jueves, 13 de octubre de 2022

.Como la virgen Maria de Enricostro



Como la virgen María, se refugiaron aquí,
en una cueva sola y fría,
ella se sentía morir.

No hubo reyes ni camellos,
nada tenía que ver,
solo pasaban del invierno,
que se calaba en toda su piel.

San José él parecía,
un pesebre le buscó,

de Palos, paja y arena,
 al niño lo colocó.

El niño con alegría,
 a su padre el dedo cogió.

Su padre miró al cielo,
 que no tenían que comer.
Solo se veía un rayito de estrella,
entre la gruta de la pared.

Un guiño le izo la estrella,
 almeno eso creyó él,
pues se pasó muy rápido,
 entre el agujero aquel.

En la cueva este hombre,
 que no era José ni na,
izo una buena candela,
para poderlos calentar.

Ella lo miraba, con ojitos de cielo,
y él a ella con mucho amor.

Y cuando estaban calentitos,
él a un arroyo, que por dentro la cueva había
y una caña que cogió,
y el velo de su María,
una red, él se formó,
y unas truchas, que por allí nadaban,
en su red, él las cogió.

Y celebraron la mejor noche buena,
con comida y esa bendición,
de comer pescadíto asado,
qué rico dijo el señor.

Enrique Nieto Rubio.
derechos de autor.
IC.IO,DD.DO.JJ.



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