lunes, 17 de octubre de 2022

..Saray una niña muy lista de Enricostro (cuentos)

 

Saray una niñita muy lista, desde meses, su mamá le contaba donde vivía su papá, pues él se marchó antes de que ella naciera.

Una traidora enfermedad cogida en  ZIMBABUE, cuando regresaba de cartografiar toda aquella zona.

Además, él cartografiaba también todas las estrellas del cielo, y eran millones.
Así su mamá le contaba que su papá vivía en una de esas estrellas.
Y así ella, llego a obsesionarse con aquello.

Saray vivía en el campo con su mamá y sus abuelos, ella lo cierto es que era muy feliz, iba al colegio que sacaba buenas notas y jugaba muchísimo.

con su abuelo, se iban a pescar y lo cierto, es que cogían muchos peces, más al atardecer, Saray se sentaba con su abuelo en el porche, y ella en su columpio no paraba de hacerle preguntas a su abuelo, que por la edad lo sabía todo, pero siempre que la niña sacaba el nombre de su hijo, que era su papá de ella, no decía nada, se le hacía un nudo en la garganta, y no conseguía sacar ni una sola frase.

Ella le decía: abuelo, dice mi mamá que mi papá vive en una estrella, tú. Sabes cuál es, pues mamá señala hacia arriba, pero siempre le cae unas gotas de lluvia en los ojos, y no consigo que me diga cuál es.
El abuelo le pasaba lo mismo, que se les llenaban los ojos de lluvia.

Así fue creciendo, y un día encontró un viejo libro de literatura, antiquísimo, debajo del porche de la casa, sé mi enterrado en la arena, nadie savia de quién era, pues a saber aquella casa llevaba construida cientos de años, incluso desde que los indios Vivían en aquellas regiones.

Se sentó en el porche, un domingo muy soleado, el sol brillaba muchísimo.

ya comenzaba a entrar la primavera, así que cogió su libro que no era muy grande ni gordo,
y echando su espaldista sobre el poste del porche, con sus piernas encogidas y se puso a leerlo.

Este libro era maravilloso, hablaba de los dioses indios y de las estrellas y la reencarnación.

Ella leyó que si conseguía llenar la botella de estrellas, sin que ninguna se le escapara, entonces podría coger a sus seres queridos y devolverlos a la vida, y eso es lo que Saray se dispuso a hacer.

claro que como en aquel libro no decía cuáles tenía que coger, pues ella empezó por las más grandes.

Que pasaba que en aquel bote cabían millones de estrellas, que jamás conseguiría llenarlo, pero ella no era consiente de eso, pues quien escribió aquel libro, era muy listo y claro, él no se equivocaba nunca, de esta manera, pues así no mentía y su tribu iban creciendo y haciéndose mayores, sin conseguir llenarla, mientras con el tiempo sus penas se iban pasando y olvidando.

Bueno a lo que vamos, con nuestra querida Saray.
Ella se propuso coger estrellas y cada noche cogía cientos. Y además todos los días volvía a leer, aquel libro que parecía mágico.

Pasaban los días y los meses, (y mientras) su mamá conocía a un señor apuesto y muy guapo.

con el tiempo, este señor se fue metiendo cada día más en su vida y también conversaba mucho, con ella en el porche y el abuelo al anochecer.

Ella llegó a hacer una buenísima amistad, con él, pues ella veía que su mamá era muy feliz.
Su mamá, al atardecer, salía al porche y les llevaba a todos unos refrescos, y entre la luz de aquella casa, se veía muy esplendorosa, y aquel novio le decía cuanto la amaba.

Saray los miraba con mucho amor a los dos, pues se sentía muy feliz,

Así paso algún tiempo, y cuando creyó que la botella ya estaba llena, entraba su nuevo papá por la puerta, diciéndole adonde está mi niñita bella que me la como, a besos.

Y se abrasaron fuertemente, más la botella se le cayó rompiéndose en un millón de pedazos, saliendo hacia el cielo, millones de estrellas que iluminaron todo aquel precioso bosque.

Y desde todo el mundo, vieron nacer millones de estrellas nuevas, y hasta estos tiempos, hoy siguen brillando.

Pero para verlas realmente, hay que irse muy lejos en el campo, donde no haya luz alguna, de viviendas ni farolas
FIN.
Enrique Nieto Rubio.
derechos reservados.

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