellas, dejando tras de sí, un gran haz de luz y esperanza como señal para todos los niños y niñas de un mundo nuevo la vieran.
Cientos de mariposas y aves la acompañaron durante su vuelo, así como millones de sueños viajaban con ella. Así fue subiendo y subiendo... mientras iba tomando toda la sabiduría de nuestro planeta.
Ya en el nuevo mundo, comenzó a multiplicarse para esparcir todo el polvo mágico, creando diversidad de flora y fauna... poco a poco se fue transformando ella también, pues sus alas poseían mil colores con los cuales le iba impregnando de singular belleza a este mundo nuevo.
Lo hacía tan rápido, que incluso llegaba a hablar con sus dobles y así, se divirtió de lo lindo, creando todo cuanto se podía imaginar.
Su creación comenzó de cero, pues dio vida a caudalosos ríos, majestuosos árboles, animales, pero sobre todo miles de mariposas y aves exóticas, puesto que a ella le encantaban... inclusive creo hasta humanos, a quienes le ofrendó barcos, para que estos pudiesen vivir emocionantes aventuras.
Este nuevo mundo por siempre sería el hermano del viejo mundo... Así pasó el tiempo y ya como reina de las hadas, creo la felicidad en los hombres y mujeres de este hermoso paraíso sin igual.
Hoy todos los niños, tanto de este mundo como del otro... podrán viajar sobre el haz de luz que nuestra linda hadita ha dejado, y así compartir a su lado, momentos de magia y felicidad.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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