si pudiera pintarte,
en mi lienzo de pasión,
no dudes tu mi cielo,
que serias todo amor.
Si pudiera yo pintarte,
como creo que eres tú,
no habría lienzo ni paredes,
que te igualaran en belleza,
a sí como creo que tú eres.
Más cuánta envidia tengo,
de aquel que desnuda te pintó,
y te hizo tan perfecta,
que del lienzo te sacó.
Ese cuerpo desnudo,
que solo la envidia me mostró,
siendo diosa, siendo bella,
tu mi adorada estrella,
que me robaste la ilusión.
Para mi yo te quería,
para mí solo, ese cuerpo de amor,
y ahora él te comparte,
y mi flor se marchitó.
Cómo se puede pintar,
ese cuerpo tan perfecto,
y que nadie lo pueda adorar,
para meterlo en sus sueños.
Esos sueños de erotismo,
esos sueños de perversión,
esos sueños que solo piensan,
en deshonrar tu corazón.
Hoy me siento tan triste,
por culpa de un pintor,
que desnudándote, te izo viva,
cuando solo eras una ilusión.
La ilusión de toda una vida,
de tenerte solo en mi corazón.
Que nadie le tire un beso,
que la miren con pasión,
de verla como a una virgen,
y que solo sea por devoción.
Enrique Nieto Rubio.
derechos de autor.
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