martes, 4 de agosto de 2020

.. Los niños y las muñecas de porcelana de Enricostro.(cuentos)


Pin de Mercedes Barranco en VINTAGE | Niños antiguos ...


Le llamaremos Ángel y Virginia, de ocho años, la niña y nueve él

chico. Todo empezaba, en casa de sus abuelos. Todos los días. Empezaba una pelea entre ellos, y cuando la abuela les llamaba la atención, ellos la insultaban de malas maneras,

y además, la tenían frita literalmente. pues sus preciosas muñecas de porcelana, se las volvían de espaldas todos los días, culpándose el uno al otro y no había modo de solucionar el problema.

Un día, les dijeron a su madre que las muñecas les daban yuyo. Es decir miedo. Hasta que un día rompieron una de las muñecas.

Ya la abuela, no pudo más y explotó de coraje y se lo dijo al abuelo.

Este era un lector nato y siempre sabía de todo, y todo lo comentaba.

Al siguiente día, cuando los niños hacían las tareas, al lado de la abuela, el abuelo le comentó a la abuela, así casi bajito, pero que los niños lo oyeran.

Él le dijo;

¡Sabes mami que ayer vi un vídeo en ODISEA, que unos niños volvían una muñeca de espalda, y este hombre decía, que hacerlo les traía mala suerte y tendrían pesadillas por las noches, pues resulta que las muñecas, cogen espíritus muertos y si los enfadas, ellos se vengan por las noches asustándote.!

Los niños se les vio, que les cambió la cara y al marcharse a casa, con su madre, se lo contaron todo, y vieron que el abuelo ponía una cara que daba miedo.

La madre sorprendida de lo contado, les dijo uf, no sé seguro que es verdad. Y los dos se agarraron a la madre como si sus vidas dependieran de ello.

Al día siguiente, cuando los niños estaban en el colegio, la madre comentó a su madre, las historias que habían escuchado del abuelo. Algo preocupada, la abuela le contó todo lo ocurrido con las muñecas y el comportamiento de los niños.

Claro, la madre decía,

¡Ay, es que no sé lo que hacer con ellos, me tienen hasta los pelos! 

Y se marchó a trabajar.

Ya por el mediodía, vinieron los niños del cole, y muy serios mirando hacia todos los lados de la casa.

Ya ves, la casa era una casona muy grande y muy antigua, allí, murieron muchas personas durante la guerra, que los fusilaron a toda una familia de 11 personas, pero la abuela la tiene preciosa, y nunca jamás notó presencia alguna de espíritus ni nada, eso sí, la casa les crujían todos los huesos desde tiempo, pero era acostumbrarse.

Aunque tenía muchísimos recuerdos de su juventud, que como dama importante de militares tuvo mucha suerte, y muchos amores, pues enviudó cinco veces.

Por aquellos tiempos en guerra, y de últimas vive con su último marido, ya ancianos los dos, y claro, cuando llegan estos niños que no la dejan ni respirar, ella se agobia y se retira a su dormitorio, llorando.

Cuando el abuelo llega al medio día del hogar de ancianos, de echar unas partidas de dominó, le ve en sus ojos esa angustia.

Pero que esto, ha sido medicina de santo, desde entonces, los niños han cambiado mucho y ya no les crean problemas a la abuela, bueno solo de vez en cuando, claro, aunque siguen mirando a las muñecas con recelo, pero ya no las tocan, así es, ya no les tocan las muñecas, que para ella, tienen unas grandes historias de amor, de sus maridos, ya difuntos.

Hoy miran a la abuela y les preguntan cosas y la niña le pregunta,

¡abuela, tú has sido feliz en tu vida!, y ella les dice,

¡si cielo yo he sido muy feliz, pues todo el que conocí, todos me dieron su amor y cariño.!

Y todo pasaba según debiera de pasar. FIN.


ENRIQUE NIETO RUBIO

DERECHOS DE AUTOR

EN CUENTOS.

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