Yo sé que tú me esperarás,
entre sábanas de seda,
y rosas de pasión.
Presto vengo mujer,
para hacerte compañía,
y cuando entre la luz del día,
de tu vera partiré,
poseyendo ese cuerpo,
que brindas a mi querer.
Eres Diosa de la noche,
eres bella entre caricias,
bella amante o fiel esposa,
eres dulce melodía.
Más cuando yo vuelva otra vez,
y tu deseosa de tenerme,
y yo postrado a tus pies,
receloso por comerte,
ese cuerpo de mujer,
que no lo quisiera dejar,
para tenerte todo el tiempo,
hasta que ya no pueda más.
Y morirme entre tus besos,
y que me hagas sollozar.
Dame la muerte, pues,
que yo muera junto a ti,
pero que sea de placer,
las rosas ya te las di.
Y que en mi epitafio diga,
este murió por mí,
por un empacho de pechos,
que de mi cuerpo le di.
Enrique Nieto Rubio.
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