Un poeta de miseria,
tiene negro el corazón;
que vagando en sus penas va,
y sembrando el desamor.
Qué triste va el poeta,
sin cariño y sin amor;
va mintiendo entre quimeras,
va mintiendo su pasión.
Por las noches mi poeta,
llora desconsolado;
pues tiene el corazón podrido,
porque nadie nunca lo ha amado.
Lástima del poeta,
que con un hada soñó,
el hada al ver su alma,
del sueño se desvaneció.
Qué tonto fue el poeta,
soñar con la realeza;
cuando no alcanzaba a ver,
el interior de la belleza.
Él se creía un rey,
en el sueño del amor;
y solo era un ogro,
disfrazado de emperador.
¡Ay, qué triste es el poeta!
Sin cariño, y sin amor.
Enrique Nieto Rubio
*Derechos Reservados*
Colabora en imagen,
Silvia Regina Cossio Cámara.
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